UPCN viene regalando a los estatales un escandaloso señalador con la frase de Darwin: “No es el más fuerte ni el más inteligente el que sobrevive, sino aquel que más se adapte a los cambios”. Una verdadera declaración de traición.
Leandro Sorribas Editor La Izquierda Diario CABA @Leo_espartaco
Jueves 8 de septiembre de 2016
Por los ministerios del Estado nacional, las huestes de UPCN vienen regalando a los estatales un señalador a todo color, con una frase de Darwin: “No es el más fuerte ni el más inteligente el que sobrevive, sino aquel que más se adapte a los cambios”. Para algunos será una declaración de apoyo, de parte de UPCN, a la teoría de la evolución de Charles Darwin, pero para la mayoría de los estatales que padecemos a esta burocracia, sabemos que es una verdadera declaración de cuáles son los principios que manejan a la conducción de este sindicato de estatales. Adaptación a los gobiernos y traición para los trabajadores.
El gobierno de Macri comenzó el año, hacia los estatales, con un ataque en toda la regla. Miles de despidos que fueron resistidos por los trabajadores y ATE, mientras UPCN miraba para otro lado, pasaba listas negras a las autoridades en otros o simplemente negociaba que no toquen a sus amigos. Así y todo en varios ministerios afiliados a UPCN, no tan cercanos a la burocracia fueron echados de sus trabajos y se sumaron a la pelea por la reincorporación en asambleas y junto a los afiliados de ATE. No todos los trabajadores se quieren adaptar a los cambios.
Claramente la adaptación a “Cambiemos” en boca del Sec. Gral. de UPCN, Andrés Rodríguez, es una señal de acercamiento con el gobierno de Cambiemos para dejar pasar toda la política antiobrera del actual gobierno. Y es de esperar de Andrés Rodríguez, un dirigente sindical que gana $100.000 por mes, dueño de una suntuosa colección de caballos y miembro de la Sociedad Rural Argentina.
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Adaptación a los cambios, claramente la tiene. Supo ser menemista dejando pasar todas las reformas del estado en los 90. En los últimos 12 años, supo ser kirchnerista, apoyado por Cristina Fernández de Kirchner, acrecentó su poder y sus afiliados con la incorporación de militantes de La Cámpora. Alto grado de adaptabilidad tiene “el Centauro”, apodo que supo conquistar Rodríguez por su afición a los caballos. Hoy a pesar de seguir siendo miembro del FPV porteño, se apresta a hacer buenas migas con Mauricio para seguir manteniendo su poder, adaptación al cambio como bien dicen ellos mismos.
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Andrés Rodríguez, desde que asumió Macri, se hizo eco de la campaña de que los estatales son todos ñoquis, que en el estado existe grasa militante y así fue cómplice, como mínimo de los despidos masivos.
Ahora ante la llamada “Mesa de Jerarquización del Empleo Público”, que no es mas que una nueva Tercer Reforma del Estado, UPCN se apresta a adaptarse cual homo sapiens.
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Adaptación al cambio de parte de esta burocracia es abandonar a los trabajadores a su suerte mientras ellos mantienen sus privilegios. Esta nueva reforma del estado, para los trabajadores son jubilaciones compulsivas, retiros voluntarios, nueva ola de despidos masivos para fin de año, más precarización laboral y una achatamiento de la carrera administrativa entre otras medidas.
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Esta adaptabilidad de parte de la directiva de UPCN, no es más que traición a las demandas de los trabajadores.
Este señalador de regalo, es una clara señal a los estatales a que se adapten al cambio, o sea, dejar pasar el plan de Macri, mirando para otro lado o directamente siendo el sindicato que aplique esta reforma del estado como “socio” del ministro de Modernización Andrés Ibarra.
Los estatales ya resistieron el primer embate de Macri a comienzo de año y claramente resistirán esta reforma del estado a pesar de la burocracia adaptable de UPCN. Ya en la provincia de Buenos Aires ATE superó en afiliados a UPCN, ahora tenemos que ir por lo mismo en Capital. Desde La Marrón Clasista, llamamos a la desafiliación masiva de UPCN y construyamos una fuerza para pararle la mano a Macri, impedir los despidos, acabar con la flexibilización laboral y conquistar un salario acorde a la canasta familiar.
En definitiva, construir una organización de lucha clasista, que sea fuerte e inteligente y no adaptable al macrismo y a los gobernadores ajustadores, sean del partido que sean.
