Hace más de un siglo nació el psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista Erich Fromm, fue el 23 de marzo de 1900 en Alemania y falleció el 18 de marzo de 1980. Se dice que cuando estalló la primera Guerra Mundial quedó impresionado por las conductas humanas y la incapacidad de éstas al no poder comprender actos tan irracionales.
Sábado 25 de marzo de 2017
Estudió Derecho, después Sociología y Psicoanálisis en las universidades de Heidelberg y de Munich y en el Instituto Psicoanalítico de Berlín. Influenciado por las ideas de Freud y Marx comienza a darse cuenta de que el ser humano no es totalmente biológico, sino que este está influenciado por diversos factores como los sociales y psicológicos.
Sus intereses fueron direccionándose en una nueva definición en cuanto a la “ciencia del hombre” acercándose a un concepto que busca una personalidad equilibrada entre el caos cultural, las ideologías políticas y religiosas.
En 1961 escribe “Marx y su concepto del hombre” haciendo anotaciones y aportaciones importantes “La filosofía de Marx, como una gran parte del pensamiento existencialista, representa una protesta contra la enajenación del hombre, su pérdida de sí mismo y su transformación en una cosa; es un movimiento contra la deshumanización y automatización del hombre, inherente al desarrollo del industrialismo occidental”.
¿Dónde queda la esencia del ser humano? ¿Los seres humanos son capaces de ser los dueños de sí mismos o ceden esta capacidad a cierto sistema que determina y limita sus vidas? ¿En qué momento la “realización” del ser humano es ser una persona exitosa, realizada profesional y económicamente?
“El hombre medio busca refugio; trata de escapar de la libertad y busca seguridad en el regazo del gran Estado y la gran compañía. Si no podemos salir de esta desesperanza, es posible que aún podamos sostenernos durante algún tiempo sobre la base de nuestra fuerza material pero, a la larga, la perspectiva histórica de Occidente estará condenada a la extinción física o espiritual”.
Fromm analiza a la sociedad desde el inconsciente social: éste es la parte socialmente reprimida de una sociedad. Cuestiones como la “justicia” y la “libertad” se conseguirán cuando se satisfagan las necesidades de los seres humanos de una manera revolucionaria, arrebatando a quienes detentan esas “justicia” y “libertad” como patrimonio exclusivo, los medios con que mantienen su dominio para garantizar la brutal enajenación capitalista del trabajo humano.
Así, a esa “libertad” a la que renuncia el hombre común de acuerdo con Fromm, le daremos un contenido revolucionario cuando rompamos con la “seguridad en el regazo del Estado capitalista y sus grandes corporaciones” para darles nuestro propio sello en el camino de la lucha contra toda explotación y opresión.