El médico goza impunidad al cumplir prisión domiciliaria a pesar de haber sido condenado por delitos de lesa humanidad. Así lo hizo saber con un mensaje en la ventana de su casa. A continuación reproducimos el comunicado de Justicia Ya La Plata.
Sábado 27 de marzo de 2021 13:55
Casa del genocida Jorge Antonio Bergés
Hay por lo menos 30.000 que no pueden decir lo mismo
El 24 de marzo último, a 45 años del golpe genocida, compañeras y compañeros de la localidad de Quilmes realizaron una caravana convocada entre otros, por la Asociación Colectivo Quilmes Memoria Verdad y Justicia. Como parte de la misma, pasaron frente a la casa del represor torturador, desaparecedor, asesino de compañeros y compañeras y apropiador de bebés, Jorge Antonio Bergés, uno de los nefastos médicos de la bonaerense.
El genocida los recibió con un cartel en la persiana de su casa: “es bueno estar en casa”. Todo un símbolo de cómo la impunidad se perpetúa.
Bergés calculaba “el límite físico” de las torturas aplicadas a los secuestrados y secuestradas en los CCD bajo la órbita de la bonaerense, aunque no solamente porque fue visto también en otras dependencias. En particular supervisaba macabramente los partos de las secuestradas como fue el caso de nuestra compañera Adriana Calvo (que en el año 1984 lo reconoce en el juzgado de Lomas de Zamora) y el de las compañeras desaparecidas Inés Ortega, Elena de la Cuadra, Silvia Isabella Valenzi, Eloísa Castellini, Aída Sanz para nombrar algunas de ellas y en sus nombres, a todas las compañeras que parieron en cautiverio. Su objetivo como parte del plan genocida fue claro: robar los bebés, falsificar las partidas y entregarlos a sus apropiadores.
Beneficios y más beneficios para un genocida
Bergés fue condenado en diciembre de 1986 por la Cámara Federal a 6 años de prisión por ser autor de 4 aplicaciones de tormento. Fue desprocesado en 1987 por la Ley de Obediencia Debida. En 1995 el juez federal de San Isidro Roberto Marquevich, dictó orden de captura en su contra por fraguar actas de nacimientos de niños desaparecidos (pruebas tomadas de la denuncia originada en 1987 por Abuelas de Plaza de Mayo en el Juzgado de Morón). El médico genocida fue condenado en 2004 junto Miguel Osvaldo Etchecolatz a 7 años de prisión por la apropiación y supresión de identidad de Carmen Gallo Sanz, nacida en el centro clandestino conocido como “Pozo de Banfield” hija de Aída Sanz y de Eduardo Gallo, ciudadanos uruguayos, que hasta el día de hoy se encuentran desparecidos.
Fue excarcelado en 2004 tras cumplir su condena, pero volvió a prisión por los delitos que cometió en el CCD que funcionó en la Brigada de Investigaciones de San Justo, causa iniciada por la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos (causa 3) que se retomaron a partir de las denuncias en la causa 13/84. En el 2010 el TOF1 de La Plata, en un tratamiento relámpago, le dio a Bergés privilegio de la domiciliaria. Una gran campaña de denuncias y movilizaciones, en el 2011, hizo que Bergés vuelva a la cárcel.
En el 2015, la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar al recurso de casación interpuesto por la defensa oficial y nuevamente le otorgan el arresto domiciliario.
La Corte en el 2016, le revocó la domiciliaria al considerar que sus supuestas deficiencias de salud no estaban respaldadas por informes del Cuerpo Médico Forense. Sin embargo, el TOF 1 lo privilegia con la continuación del arresto domiciliario ese mismo año.
El represor fue condenado a 25 años de prisión en el juicio “circuito Camps” en el año 2012 por las torturas aplicadas a más de 150 compañeros y compañeras y su participación en decenas de partos y el posterior robo de niños y niñas. A la Cámara de Casación le llevó 8 años confirmar las condenas del juicio, en el año 2020. Hoy se encuentra siendo juzgado por los crímenes cometidos en los pozos de Banfield y Quilmes y en “El Infierno” donde cualquiera de los oyentes pudieron verlo en una de las audiencias de fines 2020, en pijama, solicitando al tribunal ausentarse para asistir a su esposa. Una provocación más, una muestra más de impunidad.
Estos son los relatos cada vez más frecuentes respectos de los represores que gozan de arrestos domiciliarios y una vez más, denunciamos la complicidad del sistema judicial para garantizar la impunidad. No importan los delitos por los que fueron condenados. Ya basta!
Por eso seguiremos exigiendo
Cárcel común y efectiva! Basta de domiciliarias!
Restitución de las y los jóvenes apropiados
30.000 compañeras y compañeros detenidos - desaparecidos PRESENTES!
La Plata, 26 de marzo de 2021
Asociación Anahí, Asociación de Ex Detenidos – Desaparecidos (AEDD) Asociación de Profesionales en Lucha (APEL); Centro de Abogados Por Los Derechos Humanos (CADHU); Centro por los Derechos Humanos Hermanos Zaragoza; Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH); Comité de Acción Jurídica (CAJ); Equipo Argentino de Trabajo e Investigación Psicosocial (EATIP); HIJOS La Plata; Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH); Las Azucenas en
Justicia Ya – La Plata!