Entrevista. Escuela de Recoleta pide fin a Aula Segura: "No a la criminalización de la demanda estudiantil"

Aula Segura es el mecanismo legal de este gobierno, por el cual, la demanda y participación estudiantil se criminaliza, se reduce a “delincuencia”.

1-. ¿Cuáles demandas de los 11 puntos del paro docente los representa mejor?

Respuesta: Consideramos que los 11 puntos son todas importantes: es imposible no solidarizar con los profesores que pelean por la deuda histórica, o el pago de las menciones de las educadoras de párvulos y profesoras/es diferenciales. Todo trabajador quiere estabilidad y condiciones mínimas que permitan un desempeño adecuado en el área laboral, sin generar agobio o perjuicio en la salud y vida familiar.

La estandarización de la educación se ha utilizado con fines perversos y al servicio del mercado, sin considerar lo que sucede realmente con profesores, estudiantes y sus familias dentro de las escuelas públicas, y en la intimidad de nuestras salas de clases; o la fallida implementación de la NEP, en municipios corruptos que no tienen como prioridad la educación. Sin embargo aun nos aqueja, que no resuene dentro del Colegio de Profesores y como una de las demandas centrales, el “financiamiento de la educación” o un cambio constitucional sobre la concepción de la educación pública chilena, creemos que cuando no se promueve un cambio estructural con énfasis y convicción, vamos aceptando “parches” de mejoras que promueve el gobierno de turno.

Este martes 12 de junio en bloque hacia Valparaíso, para demostrar que estamos por la derogación de Aula Segura, demostrando que también es una demanda para nosotros, y no bajaremos los brazos hasta parar con la represión que están viviendo los estudiantes.

2-. ¿Cómo se relaciona la situación de la educación pública con lo que vive la juventud y los niños actualmente?

R: La juventud, y la infancia, son el resultado de una sociedad que no se ha hecho cargo de las problemáticas presentes en el siglo actual. Cuando se presenta un gran descontento, porque la educación pública no cumple con estándares internacionales ni nacionales, es resultado, de que la prioridad económica y gubernamental no es la educación pública (actualmente municipalizada). Los gobiernos van resolviendo sobre su plano partidistas, asegurando dejar “un sello”, pero hace varios años que no se ha visto una transformación que considere los intereses de los chilenos/as en el ámbito educacional, ni siquiera tenemos claridad qué “tipo de sistema educativo” podemos tener, en una sociedad tan desigual.

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Las últimas movilizaciones docentes de los años 2014 y 2015 han terminado con “mesas de negociación” que desvirtúan las demandas que presentan las bases, en varias ocasiones, hemos quedado disconformes con el resultados, teniendo que asumir el proceso negociación y vuelta al trabajo.

Como profesores, debemos asumir que tenemos responsabilidades en lo sucedido, ya que representamos a sujetos sociales, que debiesen tener una opinión sobre el devenir de la educación chilena, y si nadie nos ha preguntado, es porque también nos han caracterizado como “desprofesionales de la educación”, que siguen las políticas educativas sin mayor cuestionamiento, a pesar de que evidenciemos en nuestro cotidiano y práctica, los malestares de la educación actual.

Actualmente, cuando se menciona la juventud y la infancia en la escuela, desde los medios de comunicación, se habla del "aumento de la violencia" dentro y fuera del aula, dejando como responsable único a “la escuela” y las personas que la componen, sin embargo, los estudiantes que están son el reflejo de la sociedad en que viven, ya que como “adultos” no resolvemos conflictos o convivimos de una forma muy diferente a los que se vive en una escuela.

La desmotivación de parte de los estudiantes se explica por que la escuela actual no satisface sus necesidades ni promueve condiciones que generen bienestar dentro de una comunidad: infraestructuras indignas y con defectos, gran cantidad de horas en un espacio físico reducido, condiciones de hacinamientos dentro de las aulas, profesores sometidos a un fuerte agobio laboral, con grande cargas burocráticas sin sentido, y sin tiempo para planificar y organizar el aprendizaje. Todo esto genera condiciones hostiles, que no promueven una sana convivencia y mucho menos una “Aula Segura”.

3.- ¿Por qué han puesto como una de sus demandas terminar con Aula Segura y cuestionar así las reformas del gobierno en materia de seguridad y juventud?

R: Porque es una “ley” que claramente no resolverá los problemas de violencia en las escuelas, si en algún minuto, de manera ingenua e ignorante los profesores de Chile pensaron o pensamos que el propósito de este invento legal era resguardarlos de actos de violencia y maltrato al interior de los establecimientos, hoy en día, a cinco meses de su aprobación, queda claro que el propósito es otro. “Aula Segura” está lejos de promover aulas y escuelas seguras, en el contexto de construir escuelas dialogantes, democráticas y respetuosas, que son pilares para detener e invalidar cualquier práctica de maltrato hacia otro.

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Por el contrario, Aula Segura ha sido utilizada para someter a menores de edad, exponiéndolos a experiencias de terror, que ningún adulto que manifieste respeto y consideración por la infancia puede permitir o ignorar. Los profesores somos los profesionales que trabajamos con la niñez, sabemos de su fragilidad y de las necesidades de su cuidado íntegro, es ese trabajo bien hecho el que permite el desarrollo de un adulto futuro equilibrado, razonable y sensible.

Aula Segura es el mecanismo legal de este gobierno, por el cual, la demanda y participación estudiantil se criminaliza, se reduce a “delincuencia”. Estamos convencidos, después de escuchar el relato de estudiantes y apoderados, sometidos al descriterio de personas que se dicen expertas en educación (ministra, alcalde de comuna Stgo) que esta ley se instala para someter y perseguir a estudiantes secundarios que con lucidez y valentía instalan las temáticas sociales en la agenda política, esa demanda que en ocasiones el mundo adulto calla por temor. Esta es una ley mentirosa e innecesaria, ya que todos los elementos que dice abordar están tipificados en tres ámbitos normativos ya existentes, si había algo que cambiar o mejorar eran los mecanismos de aplicación o las lógicas de convivencia y sus manuales al interior de las escuelas. Por lo tanto, consideramos que el argumento por el cual justifica el gobierno de Piñera junto a Cubillos la “necesidad” de esta ley es una gran falsedad.

¿Qué entendemos por un Aula Segura? A los docentes, apoderados y a los mismos estudiantes no nos han preguntado; las aulas seguras, las escuelas seguras, no se imponen desde la violencia del Estado, no se instalan desde la represión policial, ni por normativa maliciosa. Las aulas seguras tienen como elemento primordial, la ocupación y formación integral de las personas que en ellas convergen a diario. En un aula segura no puede haber más de 25 estudiantes, en un aula segura están todas las condiciones objetivas y subjetivas para que la experiencia de aprender tenga sentido.

4.- ¿Creen que deberían los organismos de representación como sindicatos de trabajadores de la educación, colegio de profesores, federaciones universitarias, exigir la eliminación de Aula Segura?

R: Claramente es lo que creemos, la Ley de “Aula segura” es un mecanismo que permite y facilita la vulneración de derechos fundamentales, es un mal precedente para un país que dice respetar la infancia y los derechos humanos pero que a su vez mantiene instituciones como el SENAME. La ley de Aula segura, junto a las propuestas de cambios curriculares en historia, artes y educación física, son la representación ideológica de una derecha arcaica y del nulo sentido educativo del gobierno de Piñera. El sentido punitivo y castigador de esta ley, está muy lejano de la escuela democrática e inclusiva que debe promover la educación pública. Por ello, no solo las organizaciones vinculadas a educación deben exigir la eliminación de aula segura, sino todo el mundo democrático organizado, los niños, niñas y adolescentes son responsabilidad de la sociedad completa. Creemos además que permitir la continuidad de esta ley, es dejar el camino abierto para otros mecanismos de control y represión que recuerdan los peores períodos de la dictadura. Por ello es tan relevante que todas las organizaciones vinculadas a educación nos levantemos con fuerza para exigir que esta normativa abusiva sea anulada.

5. ¿Qué panorama ven sobre el paro indefinido que continúa la próxima semana?

R: El panorama que se “visualiza” es de incertidumbre frente a la invisibilización por parte de los diversos medios de prensa existentes en Chile ¿Por qué de sorpresa? Partimos con una movilización a nivel nacional súper acallada, tanto por autoridades de gobierno, como por dirigencias poco cohesionadas, en cuanto a la bajada de información y demás insumos para llevar adelante las diversas acciones por parte de los distintos Comunales (puntualmente hablamos del regional Santiago), que se acuerdan en asambleas Regionales y Nacionales.

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Esta movilización, se ha ido tornando cada día más fuerte, y adquiriendo carácter entre lo contingente y las luchas que llevan algunos movimientos sociales. Cuando fuimos evidenciando nuestra fuerza en las calles, miles de docentes de regiones y de distintas comunas, convergen en Santiago en una de las marchas más multitudinarias de las últimas movilizaciones en Santiago. Esto demuestra lo convencidos que estamos, en cuanto a la lucha que se debe dar, al Gobierno de Turno. Esta lucha no es por un peso más o un peso menos, es por demandas que mejoraran nuestras condiciones laborales, y por demostrar que los estudiantes no están “sólos” y que lo que piden es totalmente justo (propuestas que no aparecen en los medios, y que nos han explicitados estudiantes del Instituto Nacional, que se ha visto fuertemente afectados por la ley Aula Segura).

Como comuna, ya nos estamos organizando para marchar este martes 12 de junio en bloque hacia Valparaíso, para demostrar con fuerza que el profesorado está presente en la lucha y asumiendo que la derogación del proyecto de “Ley Aula Segura”, también es una demanda para nosotros, y no bajaremos los brazos hasta parar con la represión que están viviendo los estudiantes.