Triunfó la presión estudiantil para recuperar las materias de promoción directa que las autoridades de la facultad habían eliminado unilateralmente. Por otro lado, el centro de estudiantes votó con las autoridades un proyecto sobre finales virtuales en contra de los docentes y no docentes que denuncian no haber sido consultados. De aplicarse este proyecto aumentaria la precarización laboral.
Miércoles 1ro de julio de 2020 17:09
A más de tres meses del comienzo del aislamiento social y la virtualización forzosa de la cursada, la sesión del Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) de este martes dejó mucho en que pensar.
En primer lugar, queremos destacar que las y los estudiantes conquistamos el retorno de las materias con régimen de promoción directa para el segundo cuatrimestre, luego de una enorme presión desde abajo de miles de estudiantes que venían reclamando, junto a las agrupaciones de izquierda, por este derecho que tiene la comunidad educativa. Esto se logró, después de que la gestión kirchnerista de la facultad arrebatara de un plumazo este derecho estudiantil a partir de una reglamentación que había bajado desde el rectorado.
Quienes cursamos en Filosofía y Letras sabemos que desde que arrancó la virtualización forzosa, son miles lxs estudiantes que se encuentran con dificultades para acceder y permanecer en la universidad, muchxs de ellxs porque tienen problemas de conexión, tienen que cuidar a sus hijxs y/o adultos mayores, o sus condiciones de vida y de trabajo se vieron afectadas en este contexto de crisis sanitaria, social y económica.
También sabemos que la gran mayoría de ellxs se anota en las materias que tienen régimen de promoción directa, porque de esta forma pueden avanzar más rápido en sus estudios quienes a su vez lidian con grandes y extenuantes jornadas laborales. Por eso, desde la izquierda siempre defendimos las materias de promoción directa, porque no queremos que nadie se quede afuera de una universidad que cada vez se vuelve más expulsiva para quienes hacen malabares entre el estudio y el trabajo.
En esta sesión del consejo directivo que después de mucha discusión logramos que se transmita en vivo, tuvo más audiencia que de costumbre (alrededor de 200 personas mirando). Muestra de que el reclamo de los estudiantes venció al encierro que pretende la gestión de Cristofalo para estos espacios.
Finales Virtuales: las autoridades y El Colectivo votaron contra lxs docentes
En este marco, tuvo lugar otra de las votaciones importantes del Consejo. Se debatió sin la consulta a las amplias mayorías docentes y no docentes un régimen de exámenes finales virtuales que no contempla las exigencias y denuncias que venían presentando los docentes desde su órgano gremial AGD- FILO (Asociación Gremial Docente de Filosofía y Letras - UBA), ni los trabajadores no docentes de la facultad.
Ellxs ya habían expresado la sobrecarga que significarían los finales virtuales, tal como estaban presentado en el proyecto que escribió El Colectivo (la conducción del centro de estudiantes integrado por La Cámpora y la Mella) desde la mayoría estudiantil que fue el que votaron. Lxs docentes pidieron ser parte de la discusión de cómo deberían ser las evaluaciones durante la pandemia, para poder organizarlo sin que ningún trabajador de la facultad se vea afectado, como tampoco los estudiantes.
No solo dieron la espalda al pedido de los trabajadores de la facultad, sino que en complicidad con las autoridades nos negaron la posibilidad de presentar un proyecto alternativo que contemplaba esa crítica. Fuimos los únicos que nos abstuvimos de votar este proyecto que excluye a lxs docentes y los somete a una mayor precarización del trabajo. Como parte de esta denuncia fue que también invitamos a lxs docentes de AGD FILO a tomar la palabra en la sesión del día de ayer.
En muchos casos, cientos de docentes se están viendo obligados a pasar horas y horas delante de una pantalla, sin que se les garantice la cobertura económica ni el asesoramiento que en muchos casos es indispensable para que se pueda desarrollar la cursada virtual sin vulnerar ningún derecho ni sobrecargar a nadie.
Cuando esto sucede, no solo los docentes pagan con precarización los costos de la virtualización, sino que también se agrega un nuevo factor expulsivo hacia los estudiantes que trabajan, y el intercambio educativo se degrada significativamente para todxs. En ese sentido, es que lxs docentes se encuentran reclamando por ser parte del debate, exigiendo que el mismo se abra a toda la comunidad educativa para que de conjunto se pueda decidir el régimen de acreditación de materias sin que se vean afectados sus derechos laborales. Por eso, apoyamos y nos sumamos al paro que van a estar haciendo este viernes 3 por todos sus derechos.
Así lo explicaba Brenda Hamilton, Consejera Directiva por la minoría estudiantil e integrante de La Izquierda al Frente: “Todas las decisiones que atañen a los finales virtuales, deben ser discutidas en las cursadas y en las cátedras de conjunto, en donde todo el cuerpo docente junto a los estudiantes sean quienes decidan cómo dar por aprobada la materia y si será solo por cursar, si se hace un final, un coloquio, un trabajo o lo que crean pertinente. Por eso desde la minoría estudiantil y la izquierda estamos impulsando el debate junto a los docentes para elaborar un manifiesto conjunto sobre las condiciones de cursada en estos momentos. Que los criterios de acreditación de las materias sean establecidos teniendo en cuenta la voz de los estudiantes y docentes, intentando llegar a un común acuerdo sobre los plazos y formas de evaluación, sin que los mismos vayan en contra de los derechos conquistados por docentes y estudiantes en este marco de excepcionalidad por la crisis sanitaria, social y económica. Porque creemos que no se puede tomar ninguna decisión así a espaldas de la comunidad educativa y de las mayorías de docentes, estudiantes y sus representaciones, por eso proponemos también que se ponga en pie un comité de crisis democrático que se reúna esta misma semana de manera abierta para empezar a discutir estos temas con el conjunto de la comunidad educativa.”
De esta forma, la propuesta de la consejera incluye involucrar al conjunto de los docentes, no docentes y estudiantes en la decisión en torno a cómo va a continuar la cursada virtual, para que no se vulnere ningún derecho, ni se deje a nadie afuera.
Hoy El Colectivo presenta como una conquista para los estudiantes lo que es una avanzada sobre los derechos de los docentes. Somos claros: cualquier derecho vulnerado a docentes o a estudiantes nos perjudica como comunidad educativa de conjunto. Lo que perjudica a los docentes, perjudica a los estudiantes. Nuestros enemigos son los mismos. Son quienes intentan precarizar aún más a las universidades.
Los docentes y los estudiantes que trabajamos estamos siendo golpeados por el retroceso que significa el teletrabajo: los ritmos más fuertes, la obligación de cargar con los costos económicos de esta nueva modalidad, la dificultad de quienes tienen personas a su cargo, los recortes de sueldos. Estamos siendo afectados por despidos y suspensiones. Así como millones de trabajadorxs que de esta manera estamos pagando los costos de la crisis mientras los ricos se hacen cada vez más ricos. Esto atenta directamente contra las posibilidades de estudiar y recibirse. Docentes y estudiantes de conjunto hacemos posible la universidad. Hoy estamos sosteniendo una modalidad de cursada engorrosa y expulsiva sobre la que nadie nos consulta y mediante la cual se vulneran los derechos conquistados.
Este es el espacio en el que se votan estas arbitrariedades: reuniones cerradas, cortas, a espaldas de todxs. Es el clima en el que la gestión de la facultad se siente cómoda. Piden que las intervenciones sean breves, y cuando el debate se abre, se los nota molestos. Si quiere hablar alguien que no forma parte del “selecto” Consejo Directivo, se requiere un paso burocrático de discusión y votación entre los miembros. La conducción del centro de estudiantes se muestra muy a gusto con este funcionamiento. Cuando las voces no están presentes, los derechos se vulneran.
Quienes integramos la agrupación En Clave Roja en La Izquierda al Frente nunca dejamos de pelear por desarmar este ambiente burocrático, excluyente y autocomplaciente. Aunque para dar esta pelea nos encontramos en franca minoría en el Consejo Directivo, no nos tiembla la voz para incomodar a esta casta y expresar cada uno de los reclamos de la enorme mayoría de estudiantes, docentes y no docentes, que la gestión busca mantener lejos de las decisiones importantes.
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