Lejos del mito de la “democracia más perfecta del mundo”, el sistema electoral estadounidense fue diseñado para garantizar la alternancia bipartidista de demócratas y republicanos, las dos caras del imperialismo estadounidense. Claves Internacionales entrevistó a tres especialistas para explorar el sistema electoral democrático burgués de Estados Unidos.
Domingo 1ro de noviembre de 2020 19:23
[Claves] ¿La democracia perfecta? Elecciones y crisis en Estados Unidos - YouTube
Lejos del mito de la “democracia más perfecta del mundo”, el sistema electoral estadounidense fue diseñado para garantizar la alternancia bipartidista de demócratas y republicanos, las dos caras del imperialismo estadounidense. Para explorar el sistema electoral democrático burgués de Estados Unidos, Claves Internacionales entrevistó a Katerina Oziashvili, politóloga y profesora de la Universidad Sarah Lawrence de Nueva York; a Carmin Maffea, sociólogo y editor de Left Voice, sitio de la Red Internacional La Izquierda Diario en Nueva York; y a Juan Elman, periodista argentino especializado en política internacional.
Isabel Infanta: Uno de los pilares del sistema democrático es el derecho al voto, que supuestamente iguala a hombres y mujeres ante la ley. ¿Cómo consagra ese derecho la Constitución estadounidense?
Katerina Oziashvili: Es gracioso porque cuando enseño sobre la política estadounidense, una de las primeras preguntas que hago a mis estudiantes es: la Constitución estadounidense es considerada la constitución más democrática del mundo por los estadounidenses, así que, ¿qué dice sobre el derecho al voto? y mis estudiantes dicen “supongo que tenemos el derecho al voto” y por supuesto la respuesta es que no dice nada sobre el derecho al voto, no le da a la gente el derecho al voto. La gente suele decir que la enmienda 15 le dio a la comunidad negra el derecho a votar. No es correcto. Sólo dice que no se puede discriminar por motivos de raza, lo cual es una distinción muy importante. Los afroamericanos han sido sistemáticamente privados del derecho de voto a lo largo de la historia estadounidense después de la aprobación de la enmienda 15. El impuesto electoral, por ejemplo, fue implementado después de la aprobación de la enmienda 15. El impuesto electoral básicamente decía que hay que pagar un monto para poder votar, lo que excluía a todos los pobres, incluyendo a los afroamericanos, por supuesto. Las leyes de registro [de votantes], se puede ver cómo se crearon específicamente a finales del siglo XIX y principios del siglo XX con el crecimiento de las ciudades, porque lo único que temían las élites era el proletariado. No incluyeron en esas leyes las zonas rurales donde en realidad el fraude electoral estaba ocurriendo.
Isabel Infanta: Impuesto electoral, leyes de registro. ¿Cómo evolucionaron las fórmulas para la privación de derechos en Estados Unidos?
Carmin Maffea: Los negros no podían votar durante la esclavitud, pero incluso después de la abolición de la esclavitud, por la necesidad de mantener esta serie de privación de derechos se introdujeron las llamadas “leyes Jim Crow” que contribuyeron a la supresión del voto con cuestiones como pruebas de alfabetización que fueron explícitamente desarrolladas para asegurar que los negros recién liberados no puedan contribuir al proceso electoral. Después de la “ley de derechos de voto” de 1965 que fue aprobada debido al desarrollo y radicalización del movimiento de Derechos Civiles, el Estado fue forzado por el movimiento de la clase trabajadora y los negros en las calles, el Estado fue obligado a derogar las leyes Jim Crow, sin embargo se adaptó, tuvo que adaptarse a esta nueva práctica de subordinación y supresión de votantes.
Isabel Infanta: El derecho al voto no está consagrado en la Constitución estadounidense, y además existe lo que comúnmente se llama “supresión de votantes”. ¿Qué es eso?
Carmin Maffea: Es la práctica de impedir sistemáticamente que la gente contribuya al proceso electoral a través del voto. Esto ocurre de una gran cantidad de formas, hay diferentes formas en las que esto se hace. Primero y principal está el Colegio Electoral, creo que es el ejemplo más explícito. La razón por la que esto es inherentemente antidemocrático, la razón por la decimos que hay “supresión de los votantes” es que, digamos que 25% de personas de un estado votaron por otro candidato, votaron por otro partido, no importa, el que gana se lleva todos los delegados. Si la mayoría de ese estado vota por un candidato ya está. Y aquellos otros que votaron por otro candidato o lo que sea como... es una lástima. Hay muchos otros por ejemplo el cierre de los centros de votación en barrios de bajos ingresos predominantemente negros y latinos. Sucedió en Georgia, donde la gente se vio obligada a esperar hasta 10 horas para poder votar. Y hay otro problema que surge de esto, el día de las elecciones la gente no tiene el día libre, las elecciones son un martes. La gente se ve obligada a elegir entre ir a trabajar o ir a votar y si lo piensas profundamente, eso afecta más a los tabajadores de menores ingresos que son predominantemente negros y latinos porque no pueden permitirse el lujo de tomarse el día libre del trabajo y no pueden permitirse el lujo de esperar 10 horas en la fila. Aunque Estados Unidos tiene alrededor del 5% de la población mundial tiene como el 25% de la población carcelaria mundial, y esa población carcelaria es altamente racializada, es desproporcionadamente negra y latina, y no puedes votar mientras estás cumpliendo tu sentencia, y si tienes un delito grave, que es cuando pasas hasta un año en prisión, si tienes eso en tu registro en muchos estados no se te permite votar en absoluto.
Votar no es obligatorio y para hacerlo, es necesario un trámite para empadronarse. Tienen prohibido participar de la elección personas con antecedentes penales, lo que recae principalmente sobre afrodescendientes y latinos debido al racismo del sistema policial y judicial. También quedan afuera millones de inmigrantes indocumentados. En el supuesto “país de la libertad” no funciona el voto directo. Los ciudadanos votan electores, que luego en otra instancia, un Colegio electoral de 538 integrantes, elegirán al futuro presidente. La cantidad de electores que tiene cada estado no es proporcional a su cantidad de habitantes y en la mayoría de los estados el partido que tiene más votos, aunque sea 1 más, se lleva todos los electores, lo que elimina la representación de las minorías. La elección la gana quien alcanza 270 votos electorales, la mitad más uno. Esto quiere decir que no necesariamente el candidato que reciba la mayor cantidad de votos populares será el ganador, sino el que obtenga la mayor cantidad de electores en el Colegio. Así fue como en 2016 Donald Trump pudo asumir la presidencia habiendo perdido la elección popular por 3 millones de votos.
Katerina Oziashvili: ¿Por qué puede pasar que alguien gane el voto popular y sin embargo pierda la presidencia? El mejor ejemplo, el más usual, es comparar California con Wyoming. California es el estado más poblado, Wyoming es el estado más pequeño del país. California tiene 55 electores y Wyoming tiene 3, el número de electores por estado se calcula en base al número de miembros de la Cámara de Representantes que tiene cada estado, que es proporcional a la población, más 2 senadores por estado. Como el Senado no es proporcional a la población, cada estado sin importar cuán pequeño o grande sea, tiene 2 senadores. Es una clara violación de la igualdad política que significa que una persona tiene derecho a un voto. California tiene 55 electores y Wyoming tiene 3 electores. California tiene 18 veces el poder de voto de Wyoming, pero tiene 57 veces más población que Wyoming, lo que significa que Wyoming tiene mucho más poder en la elección del presidente que California. Y esto es muy importante porque privilegia a los pequeños estados rurales menos diversos a expensas de los grandes estados urbanos más diversos, una vez más, privando efectivamente al proletariado y a la comunidad negra del voto. Así que si la mayoría de la gente, 51% de la gente en California votan, digamos, por un candidato Demócrata, esa persona conseguirá los 55 electores y el otro 49% que votó en contra de ese candidato no obtiene nada.
Isabel Infanta: Además de los mecanismos legales que dejan afuera de las elecciones a millones de habitantes, sobre todo de los sectores más explotados, hay otros mecanismos que pueden incidir en la participación de los votantes....
Juan Elman Yo creo que ciertamente hay una historia de exclusión, que es esclavitud, segregación, discriminación, si querés esa triada. Esto lo vemos en un sistema de instituciones que promueven la discriminación de personas de la comunidad negra. Yo creo que esto redunda en la sensación de que el sistema no funciona para ellos. Uno no puede hablar de la comunidad negra porque hay una gran parte que va a votar por el Partido Demócrata, que va para mí aumentar su participación, hay otros que van a votar al Partido Republicano, y hay otros que no van a votar. Si la pregunta es por los que no van a votar, sí, yo creo que esa sensación de exclusión, de no ser parte del sistema, ocupa un lugar importante. Yo creo que esto de la discriminación del Estado ocupa un rol esto de la sensación de no sentirse parte. Entonces bueno, si yo no me siento parte, siento que el sistema está en contra de mí, ¿por qué voy a votar? Hoy la movilización no viene tanto de un componente activo, más que votar por Biden es votar contra Trump, y esto de que Biden no sea un candidato que quizás pueda energizar, sobre todo a las bases, a los sectores más jóvenes, me parece que es un factor a tener en cuenta para pensar por qué quizás hay muchos jóvenes, muchos votantes estadounidenses que no se sienten seducidos por el candidato demócrata, por más que la vicepresidenta sea Kamala Harris, y que por supuesto eso podría influir. Mi impresión es que este contexto de convulsión social y de una elección donde claramente se están jugando muchas cosas, yo creo que eso puede llevar a que la participación aumente. Por más de que aumente, va a haber un montón de gente que se quede afuera, tanto como decías vos por este descreimiento, que creo que está presente, y creo que Trump es ciertamente una reacción a eso. Trump gana incorporando gente a votar. Trump se presenta como outsider, alguien que va a sanear ese problema de desconfianza, de desinterés de ciudadanos hacia la política, sobre todo por las élites de Washington. Él, cuando promete eso, logra incorporar eso, votos abstencionistas que antes ni siquiera se daban. A lo que voy es que el fenómeno Trump es una respuesta, un experimento que de alguna manera creo que sigue y va a explicar parte de esas personas que no van a votar. Yo creo que la participación, como te decía, por el contexto creo que va a aumentar, creo que va a ser mejor. La pandemia ciertamente también un poco es un tema porque hay mucha gente que quizás no va a querer ir a votar, pero yo te decía que hay voto anticipado, que hay voto por correo, con lo cual las opciones están, mi impresión es que va a aumentar, lo cual no sabemos a priori a quién va a beneficiar. Se dice que beneficiaría a los demócratas, yo diría que no lo sabemos.
Isabel Infanta: En el año 2000, un fallo de la Corte Suprema estadounidense decidió la reñida elección entre el candidato republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore, en favor del primero. Ese hecho donde un poder no elegido por el voto popular decidió la elección presidencial, vuelve a la memoria con la nominación a la Corte Suprema de la conservadora jueza Amy Coney Barrett.
Juan Elman: La Corte Suprema puede tener un rol en caso que haya una disputa en algunos de los estados, es decir, si hay una disputa como en el 2000 sucedía con Florida. Eso puede dar lugar a ciertas disputas o denuncias por irregularidades en un contexto, rubricado por un contexto como decía recién, el presidente hablaba de fraude, y estamos en un momento de mucha convulsión. Eso quiere decir que la Corte Suprema podría tener una voz en definir una o algunas de estas disputas que surjan en los estados, con lo cual sería una decisión crucial. Lo que estamos viendo ahora con la votación, la posible aprobación de la nominación de Barret es por un lado una muestra más de cómo funcionan estas instituciones. Yo creo que este va a ser el proceso de confirmación más polémico. Los republicanos tienen los votos, van a ganarlo poco muy probablemente, y las audiencias que estamos viendo ahora ciertamente nos dan la pauta de que Barret tiene falencias bastante importantes. Se recuerdan, el último candidato de Trump Brett Kavanaugh tuvo una sesión de confirmación muy polémica, muy crispada también porque llegó con varias denuncias de abuso y acoso sexual, y aún así los republicanos lo confirmaron. Yo hablaba de la polarización, de las reglas no escritas, porque hoy es muy difícil que los senadores republicanos, como los senadores demócratas, diputados demócratas y republicanos rompan las líneas partidarias para votar. En este momento es muy difícil que se rompan las líneas partidarias. Entonces acá es muy fácil: el presidente nomina, el líder aprueba y se vota.
Isabel Infanta: El sistema electoral estadounidense combina una serie de mecanismos antidemocráticos que, de conjunto, permiten la alternancia entre demócratas y republicanos. ¿Qué es lo que esta alternancia garantiza?
Carmin Maffea: Por supuesto que sabemos que son los partidos Demócrata y Republicano son ambos partidos del capital, eso es muy claro, pero se presentan de dos maneras muy diferentes. Los republicanos representan un discurso e intereses bien de derecha, que amenaza cosas básicas como el derecho al aborto y el derecho al matrimonio gay y por lo tanto los demócratas se presentan como una alternativa altruista, como si fueran los defensores de la gente marginada y también tienen un apoyo general de los sindicatos, pero al final del día, ambos reprimieron al movimiento Black Lives Matter, sirven a la burguesía ya sea a través de exenciones fiscales defendiendo la atención médica privatizada o votando a favor de las guerras e intervenciones imperialistas.
Isabel Infanta: Como dijo Juan Elman, muchas personas van a votar al partido demócrata para que no gane Trump, como un “mal menor”. ¿Qué pasa con los sectores a la izquierda del Partido Demócrata?
Carmin Maffea: La cooptación de los demócratas liberales, al actuar como si tuvieran los intereses de los trabajadores y los oprimidos en el corazón, terminan desviando mucha energía de los movimientos. Los demócratas usando ropas africanas y aprobando leyes a la luz del levantamiento de George Floyd, pero negándose a desfinanciar o abolir la policía, ni siquiera pensarlo. Grupos socialistas como el DSA comenzaron como la izquierda de Bernie Sanders, pero con la campaña por él dentro del partido demócrata, se convirtieron en un grupo que aboga para que la gente pobre vote por Biden, que vote por el arquitecto del sistema carcelario industrial, Joe Biden. Abandonaron cualquier idea o cualquier intento de desarrollar la independencia de clase debido a la cooptación que mencionaba antes por los demócratas progresistas.
El principal país imperialista, que con la excusa de exportar la democracia al mundo invade países, inicia y financia guerras, tiene en su interior un sistema profundamente antidemocrático donde hasta el elemental derecho a votar tiene innumerables limitaciones, sobre todo para las minorías étnicas y grandes sectores de la clase trabajadora negra, inmigrante, precaria.
Podés seguir el proceso electoral y conocer un programa alternativo a este régimen y al estado capitalista norteamericano en La Izquierda Diario o Left Voice, en el sitio de la Red Internacional en inglés.