Sigue el conteo de votos de las elecciones de medio término. Los republicanos ganarían la Cámara de diputados, aunque por una diferencia menor a la anunciada "marea roja" por Trump. En el Senado conservarían el estrecho margen a su favor, aunque todavía faltan los resultados de Arizona, Nevada y la segunda vuelta en Georgia que se realizará el próximo 6 de diciembre.
Jueves 10 de noviembre de 2022 00:01
Este martes se realizaron las elecciones de medio término o intermedias en Estados Unidos, donde se pusieron en juego la totalidad de la Cámara de Representantes y 35 de 100 bancas del Senado.
Las encuestas y la agitación del partido Republicano, en particular de Donald Trump, sobre la marea roja de votos, no se dio. Si bien se esperaba que el Partido Demócrata pierda el control en la Cámara baja, en el marco sobre todo de una situación de alta inflación (8% anual, que para los estándares estadounidenses es muy alta), esta pérdida sería por un número menor al previsto.
Las encuestas anunciaban un batacazo arrasador del Partido Republicano en el Senado, actualmente dividido 50 y 50 para cada partido, y donde juega un rol clave de desempate la vicepresidenta demócrata Kamala Harris.
Esto no pasó. Todavía se esperan los resultados de estados como Arizona, Nevada y la segunda vuelta en Georgia, donde compiten el republicano Herschel Walker y el demócrata Raphael Warnock. Dado que ninguno alcanzó el 50% de los votos necesarios, se realizará una segunda vuelta el 6 de diciembre. Este Estado se volvió clave, porque salvo que alguno de los dos partidos tradicionales del imperialismo estadounidense gane Arizona (hasta ahora los demócratas tienen una ligera ventaja) y Nevada (aquí aventajan los republicanos), el control del senado se va a decidir en esa segunda ronda electoral, los primeros días del próximo mes. Otro pronóstico que no se cumplió fue en Pensilvania, cuyas bancas finalmente fueron retenidas por los demócratas.
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Un elemento clave fue la retórica demócrata alrededor de la defensa del derecho al aborto, que a pesar de no haber impulsado durante sus mandatos su elevación a ley constitucional, la convirtió en campaña electoral. Esto después de que la reaccionaria Corte Suprema anuló el fallo Roe vs. Wade
Con respecto a ese tema que debería ser tratado como una cuestión de salud pública pero que los demócratas se negaron siempre a tratarlo como tal y solo lo defiende en el terreno de las libertades individuales (aunque por supuesto comprende el elemental derecho de las personas gestantes, a decidir sobre sus propios cuerpos), en cuatro estados -Michigan, Kentucky, California y Vermont- se realizaron referéndums sobre los derechos reproductivos, cuyos resultados terminaron por garantizarlos a nivel estatal.
Las proyecciones plantean que los republicanos se impondrán en la Cámara alta, pero no sería un triunfo de la magnitud esperada. Sin embargo, sería igualmente un revés para Joe Biden, porque deberá encarar los próximos dos años que le quedan de mandato con ambas cámaras en contra.
Aunque con el escrutinio ya bastante avanzado el Partido Republicano lleva la delantera en la Cámara de Representantes, todavía no se conoce qué formación la controlará durante los próximos dos años. Según las proyecciones de los principales medios estadounidenses, los republicanos se aseguraron 211 escaños, por 198 de los demócratas. Ambos están aún lejos de los 218 necesarios para asegurarse la mayoría.
En la Cámara Alta, demócratas y republicanos aparecen con una escasa diferencia de 46 a 48 bancas respectivamente.
Lo que ya se sabe
Además de los cambios en el Parlamento, hubo elecciones en varias gobernaciones. En el marco de que la elección no fue una victoria aplastante de los Republicanos, en la Florida, Ron De Santis consiguió la reelección y queda bien ubicado como contrincante de Trump en la interna por la candidatura presidencial 2024. Muchos candidatos apoyados por el expresidente republicano perdieron sus carreras electorales, como Don Bolduc en New Hampshire o Blake Masters en Arizona.
Si la noche fue mala para Donald Trump, para Joe Biden no fue todo el desastre que las encuestas pronosticaban. Si bien el presidente llegó a los comicios con la popularidad por los suelos y es muy probable que su partido pierda en ambas cámaras, lo cierto es que el "tsunami" republicano no fue tal.
El Partido Demócrata le arrebató al Partido Republicano dos gobernaciones del país: Massachusetts y Maryland, que ahora volverán al control demócrata.