Tras el caso de corrupción que revelaron las escuchas telefónicas que involucran a altos funcionarios del anterior gobierno provincial, empresarios y directivos del hospital de Adrogué, se hizo efectiva la renuncia de Carolina Rocca y sus asociados. Designaron a Graciela Helou como nueva directora.
Martes 30 de agosto de 2016 00:50
A raíz de las escuchas que vinculan a directivos del centro de salud provincial con la estafa de facturas truchas, la cúpula del Hospital Lucio Meléndez, presentó su dimisión, que se hará efectiva el 31 de agosto. La comunidad exige que se esclarezca lo sucedido.
La grabación telefónica, que fue reproducida en el programa “La Cornisa”, conducido por Luis Majul corresponde a Viviana Caleghi, ex directiva asociada que asumió en 2013 y renunció en 2015. Refiere a presuntas irregularidades en la compra de insumos.
Si bien Carolina Rocca, Claudia Rodríguez, Hernán Brizuela, Marcela Sánchez y Leandro Giussani no eran citados en la comunicación, renunciaron. Por la causa ya hay dos ex funcionarios bonaerenses detenidos y varios prófugos.
Es llamativa la renuncia del cuerpo directivo del hospital en el marco del escándalo que abrieron las escuchas telefónicas, donde se revela una verdadera estafa que perjudican a la salud pública.
El en el plano político este caso de corrupción representa una sumatoria a la lista en las que se ve sumergido el kirchnerismo. Frente a esto, el macrismo declara una batalla mediática para debilitar a quienes dejaron una “pesada herencia” pero ofrece un segundo semestre de tarifazos, despidos y ningún cambio sustancial para la asfixiante situación que viven los hospitales públicos. Por eso no resultaría llamativo que exista un acuerdo entre provincia (Pro) y el municipio de Almirante Brown (FpV) para que la renuncia de todo el cuerpo directivo, se presente como un corte preventivo para frenar una investigación que comprometa a otros funcionarios de la plana mayor.
Con la renuncia y recambio del personal directivo, o en el accionar judicial sobre responsables puntuales no alcanza para encontrar una solución al problema. Este caso destapó una olla de corrupción que afecta a toda la comunidad hospitalaria. Frente a esto, es necesaria la apertura de los libros de contabilidad y el control directo de trabajadores y pacientes del presupuesto destinado al hospital, porque así, aseguraría una abierta transparencia por parte de quienes realmente saben cuáles son las necesidades más acuciantes. En fin, son los verdaderos interesados en defender la salud pública.
Aún resuena la promesa incumplida por parte del intendente Mariano Cascallares y funcionarios provinciales, de los 40 millones de pesos para hacer un nuevo hospital. Surge la incertidumbre de saber, dónde va destinado el dinero para insumos y mantenimiento, muchos trabajadores se preguntan a donde va a parar el ingreso por obras sociales (SAMO) que se ve reflejado solo parcialmente en su recibo de sueldo.