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Red Internacional
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ELECCIONES ANTICIPADAS. Estado español: la derecha en campaña, cada vez más dura contra Cataluña

De cara a las elecciones del próximo 28 de abril, todos los partidos hablan de Cataluña para ganar votos. Pero las “soluciones” son más represión o tratar de volver al estatus anterior.

Martes 9 de abril de 2019 00:06

Desde el PSOE, pasando por Unidas Podemos y los partidos de derechas y extrema derecha niegan el derecho a la autodeterminación del pueblo catalán, con diferentes fundamentos legales y vías represivas del Régimen centralista español.

El "No es No" de Pedro Sánchez

El Presidente del Gobierno central, el "socialista" Pedro Sánchez se ha despachado con un “No es no a un referendo de autodeterminación”. Hurtando una de las consignas coreadas contra la violencia de género y la Manada, Sánchez demuestra que su “solución” hacia Catalunya es negar un derecho democrático básico pedido por el 80% de los catalanes: poder realizar un referéndum de autodeterminación y que todo siga como si nada ha pasado.

El líder de “la rosa” (símbolo del PSOE) ha sido contundente: “Si hay un gobierno socialista no habrá independencia en Catalunya, no habrá referéndum por la independencia y no se va a quebrar la constitución”. Sánchez dijo en un mitin en Zaragoza que la independencia “no se va a producir porque la Constitución española no lo regla, no lo reconoce”. El derecho de autodeterminación tiene más de 200 años y la Constitución apenas supera los 40.

Sin embargo, lo que más va a impactar es su pobre conocimiento de la situación catalana. El Presidente dijo que “no se va producir sobre todo y fundamentalmente porque los propios catalanes no quieren la independencia”. Sin embargo, las encuestas daban que un 48% quiere la independencia, mientras el 41% opina que la unidad es la mejor opción. Pero, como la “Constitución no lo regla”…

El PSOE sigue la misma estela. Ya sea el ala de Susana Díaz, la vieja guardia o los barones territoriales. Los “social liberales” han apoyado activamente la aplicación del 155 en Cataluña y han alimentado las manifestaciones en las calles de la derecha. Los fiscales y la abogacía del estado, dependiente del Gobierno, sostienen que los líderes catalanes han protagonizado un delito de sedición.

El "trifachito": más represión y centralización

La derecha y ultra derecha organizadas en el Partido Popular, Ciudadanos y Vox sacan a relucir lo peor de sí. El sector más derechoso del trifachito es el resurgido Vox. Su líder, Santiago Abascal presentó su propuesta “estrella” para solucionar los problemas territoriales del Estado: realizar un referéndum de recentralización. Abascal se demuestra así como el mejor alumno del ex presidente José María Aznar (PP) que trató de reiniciar una recentralización desde el poder en su última legislatura cuando tenía mayoría propia.

A toda la derecha, especialmente a Vox les da igual que haya más de 2,5 millones de catalanes, un 48% según las encuestas, que pidan la independencia. Para ellos la visión que tienen del Estado español es la correcta y punto. Obviamente que las libertades democráticas para esta gentuza son como mucho una herramienta para promover su dominio político y enriquecer a las elites políticas y del Ibex 35.

Pablo Casado lleva meses pidiendo un 155 permanente para Cataluña. Algo similar a la recentralización aunque aplicada de manera selectiva y sin referéndum. El líder del PP, líder en masters de dudosa realización, también busca una España de rodillo, dejando de lado la realidad plurinacional que se expresa en la península. Aunque no lo diga en voz alta, es claro partidario de la consigna franquista: “España, una, grande y libre”.

El jefe de Ciudadanos más de lo mismo. Rivera ha dicho "Si soy presidente, aplicaré, si hace falta, el 155 y pediré al Senado que lo apoye". Y, no duda que en el Senado habrá mayoría derechista suficiente para aplicar el garrote en el Principado. Sin embargo, más del 40% de los votantes de Cs y PP estarían de acuerdo en votar en un referéndum de autodeterminación. Lo cual demuestran que sus discursos también son engaños para gobernar a favor de los empresarios capitalistas (cualquier similitud con el PSOE no es coincidencia).

Y, para evitar “adoctrinamientos” Casado y Rivera babean rabia por poder hacerse con TV3 y toda la Corporación de medios. Y, como si fuera poco, se lanzan contra la educación catalana, sus maestros y la inmersión lingüística. En realidad, se proponen adoctrinar y españolizar la población vernácula. Rivera propone una asignatura especial sobre la Constitución, como si no se viera en los Institutos la carta fundacional del 78. Y, por supuesto, juntando firmas para acabar con el catalán en las escuelas.

Unidas Podemos, un referéndum pactado, pero ¿con quién?

Pablo Iglesias y los dirigentes de Unidas Podemos han defendido discursivamente la realización de un referéndum pactado. Expresión que más bien parece un oxímoron. Pero que sobre todo es una expresión que no suele llegar a las calles. Se queda en el Congreso, los medios públicos o mítines. O en los capítulos programáticos para las elecciones. Los Comunes de Ada Colau son un calco pero en catalán.

De hecho, el programa electoral para las generales plantea que “Reconoceremos constitucionalmente la naturaleza plurinacional de España, como también aseguraremos el derecho de los gobiernos autonómicos a celebrar consultas a la ciudadanía sobre el encaje territorial del país”. Claro que para que esto sea realidad, hay que aceptar las restringidas reglas del juego del Régimen del 78, régimen que oprime a las minorías nacionales.

Más concretamente y ya sobre el referéndum indica: “promoveremos la convocatoria de un referéndum con garantías en Cataluña para que sus ciudadanos y ciudadanas puedan decidir el tipo de relación territorial que desean establecer con el resto de España.” Eso de “con garantías” quiere decir pactado. Aunque falta la opción de separación. Personalmente no deseo que haya una separación de Catalunya, pero mucho menos aún quiero que haya una “unión forzada”. Ante esto Unidos Podemos deja sin palabras con quién pactarlo.

Lo mismo que le pasa al soberanismo que buscar un diálogo con el gobierno de Sánchez (y antes el de Rajoy) sobre el referéndum. Sin embargo, Sánchez ha dicho miles de veces que no pactará ese referéndum. Y, el trifachito cacarea de fondo un “arriba España” en blanco y negro. El PSOE no pactará, mucho menos aún el trifachito ¿Con quién piensan hacerlo los dirigentes de Unidas Podemos? (y los de Esquerra? y los de Junts per Catalunya?)

La España de Orwell

Mientras tanto continúa la represión judicial con un juicio completamente increíble y fuera de lugar. Un juicio con una instrucción fantasiosa, con unos testigos policiales que se quejan de los claveles y el Fairy que les arrojaban, con la Presidencia de la sala que deniega múltiples pruebas a la defensa. Con la persecución policial contra los integrantes de los Comités de Defensa de la República y múltiples causas judiciales. Incluso la Fiscalía se propone denunciar a los ciudadanos que se opusieron a la represión policial. Ya lo decía Orwell: “La verdad es la mentira” y la España de 2019 es de 1984.

Por su parte, los representantes de la burguesía catalana, Junts per Catalunya y con Esquerra, son los partidos que gobiernan pensando en la porción del Ibex 35 de Cataluña. Son ellos quienes no quieren enfrentar al Régimen del 78. Sus dirigentes están diciendo que obedecieron al Constitucional. No quieren acabar con los negocios comunes que tienen con “Madrid”.

Por ello, hace falta una alternativa de izquierda, independiente de todos los partidos del Régimen. La ruptura de la izquierda independentista, como la CUP con Puigdemont y Junqueras, tendría que ser el primer paso para reagrupar a los miles y miles que defendieron las escuelas los días previos al 1-O y que organizaron el referéndum. De ésta manera, podrá movilizar en las calles a una gran fuerza social y comenzar a influir sobre los trabajadores y amplios sectores sociales. Paso indispensable para imponer el referéndum de autodeterminación que quiere el 80% de los catalanes.

La realidad es que ni la República catalana, ni el “referéndum con garantías” podrán surgir de las entrañas del Régimen del 78. Por el contrario, las instituciones de éste régimen fomentan la represión y persecución contra el independentismo desde sus cloacas. Lo mismo que hace contra aquellos que se oponen a la Monarquía, o aquellos que defienden las conquistas laborales.

El Régimen es irreformable. Hay que buscar la unión de los trabajadores y los pueblos para derribarlo y crear una Federación de Repúblicas de Trabajadores, libres y voluntarias que permita la libre asociación de las diferentes nacionalidades resolviendo los graves problemas sociales del paro, la precariedad o los salarios de miseria.