×
×
Red Internacional
lid bot

Universidad. ¿Es suficiente con la rebaja de las tasas académicas? ¡Luchemos por la gratuidad!

En las últimas huelgas estudiantiles universitarias algunas organizaciones llamaban a luchar por la reducción del 30% de las tasas que había aprobado el Parlament. Pero ¿está reducción garantiza el acceso a la Universidad?

Miércoles 21 de febrero de 2018

El precio medio de crédito de primera matriculación en Catalunya ha pasado de 17,23 en 2008 a 33,52 en 2015 y a 25,27 en 2017.

Las matrículas comenzaron a dispararse desde 2010, año en el que comenzó a aplicarse el Plan Bolonia. El coste de primeras matrículas en Barcelona en 2015 era 5 veces mayor que en 2010. En el curso 2010/2011 el precio medio del crédito era de 18,69; en el curso 2011/2012 de 20,11 y desde el curso 2012/2013 hasta el 2015/2016 de 33,52.

Fuente: Ministerio de Educación. Elaboración propia

Desde entonces, las segundas matrículas han subido un 54%, pero el gran golpe está en las terceras (137%) y en las cuartas (202%). Las más caras se pagan en ingenierías y Medicina llegando a los 142 euros el crédito.

Tomando el ejemplo de la Universitat de Barcelona, encontramos el siguiente listado de precios por crédito para estudiantes de la UE, residentes en el Estado español o de determinados países.

Fuente: Universitat de Barcelona

El tramo A corresponde a carreras como Historia, ADE, Antropología, Economía, Derecho o gran parte de las filologías. En el tramo B tendríamos carreras como Arqueología, Biología, Diseño, Ppsicología o Matemáticas.Y por último, en el tramo C estarían las ingenierías y las relacionadas con medicina.

Con estos datos, hagamos un supuesto. Cojamos una carrera de cada tramo, las que más estudiantes matriculados tengan, y veamos cuánto pagarían este curso por todos los créditos. Eso sí, teniendo en cuenta que sean créditos de primera matriculación y sin contar las tasas administrativas que suelen superar los 100 euros.

Para el tramo A cogemos ADE. Total por 60 créditos: 1.516 euros. Por Psicología, tramo B, 2146 euros. Y por Medicina, tramo C, 2371 euros. ¡Y eso que en los últimos cursos las tasas universitarias se han reducido!

La cosa cambia si eres de fuera de la UE o no tienes residencia. Y cambia muchísimo. Básicamente porque pagarás ¡un 300% más!. Da igual el tramo; el precio del crédito es 300% veces superior al que pagan los estudiantes de la UE o con residencia.

En 2016 el Parlament aprobó reducir un 30% las tasas universitarias para las rentas más bajas. Entendemos que una rebaja del precio de la universidad puede aliviar, en cierta manera, la carga económica que suponen los estudios universitarios.

Sin embargo, una reducción del 30% de la tasa del precio actual nos dejaría en carreras de 1000 euros para los grados del tramo A, es decir, los más baratos. ¿Y Medicina? En este caso, el del tramo más caro, tendría un coste de más de 1600 euros. ¿Dónde está la diferencia? Quién no pudiera pagar 2300 euros para hacer Medicina seguirá sin poder pagar 1600 euros.

Además, esta rebaja del 30% dejaría un precio por crédito ligeramente superior al precio del curso 2008/2009, es decir, previo al “tasazo”. Pero es que en el período previo al “tasazo” la universidad pública ya había perdido 66.000 estudiantes. En ese período y con esos precios, seguía habiendo jóvenes que no tenían posibilidad de acceder a la Universidad.

A todo esto, hay que sumarle que el poder adquisitivo de 2008 o 2009 se distancia mucho del actual. La clase obrera ha perdido poder adquisitivo; el salario mínimo continúa siendo de 735,9 euros; y los contratos temporales con condiciones precarias y salarios de miseria están a la orden del día para gran parte de la clase trabajadora, sobre todo para las mujeres, las personas inmigrantes y la juventud. Esto para quien no lleva años en el paro, que de nuevo, ataca con más fuerza a los sectores antes mencionados.

¿Rebajar las tasas o luchar por la gratuidad?

No hay tasas universitarias menos abusivas. Simplemente hay tasas que impiden el acceso a una gran parte de la población, que es precaria, que es pobre, que jamás soñó con ir a la Universidad porque tiene que ponerse a trabajar para sobrevivir.

Que ven que por ser inmigrantes o hijos de inmigrantes nacidos en el Estado español no solo son explotados y oprimidos como trabajadores, sino que también se ven sometidos a las reaccionarias y racistas leyes de extranjería que les persigue y les encierra, les deniega derechos que el resto tenemos por haber nacido aquí.

Para todos ellos, no existen unas tasas no abusivas. Para ellos la única opción para poder acceder a la Universidad pública es la gratuidad. Y si no luchamos por una universidad gratuita, que dé además todas las ayudas y becas que hagan falta para que los estudiantes puedan vivir mientras estudian, estaremos dejando de lado a un sector de la sociedad de la clase trabajadora.

La lucha del conjunto del movimiento estudiantil, sin huelgas fragmentadas por sectores y por niveles de educación, debe pasar por luchar por la gratuidad. Por denunciar, que mientras se destinan millones a centros privados y centros que segregan, la universidad pública es cada vez más inaccesible, está cada vez más privatizada y más vendida a los intereses de las empresas.

Tenemos que luchar por la gratuidad no como algo para un futuro lejano. Sino como algo que mediante la organización y la lucha en las calles vamos a conseguir, sin confiar en que nadie nos lo va a regalar y sin confiar en promesas vacías que vienen de los mismos partidos que recortan, precarizan y reprimen a la juventud.