En medio de una explosión de casos por la variante Ómicron, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos resolvieron acortar el tiempo de aislamiento de 10 a 5 días para las personas contagiadas con el claro objetivo de resguardar las ganancias empresarias y obligar a las personas a volver a sus trabajos lo más rápido posible, sin importar su salud.
Miércoles 29 de diciembre de 2021 09:46
A medida que la variante Omicron continúa extendiéndose por los Estados Unidos y aumentan los casos día a día, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) resolvieron acortar el tiempo de aislamiento de las personas contagiadas de 10 a 5 días. Parece una contradicción absoluta pero se trata de una política para resguardar las ganancias empresarias por sobre la salud de los trabajadores. El principal objetivo es que millones de personas vuelvan más rápido a sus trabajos, sin importar su salud o la posibilidad de que contagien a sus compañeros.
Anteriormente, se pedía a las personas infectadas que se aislaran durante diez días; ahora, se les pide que se aíslen por solo cinco. A las personas asintomáticas se les permite salir de la cuarentena sin una prueba de covid negativa, pero se les pide que usen una máscara durante los cinco días siguientes.
La administración de Biden ha sido bastante clara sobre los objetivos de la medida. "Con el gran volumen de casos nuevos que estamos teniendo y que esperamos continuar con Ómicron, una de las cosas de las que queremos tener cuidado es no quedarnos sin gente", dijo Anthony Fauci, asesor médico de Biden. Y siguió "Si una persona es asintomática y está infectada, queremos que vuelva a su trabajo, especialmente aquellos con trabajos esenciales".
Ni siquiera fingen que se trata de salud pública o de mantener a las personas seguras. Se trata de mantener la economía capitalista en funcionamiento. Y el CDC está respondiendo directamente a las llamadas de los grandes empresarios.
El director ejecutivo de la empresa Delta Airlines, Ed Bastion, por ejemplo, envió una carta pidiendo a los CDC que reconsideraran sus pautas.
"Con la rápida propagación de la variante Ómicron, el aislamiento de diez días para aquellos que están completamente vacunados puede afectar significativamente nuestra fuerza laboral y nuestras operaciones (…) Para abordar el impacto potencial de la política de aislamiento actual de manera segura, proponemos un aislamiento de cinco días desde el inicio de los síntomas (...) Las personas podrían terminar el aislamiento con un protocolo de prueba apropiado. Como parte de este cambio de política, nos interesaría asociarnos con los CDC para recopilar datos empíricos".
Básicamente, Delta está redactando una política de salud pública en aras de sus ganancias. Pero no son los únicos, solo que a ellos se les filtró a la prensa la carta enviada a los CDC.
Los gobernadores también pidieron relajar las restricciones. El gobernador republicano de Arkansas, Asa Hutchinson, le dijo a NPR : "Hubo algunas solicitudes específicas de los gobernadores que se hicieron. Una de ellas fue que se redujera el período de aislamiento para aquellos que resulten positivos. De esa forma, pueden volver a trabajar. … Eso es el resultado de la comunicación con los gobernadores para que la Casa Blanca sepa que esa es la flexibilidad que necesitamos”.
El cambio de pauta no se basa en la ciencia, se basa en la codicia capitalista.
Las nuevas pautas tratan de proteger las ganancias, no a las personas. La clase trabajadora es la fuente de todas las ganancias capitalistas y, por lo tanto, es esencial para los empresarios asegurarse de que los trabajadores vuelvan a sus empleos, incluso si no es seguro para su salud. Estas nuevas pautas tienen como objetivo garantizar que la economía siga funcionando; no se basan en la investigación científica.
Por lo general, los CDC publican un resumen científico con actualizaciones de políticas para probar la base científica del cambio. La epidemióloga Jessica Malaty Rivera señaló que esta vez no sucedió.
Varios científicos se han adelantado para decir que dejar la cuarentena después de 5 días antes de cualquier prueba de covid negativa no es seguro. El director del Instituto de Salud Global de Yale dijo que "Terminar con el aislamiento de los casos de COVID en cinco días sin dar negativo en la prueba es como salir a la calle con el barbijo por abajo de la nariz".
Estas pautas deben verse como un ataque directo a los trabajadores. Incluso antes del cambio en estas pautas, los patrones estaban tratando de obligar a los trabajadores a regresar a sus tareas en condiciones inseguras. Las escuelas mantenían a los maestros en el trabajo a pesar de una posible infección. Se han eliminado los controles de temperatura y el distanciamiento social.
Y todavía no hay licencia por enfermedad remunerada a pesar de una pandemia mundial.
Los jefes utilizarán este cambio en las pautas de los CDC para que los empleados enfermos vuelvan a trabajar. Hará que todos los trabajadores se sientan inseguros, así como todos los clientes en los supermercados y tiendas de todo el país. Hará que ir a trabajar todos los días sea un evento super contagiador.
Mucha gente votó por Joe Biden con la esperanza de que pudiera controlar la pandemia y gobernar con más cuidado por la vida humana. Después de todo, una pieza central de la campaña de Biden fue criticar el mal manejo de Trump de la respuesta federal a la pandemia, alegando que él lo habría manejado mejor. Pero casi un año después de su presidencia, más personas han muerto por Covid bajo Biden que bajo Trump, hay filas de horas para realizarse un test de covid, los hospitales están abarrotados y los estados tienen la responsabilidad federal de resolver sus propias crisis.
El número promedio de muertes por día durante los últimos siete días es de 1.204 personas según The New York Times; para el mismo período de tiempo, el número promedio de hospitalizaciones es de 71.381. Estos números solo aumentarán a medida que Ómicron se extienda por todo el país con viajes de vacaciones y las nuevas pautas de los CDC. Y eso tiene lugar al mismo tiempo que Biden advierte que el sistema sanitario podría colapsar.
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Si bien las tasas diarias de muerte son más bajas que en el pico de la pandemia, estas nuevas pautas de los CDC abren la puerta a más infecciones por el bien de las ganancias capitalistas. La administración Biden ha hecho añicos la ilusión de que ellos serían los que protegerían a las personas en esta pandemia. El objetivo no es detener el coronavirus, sino gestionar la pandemia de una manera que aumente las ganancias empresarias y permita que la economía capitalista prospere.
La única forma de detener la pandemia es anteponer el bienestar de las personas al bienestar de la economía. Necesitamos mascarillas, tests y tratamientos médicos gratuitos. Necesitamos licencia por enfermedad paga. Y necesitamos levantar las patentes de vacunas que mantienen a la mayor parte del mundo sin vacunar, lo que aumenta las posibilidades de que surjan más y más variantes mortales.
No necesitamos corporaciones que dicten la respuesta del gobierno a una crisis de salud pública. Necesitamos un enfoque basado en la ciencia que ponga a las personas por encima de las ganancias. Y necesitamos comités de salud y seguridad en cada lugar de trabajo que puedan debatir y decidir sobre las medidas de seguridad específicas necesarias en sus lugares de trabajo.
Nuestras vidas valen más que sus ganancias y la lucha por la seguridad en el trabajo es la lucha por la vida de la clase trabajadora.
Traducción del original publicado en inglés en el sitio Left Voice, parte de la Red Internacional La Izquierda Diario