La Matanza. Espinoza en la encrucijada y los desafíos de la izquierda

El viernes 31 y el sábado 1ero de Noviembre se realizó en San Nicolás una reunión de dirigentes del PJ, donde compartieron palco Espinoza y Scioli, quién aduló al intendente públicamente. El domingo, la falta de obras en la zona dejó al descubierto la verdadera política “nacional y popular” de ambos en la provincia y el distrito, y las aguas abrieron las puertas a nuevos movimientos políticos en el PJ local.

La Matanza es el distrito donde Espinoza supo obtener hace dos años 310.000 votos, en una de las peores elecciones del kirchnerismo en la provincia. Al día siguiente, varios punteros de sus filas se pasaron al massismo, como un sector importante de MILES, que responde a D’Elia. De allí en más el interrogante es si Espinoza recuperó o no parte de su base social y política, con cuánto se queda el Frente Renovador, y qué porción de lo que se le cae por izquierda va hacia el FIT.

Las inundaciones abrieron una crisis social importante en La Matanza. Las localidades más populosas, como Laferrere, pero también González Catán y Virrey del Pino, fueron las más afectadas. Espinoza fue repudiado en Laferrere, y uno de sus funcionarios locales pasó por la misma incómoda situación. Las asambleas de vecinos autoconvocados responsabilizan a las distintas expresiones del PJ, porque esta crisis social no es nueva, sino que es responsabilidad de quienes gobernaron por décadas la provincia y el municipio, hoy estén en el campo del oficialismo o la oposición. Esos mismos vecinos, que no tenían relación previa con la izquierda, colaboraron con información y denuncias para las presentaciones hechas por Christian Castillo (PTS/FIT) en la legislatura bonaerense, que interpeló a los funcionarios responsables.

Enmarcado en los límites de la situación política más general, la crisis social abierta en La Matanza, hace que el poder territorial del PJ “se doble, pero no se rompe”. Los punteros que responden a Espinoza utilizaron todos sus mecanismos de contención y coerción para evitar una crisis política más generalizada.

A su vez, en esta misma semana, donde La Cámpora le guiñó el ojo a Scioli, Espinoza se fue distanciando del gobernador. Tampoco asistió a la cita hecha por Scioli en la Casa de Gobierno, en una reunión de crisis que realizaron producto de las inundaciones que afectaron a cuantiosas localidades. Y, en cambio, el jueves Espinoza asistió, en San Telmo, a un acto de campaña de Urribarri 2015, donde también estaban Tomada y Viviani. Como si fuese poco, antes de acercarse a la Capital, participó con Jorge Macri (PRO), de una jornada para debatir sobre el transporte público, y destacó que se puede trabajar conjuntamente.

Estos días, entre varias especulaciones, lo que quedó claro es que las PASO primero pasan por el filtro de Cristina. Y en esa encrucijada cae el zigzagueante Espinoza, que como un péndulo, va de Scioli a Urribarri, mientras está en duda cuánto le suma hoy por hoy a los precandidatos presidenciales del Frente para la Victoria. Entre tantos movimientos, los medios locales, especulan con que estos días habría novedades con respecto a un supuesto acercamiento entre Gdansky (UOM) y el intendente actual, quiénes venían distanciados por sus propias aspiraciones.

La relación con el movimiento obrero, es una preocupación de ciertos sectores del kirchnerismo, y los dirigentes sindicales no estarían dispuestos a que les cierren nuevamente las puertas (y las listas). Marcelo Davila, tesorero de la CGT La Matanza, declaró esta semana que hay reuniones para avanzar en la unidad de las CGTs a nivel nacional, y aceptó que los sindicatos transportistas quieren saber qué proyecto de país tienen los presidenciables, por lo que próximamente se reunirán con Scioli, Massa e inclusive Macri, para evaluar a quién van a apoyar en el 2015.

En La Matanza, la precandidatura de Gdasky a intendente, expresa (aunque de forma semidistorsionada) la recomposición social del movimiento obrero en la zona. Y junto con este fenómeno, se da la recomposición política embrionaria de la izquierda en ese mismo movimiento obrero.

Expresión de esto, es la reciente elección en CGR (UOM), una autopartista ubicada en el Km. 40 de la Ruta 3 (a 3 Km. de la Mercedes Benz) donde, a pesar de que la burocracia de la UOM intentó desprestigiar a los nuevos delegados diciéndoles que eran amigos de Kraft, Donnelley, Lear y Jabón Federal, le ganaron la comisión interna a los gdanskeristas por una diferencia de 100 votos. Otro ejemplo lo representan los obreros de la contratista Most S.A. (que trabaja para Edenor) que naturalmente se ligaron a la izquierda (a pesar del rol de la CTA local de orientación michelista) y tienen gran interés por conocer de cerca la experiencia de los trabajadores de Lear. Podríamos tomar como ejemplo también, a los jóvenes trabajadores de la Villa Palito, que están organizando dos equipos de fútbol del barrio para participar del próximo torneo que organizan los trabajadores de Donnelley. Esta tendencia ya la habían expresado hace algunos meses, las trabajadoras de limpieza del Sanatorio San Justo, de la Obra Social de Camioneros, que fueron despedidas por organizarse en su lugar de trabajo, y también se referencia en la izquierda con quien hicieron una experiencia común.

A su vez, en medio de la catástrofe social de esta semana, se expresó una alternativa independiente, que tiene potencial como para transformarse en tendencia a desarrollarse en un futuro. Fue el caso de los docentes del Suteba La Matanza, dirigido por la izquierda, que organizaron la solidaridad y la asistencia a evacuados, enfrentando en las escuelas la discrecionalidad de los punteros del PJ. Y lo hicieron dejando en claro quiénes son para ellos los responsables políticos de semejante catástrofe, y acompañando la iniciativa, como en otros casos, del diputado del PTS/FIT, Christian Castillo, en la legislatura bonaerense. La semana próxima realizarán una movilización, en el marco del paro docente, junto a otros sectores de trabajadores y vecinos de la zona exigiendo las obras y el presupuesto necesario que necesitan los habitantes de La Matanza.

Hace un año la izquierda y los sectores combativos de la docencia recuperaron el Suteba La Matanza. Ante esta crisis social, esa posición conquistada, mostró su potencialidad, ya que expresa un poder territorial, de los propios trabajadores, que de desarrollarse empalmando con una situación de mayor radicalización, puede junto a otros sectores de trabajadores de la industria y los servicios, viralizarse como alternativa independiente a la política estatal y propatronal del PJ.

Estas manifestaciones y expresiones políticas entre los docentes, se suman al amplio repudio por parte de los trabajadores de la educación, a la represión a los trabajadores de Lear, que tuvo consecuencias sobre la Secretaria de DD.HH, Nathalia Gonzalez Seligra, quien tuvo que ser hospitalizada por el accionar de la Gendarmería. En la docencia, pero fuertemente en la juventud, de la UNLaM, terciarios y secundarios, también se condenó ampliamente el rol de la policía en el asesinato de Luciano Arruga, y se apuntó a los responsables políticos de este crimen.

Pero más allá de la influencia directa de la izquierda, esta semana fue la misma en la que los vecinos pobres de La Matanza realizaron varios cortes de ruta y de vías del Belgrano Sur, distintos días y en distintas localidades, reclamando al municipio por las consecuencias de la catástrofe social que vivieron.

El Frente Renovador de Massa, ni lento ni perezoso, quiere aprovechar la crisis de Espinoza, con un candidato poco “matancero”. Un productor agropecuario y presidente de la cámara de empresas exportadoras, como Miguel Saredi.

El desafío de la izquierda, es aprovechar sus posiciones conquistadas, entre las que se incluye el propio FIT, para confluir con los nuevos sectores de trabajadores y populares emergentes, en el bastión del PJ, y ser uno de los factores que se prepare para ser quien haga que éste se doble, y que se rompa.