Este martes 8 de agosto sesionará el Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) para validar la elección del pasado 4 de junio a gobernador.
Lunes 7 de agosto de 2017
Como gobernador constitucional del Estado de México, el periodo de Del Mazo comprendería del 16 de septiembre de 2017 al 15 de septiembre de 2023.
Los preparativos
Señalada como un proceso plagado de irregularidades y compra de votos por parte del PRI, la elección a gobernador en el Estado de México tiene 129 impugnaciones pendientes, interpuestas por los partidos de la oposición.
De la petición de anular 6 mil 96 casillas (de un total de 18 mil 605), en su última sesión el IEEM resolvió anular 81.
El plazo máximo para el cómputo final de votos concluye oficialmente el 16 de agosto, por lo que se esperaba que la sesión del IEEM para la validación de la elección se realizaría el 15. Sin embargo, la semana pasada el órgano electoral dio a conocer a los partidos que la sesión se realizará este martes 8.
De esta manera, las autoridades electorales garantizarán la permanencia del PRI en el gobierno del Edomex, dándole el triunfo a Alfredo del Mazo, primo de Peña Nieto y miembro del Grupo Atlacomulco.
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Defina Gómez busca impedir la sesión
La ex candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez, llamó a la ciudadanía mexiquense a manifestarse pacíficamente este martes a las 9 de la mañana en las instalaciones del IEEM, en Toluca, con el objetivo de impedir la sesión que declararía como ganador a Alfredo del Mazo, señalando que se pretende realizarla sin siquiera esperar las resoluciones de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
El 4 de junio, millones de trabajadores, mujeres y jóvenes expresaron su hartazgo con la inseguridad, los feminicidios, la represión, la miseria imperante, los bajos salarios, la precarización laboral y en consecuencia su rechazo al PRI, votando al Morena como alternativa al partido de Eruviel Ávila.
Desde que se conocieron los resultados de la elección y comenzaron a circular en redes las muestras del fraude perpetrado por el PRI, los simpatizantes del Morena comenzaron a expresar sus deseos de defender la voluntad popular -que apuntaba a un triunfo de Delfina Gómez- en las calles.
Sin embargo, desde entonces el partido de López Obrador se mostró extremadamente moderado, renunciando a defender el voto de la ciudadanía mediante la movilización masiva.
Recién el 24 de julio, Delfina Gómez encabezó una marcha de 400 personas hacia el Palacio Legislativo de San Lázaro con la demanda de “que se limpie la elección”, iniciando así una agenda de movilizaciones por distintos puntos de la Ciudad de México y el Edomex… ¡casi dos meses después de las elecciones!
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Esto no significa, sin embargo, un cambio en la estrategia del Morena, que se mantiene en la confianza hacia los mismos responsables y cómplices del fraude, como lo expresó recientemente Delfina en su llamado hacia las autoridades electorales para dar certeza al resultado electoral, en el que manifestó que “millones de mexiquenses todavía queremos creer en las instituciones”.
Esta política del Morena es insuficiente para hacer frente a la maquinaria del PRI, urgido de retener su bastión histórico en un contexto de profunda crisis del partido, bajísima popularidad de Peña Nieto y escándalos por corrupción de sus gobernadores. Por el contrario, la falta de una política consecuente para luchar frontalmente contra las instituciones, por demás corruptas, le da oxígeno al tricolor para preparar un nuevo fraude en el 2018.
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Sólo la más amplia movilización en las calles encabezada por las organizaciones de trabajadores, sin ninguna confianza en las instituciones del régimen, puede hacerle frente a la imposición del PRI y sus planes de hambre y miseria contra las grandes mayorías.