La medida que busca adoptar el actual director del SII, Fernando Barraza, ha sido bastante polémica a nivel mediático. Por su parte, el gobierno a través de sus ministros ha respaldado la determinación aludiendo que no se debe mezclar la política y la recaudación.
E.E. Vergara Valparaíso, Chile
Viernes 28 de abril de 2017
FOTO: La Tercera
Color de hormiga viene tomando la compleja situación que afecta a la política chilena, donde hoy la decisión de no presentar querellas en contra de las empresas involucradas en el financiamiento ilegal de la política por parte del Servicio de Impuestos Internos (SII) ha generado un gran revuelo mediático.
Luego de que el director del organismo fiscalizador Fernando Barraza tomara aquella polémica determinación, una serie de actores han salido a escena a cuestionar abiertamente la medida. Sin embargo, el gobierno –como es de esperar- no ve con malas intenciones el procedimiento que se está llevando a cabo. Así lo mostró el ministro de hacienda Rodrigo Valdés, quien le dio un espaldarazo a Barraza señalando como correcta la forma en que ha respondido el SII, y expresando que dicho ente no debiera intervenir en otra tarea que no sea la de recaudar.
"Tenemos un SII que por décadas ha construido una impronta hacia la ciudadanía que es muy importante, es de las partes del Estado que mejor funciona y creo que contagiarse con temas de corto plazo que tienen atrás aristas que no son la recaudación, que es lo central para el SII, es un error. El director Barraza cuenta con todo el apoyo del Gobierno", señaló Valdés según Cooperativa.
Sin embargo, ante la abusiva medida, se han hecho pronunciamientos desde distintos sectores políticos y judiciales. Uno de aquellas voces que se han manifestado, es la ex jefa de la Oficina de Ligitación Penal del Servicio de Impuestos Internos, Marisa Navarrete, quien señaló lo lamentable y perjudicial de la medida. "Hay aquí, evidentemente, una intención de proteger el origen del financiamiento a la política, y eso nadie lo puede discutir. Los delitos son graves y el servicio ha traicionado incluso los propios argumentos que tuvo para querellarse”, aseguró Navarrete, consigna El Mostrador.
En el caso del mundo sindical, la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) ha señalado que buscará la renuncia del director del SII Fernando Barraza frente a la gravedad de la situación. Así lo expresó la presidenta nacional del gremio: “si en esa perspectiva es necesario solicitar la renuncia del director del SII lo vamos a hacer (…) Nos parece que los actos de corrupción que hemos vivido en Chile ameritan una investigación profunda y que todos los servicios involucrados puedan prestar apoyo a la investigación y no obstaculizarla”, expresó Zúñiga.
Un espaldarazo entre el SII, los políticos corruptos y los empresarios
No es casual la clara intención del director del SII Fernando Barraza, por ponerle fin a las investigaciones por casos de corrupción, como tampoco es casual el apoyo del gobierno y sus ministros a tales medidas, aludiendo a que hay organismos e instituciones que no deben inmiscuirse en lo “político”. Es la manera que tiene el régimen y sus partidos de evadir la gran crisis de legitimidad que persiste hasta el día de hoy, donde semana tras semana conocemos nuevos casos de corrupción.
Corpesca, Penta, SQM, son solo la punta del iceberg del gran entramado de decadencia política y empresarial que expresan tales casos. La herencia pinochetista por medio de sus leyes ha sabido salvaguardar los grandes privilegios de la casta política y sus instituciones, como Carabineros y FF.AA, que hoy se ven trastocadas por el seguimiento de la población y la opinión pública. Estando cansados de ver como un puñado de empresarios coludidos se roban millones, terminando en la más completa impunidad, mientras ellos y ellas, el pueblo trabajador, es criminalizado por manifestarse y luchar por sus derechos.
Es así como se vuelve necesario colocar todo ese malestar e indignación en las calles, y salir con fuerza a manifestarse y luchar por derechos históricos que arrebató la dictadura junto con sus leyes, administradas por más de 25 años de concertacionismo, hoy llamado Nueva Mayoría. Sacar a los corruptos, los empresarios y sus partidos, y derribar toda la herencia de Pinochet.