Gran revuelo generaron los dichos de la Presidenta del PRI Alejandra bravo, vocera de Chile Vamos, entregando un mensaje discriminador y ofensivo hacia los gays, lesbianas y trans. La derecha nuevamente muestra su cara contra los derechos de la diversidad.
Jueves 16 de febrero de 2017
En declaraciones al medio El Dínamo, partió diciendo: ¿qué es un homosexual? "un homosexual es alguien que nace con un cuerpo de hombre pero que siente como mujer. O una mujer que nace con vagina pero que siente como hombre".
Esta básica descripción que parece sacada de siglos atrás, muestra la verdadera cara homofóbica de la derecha y su ignorancia profunda con temas de diversidad sexual.
Le preguntaron por matrimonio igualitario y sus respuestas siguieron siendo burdas: "Quizás esa unión que ellos esperan que se llame matrimonio puede tener otro nombre. Podrían llamarse “homomomios” o qué sé yo". Como si tuvieran que haber categorías especiales, para los mismos derechos, dejando en evidencia su política de personas de primera y segunda categoría.
Incluso agrego a sus declaraciones: "por qué nosotros tenemos que ceder en entregarles todo, por qué tendría que convertirse la sociedad en homosexual y dejar de ser heterosexual si nosotros ganamos el espacio". Como si esto fuera un partido de fútbol, o ejércitos que se enfrentan unos contra otros, como si la diversidad viniera a querer quitarle derechos al pueblo trabajador, que conquistaron con luchas contra estos mismos representantes de la homofobia.
Ni la educación de los jóvenes estuvo exenta de polémicas cuando hablo de educación sexual en los colegios: “no se debe engañar a los niños sobre la identidad de género ya que “un niño nace niño y una niña nace niña”.
Declaraciones que generaron un amplio repudio a todo el movimiento de la diversidad sexual, y más allá, en amplios sectores de la juventud, mujeres y el pueblo trabajador, pues desnuda de cuerpo entero el pensamiento medieval de una derecha que se dice "moderna".
Esta mañana la vocera de Chile Vamos quiso salir del paso de sus declaraciones homofóbicas, diciendo que se sentía ofendida, porque se mal interpretan sus palabras, "Me siento discriminada y ofendida por este tipo de opiniones, porque estoy lejos de ser homofóbica", añadió, asegurando que respeta "profundamente a la comunidad homosexual", pero le parece que "todos estos avances tampoco pueden ser totalitarios".
¿Discriminada? En realidad no es más que otra representante de lo más cavernario de los empresarios que quedarán impunes agitando la homofobia. ¿Qué quedará para la comunidad LGTBI que tuvo que aguantarse las declaraciones, ofensivas y con un mensaje de odio, queriendo coartar toda posibilidad de derechos democráticos que por años se han exigido de distinta forma?
Estas frases muestran que la derecha no es más que un enemigo y defensora de los intentos más conservadores para mantener un sistema de desigualdad en todos los niveles; y que para conquistar nuestras demandas, la comunidad LGTBI debemos organizarnos de forma independiente a los empresarios y partidos del régimen, más que nunca en las calles, y más que nunca junto a los trabajadores y el pueblo.
Cristóbal Espinoza
Estudiante de Periodismo
