Las direcciones nos han llevado a la desmovilización. Pero se desarrolla uno de los mayores fenómenos del último tiempo: la lucha contra las AFP. Debemos sumarnos a ese movimiento, y desde el mundo estudiantil, aportar a su desarrollo.

Dauno Tótoro Santiago
Jueves 1ro de septiembre de 2016
Actualmente es claro que al interior del movimiento estudiantil, en términos generales, prima el ya marcado retroceso. Aunque existen excepciones o acciones que marcan la excepción y que muestran ánimos de combatividad y de lucha, como diferentes cortes de calles y marchas protagonizados por estudiantes secundarios, o como la importante batalla defensiva que vienen dando los y las compañeros y compañeras de la Alberto Hurtado contra las expulsiones.
Al mismo tiempo, el debate educativo ciertamente ha perdido peso en la palestra pública, remecida esta última por las inmensas movilizaciones contra las AFP, herencias rancias de la dictadura militar de Pinochet.
Ahora bien, el debate se mantiene, porque la reforma sigue su curso, porque los rectores vienen planteando política activamente, y porque las direcciones del movimiento estudiantil han hecho de todo para lograr imponer, ya sea por votación desde las bases (donde fallaron) o por la fuerza de los hechos, su política de incidir en la reforma.
Así, luego de una antidemocrática votación realizada en la última plenaria de la CONFECH realizada el 14 de agosto en Antofagasta, decidieron reunirse con la Ministra y asistir a “todos los espacios”, incluyendo, claramente, el Parlamento.
Aprovechan que la mayoría de las Universidades vienen siendo golpeadas por la presión académica del cierre de semestre o incluso porque algunas se mantienen en vacaciones.
Y por otro lado, mantienen una política tremendamente gremialista. Prácticamente no ha habido pronunciamiento alguno respecto a las AFP. Nada relacionado con el posible paro del 4 de noviembre, nada en apoyo a esta movilización, nada que fortalezca esta movilización de masas.
Y por estos motivos, el gobierno se siente en mayor confianza y con mayor seguridad de llevar adelante sus políticas.
Vemos que evidentemente las direcciones llevaron a la desmovilización, y junto con eso, a la negociación sin fuerzas. Otro año más. Y no contentos con esto, no toman en sus manos, como CONFECH, una de las principales batallas del momento: la lucha contra las AFP.
Es necesario que el movimiento estudiantil plantee firmemente su rechazo a la reforma y la necesidad de su retiro del Parlamento. Pero también es necesario que como estudiantes nos liguemos firmemente, y en la acción, con los principales movimientos que se vienen desarrollando, como las movilizaciones contra las AFP o el movimiento feminista y su batalla por el aborto legal, libre y gratuito.
Ese camino de unidad con otros sectores, en particular con la clase obrera, y con otras luchas, puede entregarnos nuevas perspectivas de lucha y acción.

Dauno Tótoro
Dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios (Chile), y ex candidato a diputado por el Distrito 10.