La multinacional recientemente había creado otro turno para producir más. Las vidas trabajadoras no les importan a los empresarios.
Jueves 20 de agosto de 2020 19:08
El día martes pasado la empresa tuvo que suspender un turno por un brote de contagios. En tan solo una semana los casos se triplicaron, pasando de 50 a 150 contagios, o más según otras fuentes, y unos 400 trabajadores aislados.
La empresa manifestó a medios locales que todos los casos se dieron fuera de la fábrica, por encuentros sociales, en consonancia con las palabras de Alberto Fernández quien había visitado la planta en el mes de mayo para su reapertura.
El beneficio que vienen obteniendo las empresas como Toyota por parte del Estado como el ATP y apertura de la fábrica sin ser esenciales contrasta con la situación de los trabajadores que ponen su salud en peligro.
Lejos quedaron los anuncios que realizaron las autoridades nacionales al inicio de la cuarentena donde Toyota iba a producir respiradores.
Una reconversión de la producción de esta planta podría ponerse a disposición de las necesidades del sistema de salud como son la demanda de respiradores y ambulancias. Por el contrario, se producen a diario camionetas Hilux 4x4 que claramente no son un producto esencial, mientras los contagios de Covid-19 se siguen multiplicando entre los trabajadores de la planta.
Desde las autoridades municipales del intendente kirchnerista Osvaldo Caffaro no toman medidas para frenar esta situación ni tampoco se manifiestan al respecto. El control de los protocolos de prevención fue solo un discurso de los ministerios de Nación y Provincia.
Está en juego la salud de las y los trabajadores y sus familias. Por eso se vuelve más que necesario que las y los trabajadores y los sindicatos como el SMATA pongan en pie Comisiones de Seguridad e Higiene independientes de la empresa, para que en cada lugar de trabajo se decidan y controlen los protocolos a seguir y para que se tomen las medidas correspondientes como los testeos masivos o parar la producción, y así cuidar la salud de todas y todos.
No sé puede seguir privilegiando las ganancias de los empresarios por sobre la salud de los trabajadores y sus familias.