A la derecha y al fondo, ahí parece haber encontrado el gobierno de Pedro Sánchez la solución para Catalunya. Frente a esta nueva ofensiva el gobierno Torra solo conoce el camino del retroceso y manda una advertencia a los CDRs para este 21D.
Ivan Vela @Ivan_Borvba
Jueves 13 de diciembre de 2018
Que la irrupción de Vox en las elecciones andaluzas iba a causar un terremoto en el panorama político y social del Estado español, era algo que cualquier podía prever. Quedaba por ver, y no es algo ya definido, la profundidad de este sísmo. Bien, pues el PSOE, Podemos y otros actores “progres” del Régimen, nos van aportando algunos datos.
Más información: Sánchez abraza la agenda de Vox y amenaza con un nuevo 155 en Catalunya
Más información: Sánchez abraza la agenda de Vox y amenaza con un nuevo 155 en Catalunya
En la sesión de control al gobierno Pedro Sánchez ha seguido profundizando su discurso a la derecha en la cuestión catalana. El líder del ejecutivo ha incidido en dos aspectos, obviamente relacionados.
En primer lugar a vuelto a hacer referencia a la inacción, según su valoración, de los Mossos el pasado fin de semana, cuando los CDRs mantuvieron un corte en la AP7 durante 15h y posteriormente realizaron aperturas de las barreras en peajes. Para Moncloa hubo una clara “omisión de funciones”, al no dar la orden a los Mossos del desalojo de los manifestantes. En este sentido Sánchez ha afirmado que enviará policía del resto del Estado a Catalunya si “es necesario” para garantizar la seguridad y el orden público.
En segundo lugar ha vuelto a dejar patente desde el estrado la posibilidad de volver a poner en marcha el artículo 155, bien en su totalidad, como ya hiciera el gobierno de Rajoy, o parcialmente, si finalmente “solo” se centra en el control del cuerpo policial de los Mossos d’Esquadra.
Más allá de un uso total, parcial o al cuadrado del artículo 155 por parte del ejecutivo, lo que queda claro es que no hay ningún diálogo con las aspiraciones democráticas del pueblo catalán. Persecución, criminalización, exilio y privación de libertades, son la receta del gobierno “progresista” de Pedro Sánchez. Busquen las 7 diferencias con el gobierno de Rajoy y no las encontrarán.
Ya le gustaría a Sánchez poder seguir mostrando su cara hipócrita con la cuestión catalana. Crear para ERC y PDeCat un recodo donde estos pudieran esconder sus vergüenzas frente a los millones que siguen confiando y peleando por alcanzar la independencia y facilitar así su apoyo a la política económica del Gobierno. Pero la cuestión catalana es brasa para la derecha y la extrema derecha, y el ejecutivo, lejos de oponerse, asume esa “vía” para ser su ejecutor.
Menos la convocatoria a elecciones anticipadas y una imposición inmediata del 155 en Catalunya, Sánchez compra cada una de las exigencias que sus compañeros del “bloque constitucionalista” le gritan desde el hemiciclo o desde los medios.
Podemos no sabe dónde mirar
La apuesta de Podemos hacia el PSOE como compañero de viaje viene de lejos, desde que no hubo sorpasso, y desde que electoralmente la formación morada no suma resultados halagüeños. Del sorpasso a querer imponer ministros, a apoyar una moción de censura sin condiciones a ser consejeros del ejecutivo.
En ese rol está Podemos, que cegado por la aprobación de los presupuestos que eviten otra contienda electoral, traga con toda la derechización del PSOE. Ni una sola alusión a las amenazas del 155, ni una sola alusión sobre la propuesta de enviar 400 policías y Guardias Civiles del resto del Estado el próximo 21D para militarizar Barcelona, nada que decir de la criminalización de los CDRs. Nada. La política de sillones queda muy lejos de la calle, la cual, normalmente, les molesta.
Si la propuesta de Podemos frente al terremoto de Vox es un frente democrático con aquel que apuesta por el 155 para la cuestión catalana, la formación morada no ha quedado para nada más que para ser muleta del PSOE.
Torra frena a los CDRs
Quienes vuelven a retroceder frente a esta nueva ofensiva del gobierno central es el govern de Torra. Ante las amenazas de Moncloa vertidas hoy desde el Congreso y las cartas recibidas desde tres Ministerios, el President ha alertado a los CDRs que “los cordones policiales no se pueden traspasar”.
Ante el cuestionamiento del diputado de la CUP, Carles Riera, por la represión de los Mossos en las manifestaciones antifascistas de hace unos días, Torra ha sorteado la acusación a los Mossos con un “se estudiarán las acciones que no cumplan los protocolos”, pero ha sido mucho más amenazante hacia los manifestantes asegurando que “hubo imágenes que no nos gustaron”.
Vox y Catalunya
Los dirección independentista y sus aliados, léase PSOE y Podemos, buscan esconder su giro represivo en Catalunya, bien por acción bien por omisión, con la excusa que es una fuente de crecimiento de la extrema derecha. Nada dicen de la represión del 1Oct, de la comparecencia de Felipe VI el 3Oct, del 155 del pasado año, del “a por ellos”, como si estos aspectos no fueron motor del crecimiento de la extrema derecha.
Más información: El 155, la vía eslovena y la Monarquía
Más información: El 155, la vía eslovena y la Monarquía
No hay “vía eslovena”, ni “vía PSOE” ni “vía Vox” para que haya una salida progresiva a la cuestión catalana. La única vía posible, que enfrenta sin caretas a la extrema derecha, la derechización de PSOE y Podemos y la inoperancia de la actual dirección independentista, es volver a poner en marcha un movimiento en las calles, en los centros de estudio y en los centros de trabajo.
Pero no solo en Catalunya, sino también junto a la clase trabajadora y sectores populares de todos los pueblos del Estado español. Quién impide y reprime el derecho democrático catalán es el mismo que aplica políticas austericidas, que engrosa sus bolsillos con corrupción, que desahucia, que legisla para los bancos y empresas mientras millones son condenados al paro.
Esa perspectiva de unidad en la lucha contra el Régimen del 78 es la que se tiene que forjar, y la única que puede poner en marcha las fuerzas sociales capaces de pelear consecuentemente por el derecho democrático catalán y por acabar con este Régimen carcelero de pueblos y las instituciones que lo cimientan como la corona.