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Red Internacional
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COVID EN SANTA FE. Ernesto Kofman: “El cuidado no puede ser individual, debe ser colectivo”

El investigador del Conicet analiza la llegada de la nueva cepa Manaos, cuánto puede afectar, y qué medidas hacen falta tomar contra la segunda ola de contagios, en el marco del aumento de casos positivos.

Sábado 3 de abril de 2021 17:19

(PH: La Capital)

Los casos de covid aumentan no solo a nivel nacional, sino en la provincia de Santa Fe y en Rosario. Hoy por la mañana, Gabriela Quintanilla directora del Hospital Carrasco anunció a La Capital que los positivos aumentaron de un 20 a un 50 %. Ernesto Kofman es Doctor en Ingeniería y Vicedirector del Centro Internacional Franco-Argentino de Ciencias de la Información y de Sistemas (Conicet/UNR) y analiza la dinámica de los contagios de coronavirus en Rosario y Santa Fe.

¿Cómo ves el desarrollo de la segunda ola en la provincia? ¿Se sabe el volumen de contagios que vamos a tener y cuándo llegará el pico?

La evolución de los casos es el resultado del balance de dos factores: el contacto social y la inmunidad colectiva. Por un lado a mayor contacto social, sobre todo en ambientes interiores, se producen más situaciones de contagio. Por otro lado, muchas de estas situaciones no se traducen en contagios al aumentar la fracción de gente inmunizada (por haber transitado la enfermedad, ya que la vacunación a nivel poblacional no es aún significativa).

En la provincia, así como en casi todo el país, se ve por un lado un aumento marcado del contacto social, donde el regreso a actividades presenciales en distintos ámbitos (educativos y laborales) parece jugar un rol importante. Ahora bien, si ese fuera el único factor, el volumen de casos de esta segunda ola sería grave pero no peor al de la primera, ya que hay un gran porcentaje de la población que ya transcurrió la enfermedad. El problema es que el ingreso de nuevas cepas con aparente capacidad de reinfectar a quienes se recuperaron de la primera ola cambiaría completamente el panorama. De ser así, el factor de inmunidad colectiva adquirido en los meses anteriores se perdería y estaríamos ante un escenario muchísimo peor.

En cualquiera de los escenarios, es imposible al día de hoy proyectar el volumen de contagios y el pico de los mismos, ya que no sabemos realmente cuánto va a aumentar el contacto social en interiores con la baja de temperaturas ni de qué manera van a impactar las nuevas cepas en la inmunidad colectiva.

¿Qué incidencia va a tener la nueva cepa Manaos?

Si se desatara la circulación comunitaria de esta cepa y la misma tuviera efectivamente la capacidad de reinfectar con alta probabilidad a quienes ya cursaron la enfermedad, estaríamos ante un escenario tremendo, ya que es como comenzar de nuevo la pandemia, pero con un nivel de contacto social mucho más grande que el del año pasado. Lo que está ocurriendo en Brasil es más que una advertencia respecto a la urgencia de tomar medidas al respecto.

¿Está preparado el sistema de salud para lo que se viene? ¿Crees que se aprovecho desde la última ola hasta hoy el tiempo para fortalecer el sistema de salud, camas útiles y respiradores, el plan de testeos, y todo lo necesario para el rebrote?

No sabemos bien qué es lo que viene, ni qué nivel de vacunación se alcanzará en la población de riesgo cuando suban los contagios a niveles aún mayores que los actuales... En cualquier caso, si no se toman medidas para disminuir el contacto social, es posible que haya un desborde sanitario mucho peor del que vivimos en Rosario en septiembre-octubre del año pasado.

En cuanto a las posibilidades de fortalecer el sistema de salud, no se puede hacer mucho más de lo que se hizo. Aunque se duplique el número de camas y respiradores, no se puede duplicar el personal de salud. En cualquier caso, lo más importante de todo esto es que el sistema de salud no puede hacer milagros. Cuanto más contagios tengamos, más fallecidos tendremos por más que fortalezcamos el sistema sanitario. El tema principal entonces no es fortalecer el sistema sanitario, sino tomar medidas para evitar los contagios.

En cuanto a testeos, es importante detectar la mayor cantidad de casos, sobre todo de asintomáticos. Me resulta inexplicable que se haya abandonado en enero el diagnóstico por criterio clínico sin hisopado. Antes, un contacto estrecho con síntomas se consideraba positivo sin necesidad de hisopar, lo que permitía ahorrar tests en casos que muy probablemente eran positivos y utilizarlos en casos donde había más dudas. La positividad del 50% en este momento en una señal de que se está testeando mal, cazando en un zoológico... sólo se testea cuando se sabe que hay una altísima probabilidad de que de positivo, lo cual implica que se está dejando escapar la mayor parte de los casos.

¿Qué medidas son necesarias tomar?

En cuanto a medidas, es fundamental actuar en muchos planos. Por un lado, hace falta una campaña muy fuerte explicando lo nuevo que se sabe sobre la forma de contagiarse y de cuidarse. Nos seguimos cuidando con alcohol en gel y desinfectando superficies, cuando hay evidencia abrumadora de que la gran mayoría de los contagios se producen al inhalar las micro-gotitas que exhala una persona infectada, lo que ocurre casi exclusivamente en interiores mal ventilados. Por lo tanto, el mejor cuidado es el uso correcto del barbijo, la distancia, y principalmente el uso del aire libre y la ventilación permanente de ambientes, reduciendo lo máximo posible la estadía en sitios cerrados.

Por otro lado, parece inevitable tomar medidas para reducir el contacto social, al menos hasta que esté vacunada masivamente la población de riesgo. Al día de hoy estamos con un nivel muy alto de contagios y un crecimiento muy notable de los mismos, pero no hay ninguna medida de restricción seria (esto vale tanto a nivel local como a nivel nacional). Hay un discurso de auto-cuidado que implica que se cuide el que quiera y pueda (los trabajadores y trabajadoras están obligados a ir a trabajar con un transporte deplorable y con muchísimos lugares que no cumplen ninguna medida razonable de cuidado). Esto muestra una vez más que el cuidado no puede ser individual, debe ser colectivo, y es crucial que el Estado tome medidas urgentes para garantizarlo. Las medidas de restricción seguramente resulten antipáticas para muchos sectores, pero sin las mismas podemos ir a un escenario mucho peor al que vivimos el año pasado.