Así lo asegura el diario inglés The Guardian según la información brindada por fuentes del Pentágono. Sería parte de una estrategia para presionar al gobierno norcoreano.
Martes 18 de abril de 2017 15:42
El ejército de Estados Unidos está considerando derribar los misiles de prueba de Corea del Norte como una demostración de fuerza a Pyongyang, está información la pública el diario inglés The Guardian en base a dos fuentes con conocimiento de los planes del Pentágono.
En medio de las crecientes tensiones sobre Corea del Norte por las pruebas con armas nucleares y los programas de misiles balísticos, el gobierno estadounidense y el Pentágono están buscando formas para presionar al país a la desnuclearización.
Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, aseguró durante su visita de este martes a Japón"La era de la paciencia estratégica ha terminado y aunque todas las opciones están sobre la mesa, el presidente (Donald) Trump está decidido a trabajar en estrecha colaboración con Japón, con Corea del Sur, con todos nuestros aliados en la región y con China para lograr una resolución pacífica y la desnuclearización de la península coreana”.
Pence agregó que "El diálogo es necesario, pero también es necesario ejercer presión” y añadió en este sentido que EEUU aboga por someter a Corea del Norte a un "mayor aislamiento" y "empujarle así al abandono total de su programa nuclear".
El plan del que informa The Guardian, según sus fuentes, buscaría “empujar” el abandono del programa nuclear. El ejército está analizando opciones para intentar un derribo de misiles con un sistema de defensa antimisiles Aegis a bordo de un destructor de la marina de Estados Unidos; la otra sería convencer a Japón de utilizar sus propias capacidades de defensa antimisiles contra una prueba de misiles balísticos que atraviesa aguas japonesas.
Para llevar adelante la primera opción, el gobierno de Trump cuenta con el grupo de ataque del portaaviones USS Carl Vinson, que incluye destructores Aegis, y se encuentra en la península de Corea.
La mayor traba para una medida que incluya el derribo de un misil de Corea del Norte durante una prueba, es que se correría el riesgo de una escalada que Washington podría no ser capaz de controlar. Las consecuencias de la misma serían potencialmente devastadoras para aliados claves de Estados Unidos en la región como Corea del Sur y Japón.
Corea del Norte no planea quedarse de brazos cruzados esperando las acciones estadounidenses. Así lo advirtió Kim In Ryong, el embajador norcoreano en la ONU, que declaró que el aumento de roces con Estados Unidos crea “una situación peligrosa en la que una guerra termonuclear puede estallar en cualquier momento”. “Si Washington opta por una acción militar, estamos preparados para reaccionar a cualquier tipo de conflicto”.