En los últimos días donde la transición de gobierno trazó ejes de re organización política en todos los municipios y gobernaciones del país el gasto público fue un eje indiscutido. El partido de Quilmes no está exento.
Lunes 16 de diciembre de 2019 22:37
Una de las medidas que despertó amplio repudio en el distrito fue el aumento de 48 % de las tasas municipales acordado entre Mayra Mendoza y Martiniano Molina, medida de la cual también se desprenden las declaraciones de Ángel García – secretario de Servicios Públicos de Mayra Mendoza – advirtiendo sobre el "excesivo gasto público que generan los sueldos de empleados del municipio", incluso agregando que no es necesaria la plantilla de trabajadores existente, al igual que Molina, quien inició su mandato con esta queja a la orden del día.
Sin embargo, hace unos días, mientras Martiniano abandonaba su cargo de intendente por la ciudad de Quilmes salió a la luz que los funcionarios de su gestión recibieron liquidaciones de haberes desorbitantes, entre quinientos mil y un millón de pesos que serán costeados por los vecinos del municipio. Honorarios registrados bajo el eufemismo de licencias no gozadas, teniendo en cuenta que algunos de estos funcionarios no prestaban servicios reales en el municipio.
Ejemplos de estas liquidaciones les pertenecen: al ex secretario de hacienda Pablo Zawistowski, que como asesor del intendente recibió una liquidación final de $376.255,48 con un total de $239.200,22 en licencias no gozadas; Peppi Rolando Alberto con un cargo de “coordinador clase A” y tareas incomprobables recibió aparte de un aguinaldo de $119.750,17 un total de $726.635,06 de haber por licencias no gozadas; Domene Ariel Germán, secretario de educación, recibió una suma total de $464.499,57 de los cuales se detalla $335.520,77 en licencias no gozadas y Martinelli Mariano Alejandro, asesor de intendencia, que sin ser menos que los anteriores sumó $236.473,88 en licencias no gozadas para cerrar sus haberes en $370.191,32.
En nuestro país la mitad de los trabajadores cobra alrededor de $21.000 con una canasta básica que según la Junta Interna de ATE-Indec tiene un costo de $55.386. Resulta indignante la naturalización de éstas castas de políticos que se atribuyen sueldos millonarios mientras uno de cada dos niños es pobre en nuestro país, o los mismos trabajadores que son los resortes fundamentales de la economía y la producción no lleguen a satisfacer necesidades básicas.
Muchos de los vecinos de Quilmes, que hacen malabares para llegar a fin de mes, serán los encargados de pagar estas escandalosas liquidaciones.
Carla Lacorte, que fue candidata a intendenta por el municipio de Quilmes por el Frente de Izquierda Unidad, en las pasadas elecciones, expresó en reiteradas ocasiones la propuesta para que todo funcionario cobre igual que un docente. Nicolás del Caño y Myriam Bregman, como todos los legisladores del PTS en el FIT, ya lo hacen y aportan el resto de sus dietas a luchas obreras. También han presentado reiteradas veces el proyecto de ley en todas las Cámaras Legislativas donde han participado sin conseguir el apoyo del resto de los partidos políticos patronales que permiten que esta brecha con la realidad de cualquier trabajador sea brutalmente desigual.
A la vista de todos se encuentra que las escuelas quilmeñas están en pésimas condiciones, así lo atestiguan las bajas temperaturas que sufren los estudiantes en época invernal asistiendo a clases con frazadas por falta de calefacción, o los techos que se caen a pedazos.
Es ahí donde es urgente se invierta este dinero; la prioridad y el común de la norma no puede ser privilegiar a funcionarios que viven alejados de la vida del pueblo trabajador.
