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Red Internacional
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Europa. Estado Español: gana la derecha para el parlamento europeo pero sin tener los resultados esperados

Gana la derecha con una diferencia, con respecto al PSOE, menor a la esperada. Irrumpe la nueva fuerza de extrema derecha de Alvise (Luis Pérez Fernández), que obtuvo la misma cantidad de bancas que SUMAR (el agrupamiento de izquierda reformista, miembro de la coalición gobernante).

Domingo 9 de junio 22:34

Los resultados de las elecciones europeas están marcados por el preocupante ascenso de la extrema derecha. La victoria de Le Pen en Francia con el 31.5% de los votos ha precipitado el adelanto de elecciones legislativas a julio por parte de Macron. Alternativa por Alemania (AFD por su siglas en alemán. NdE.), de derecha, confirma su segunda posición con un 16% de los votos. En Italia, Meloni queda en primera posición, sin terminar la totalidad del escrutinio, estaría obteniendo un 28% aproximadamente de los votos. La extrema derecha también gana en Austria y mejora sus resultados en Países Bajos.

En el Estado español esta corriente reaccionaria también ha tenido su expresión. Los resultados de PSOE y Partido Popular (PP) no se separan mucho de lo obtenido en las elecciones generales de hace menos de un año. El PSOE pasa del 31,68% al 30,18% y el PP, conserva la primera posición, pasando del 33,06% al 34,18%. El estrecho margen rebaja las expectativas planteadas por la oposición de derecha para convertir las europeas en una suerte de plebiscito y exigir el adelanto electoral.

En el campo de la extrema derecha, la suma de Vox y la formación de Alvise -“Se Acabó la Fiesta”-, llegan al 14,2%. Los de Abascal terminan la noche preocupados. Si bien pasan del 6,21% de 2019 al 9,62%, este resultado supone un retroceso respecto al 12,38% de las generales de 2023. Alvise les roba esos puntos y algo más, llegando al 4,58%.

En el campo de la izquierda reformista Sumar y Podemos llegan juntos a un 7,92%. Un resultado muy similar al 10,07% de 2019 pero por debajo del 12,33% de las generales de hace un año. Estas europeas se habían planteado como una suerte de primarias entre ambas formaciones después de la ruptura de Podemos con la coalición hegemonizada por Yolanda Díaz. El resultado es que Podemos se llevaría un 3,27% (con dos diputadas) frente al 4,65% de Sumar. Una posición que el agrupamiento de Irene Montero- Podemos- querrá utilizar para tratar de recomponerse y evaluar posibles nuevas alianzas con otros sectores reformistas descontentos con la dirigencia de Díaz.

La coalición "Ahora Repúblicas", formada por Esquerra Republicana de Catalunya, Bloque Nacionalista Gallego (BNG) y EH-Bildur (Euskal Herria Bildu -Federación de partidos independentistas), pasa del 5,58% al 4,92%, manteniendo tres de sus diputados. La Coalición liderada por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y otras fuerzas de la derecha regionalista pasa del 2,82% al 1,61% y mantiene su diputado. El mayor desplome lo sufre Junts (Juntos por Catalunya, partido nacionalista vasco de centro derecha), que pasaría del 4,54% al 2,55% y mantiene solo uno de los tres diputados obtenidos en 2019 con Puigdemont a la cabeza.

Si bien los resultados europeos no parece que vayan a generar el terremoto esperado por la derecha, el gobierno de coalición no queda tampoco en una posición demasiado estable. Además de la inestabilidad que quedará instalada en Europa, otro elementos domésticos prometen semanas de volatilidad.

El principal problema serán las negociaciones para conformar el próximo gobierno catalán. La victoria el 7 de mayo del PSC (Partido Socialista de Catalunya) necesita del voto a favor de los Comunes y ERC (Esquerra Republicana Catalunya), algo hasta el momento para nada confirmado. Pero aún lográndolo, la posición que adopte Junts en un momento en que la debacle electoral lo va dejando cada vez más como un partido sin acceso al poder, puede llevar a una crisis terminal de la coalición parlamentaria que sostiene al Ejecutivo.

Estos resultados no dicen nada bueno para la clase trabajadora y los sectores populares. Las fuerzas ganadoras son partidarias de seguir aplicando una agenda en favor de las grandes empresas y animar las tendencias al guerrerismo. Ni el progresismo en el gobierno y sus socios parlamentarios, ni la derecha y la extrema derecha que se plantean como alternativa, son una salida para las grandes mayorías.

En este marco la Corriente Revolucionaria de Trabajadoras y Trabajadores (CRT) presentábamos por primera vez una lista conformada por jóvenes y trabajadores para plantear una salida anticapitalista y socialista, que se plante frente al auge de la extrema derecha y el “progresismo” y sus socios que le están abriendo el camino. Los 5.572 votos obtenidos, con una campaña militante, son una base de apoyo para construir una izquierda revolucionaria que ponga el eje en el desarrollo de la movilización y la autoorganización.