La desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa coincidió con la lucha estudiantil en el Instituto Politécnico Nacional contra la Reforma a la Ley Orgánica del IPN. En esos días, mientras los estudiantes se organizaban, Osorio Chong, Peña Nieto y todo el Estado mexicano preparaban su "verdad histórica".
Jueves 26 de septiembre de 2019
La mañana del 27 de septiembre de 2014 una masiva movilización de estudiantes politécnicos tocó las puertas de la Secretaría de Gobernación, exigían el alto de la Reforma a Ley Orgánica del Instituto Politécnico Nacional.
Éramos miles: varios estudiantes de otras universidades solidarizándose - yo aún no había ingresado al IPN- y estábamos ahí los militantes de la Agrupación Juvenil Anticapitalista - teníamos otro nombre es aquellos días.
Con sorpresa vimos como la imponente movilización había obligado a Osorio Chong a salir a ponerse en el templete al escarnio de tan masiva demostración de fuerza.
Fue en ese momento donde apenas un puñado de militantes de la AJA decimos hacer una manta improvisada: “¿Dónde están los normalistas de Iguala?" decía, aunque la habíamos hecho de manera precaria.
Para ese momento no se sabía cuántos estaban desaparecidos, un número incierto y que sabíamos por lo medios, superaba los 50. Mientras que estaban confirmadas 3 ejecuciones a manos de la Policía Federal y Municipal, así como el ejército.
Desde la frialdad de la política burguesa, Chong volteo a vernos y con micrófono en mano nos contestó con todo el cinismo: "Ya los estamos buscando".
Nunca voy a olvidar la rabia que me provocó aquella respuesta, el odio de clase que imprimió en mi, y mucho menos olvidaré lo que ese día quedó muy claro, para qué está hecha la institución militar.
Han pasado 5 años, pero aunque hay un nuevo gobierno, ahora nos quieren hacer creer que por eso el ejército ahora es amigo de los sectores populares y de los trabajadores. Nada más falso, Ayotzinapa fue producto directo de la militarización del país y la Guardia Nacional es continuidad directa de la militarización.