Como en todos los trabajos con salarios bajos, la mayoría de las personas que trabajamos en el Call Center somos mujeres. La gran mayoría somos madres, jóvenes o estudiantes.
Martes 29 de septiembre de 2020
También, como en todos los centros laborales, la mayoría de los jefes son hombres.
Sumado a esto, de nuestros salarios que no rebasan los 4 mil pesos, mantenemos una, dos o hasta tres hijxs.
La pandemia agudizó la carencia económica en la que vivimos, pues nos rebajaron los salarios, aumentaron al doble las metas para los bonos y la crisis hace que nos alcance para menos.
Sin embargo, somos la fuerza que mantiene funcionando los servicios, utilizan nuestras voces amables y nos obligan a contestar de manera amable a clientes que molestos se comunican por los pésimos servicios que bancos y telefónicas ofrecen, mientras se llenan los bolsillos vendiendo productos de mala calidad y pagándonos salarios de miseria.
Pero esto no tiene porqué seguir así, podemos cambiarlo todo. Sí somos la sangre que da vida a los sitios de operaciones también podemos poner un alto a los abusos patronales.
También debido a que con la pandemia, no sólo trabajamos y nos ocupamos de la casa, si tenemos hijxs tenemos que acompañarles en sus clases a distancia y si nosotras también estudiamos, la carga es cuádruple, básicamente imposible, lo que nos obliga a dejar nuestras carreras
Cuando no había pandemia la cosa no era más amable, si nuestrxs hijxs se enferman no hay permiso para faltar, mucho menos para llevarles al médico, en el mejor de los casos tenemos que pagar el día trabajando horas extras, perdiendo 3 tardes con nuestras familias,
Es por ello que todos los centros de trabajo del Call Center deben tener guarderías gratuitas, financiadas por las empresas y controladas por sus trabajadoras, con todas la medidas de seguridad y óptimas condiciones para el desarrollo de lxs niñxs.
Pero este no es el único problema que enfrentamos, en nuestros centros de trabajo es común el acoso sexual y laboral por parte de jefes y supervisores, que por el simple hecho de tener puestos de mayor jerarquía, creen que pueden disponer de nostras como si fuesemos mercancía, chantajeandonos con los bonos o nuestros puestos laborales
Pero para acabar con esto, poder hacer frente a esta situación y conquistar todos nuestros derechos, no basta con comentarlo entre nosotras y nuestros compañeros de trabajo, es necesario decir ¡BASTA!, organizándonos para conseguir un aumento salarial de emergencia que cubra el precio de la canasta básica, exigir que se prohíban los despidos durante la pandemia y sobre todo, tener control de una Comisión de Seguridad e Higiene, controlada por nosotras, que decida, gestione y ponga en pie todas la medidas que sean necesarias para salvaguardar nuestra integridad y al de nuestras familias.
Solo entre nosotras, las mujeres que hemos protagonizado impresionantes movilizaciones en los últimos años, y nuestros compañeros podemos poner alto al abuso en contra nuestra, dignificando nuestro trabajo, exigiendo ser tratadas como seres humanos y no como trabajadoras de segunda. Por eso, también en esta nota te proponemos crear comités de trabajadoras que sean parte del Movimiento Nacional contra la Precarización Laboral y los Despidos, organizándonos con trabajadoras y trabajadores de otros sectores, para potenciar sus luchas y las nuestras.