Una revuelta ha estallado en el centro de detención de refugiados en la isla griega de Lesbos, donde grupos de refugiados menores de edad exigen que los dejen salir del campamento. La policía lanzó gases.
Martes 26 de abril de 2016
Los enfrentamientos comenzaron en la sección del centro donde residen los menores no acompañados (que están huérfanos o que viajan hacia Europa sin su familia). Según las autoridades del centro, los menores abrieron un agujero en la valla que les separa del resto de detenidos para exigir su liberación.
En las redes sociales se han divulgado imágenes donde se pueden ver personas siendo transportadas sobre mantas y un incendio provocado en medio de la protesta.
PHOTO: Huge fire at #Moria refugee camp (pic via @lifeguardhellas) https://t.co/MFBrrmApmV pic.twitter.com/3aQXospjRD
— RT (@RT_com) 26 de abril de 2016
Members of Platanos outside #Moria now report that tear gas in the air,also hear a lot of shouting,noise,explosions pic.twitter.com/dC2untPa5Y
— LifeguardHellas team (@lifeguardhellas) 26 de abril de 2016
Periodistas que informan sobre los hechos en las redes sociales, a través de contactos sirios dentro del campo de detención, han relatado que la rebelión comenzó cuando la policía le pegó a uno de los menores. Este fue el desencadenante para una protesta generalizada y choques con la policía.
Heridos en Moria después de los disturbios de hoy. Protestaban por las deportaciones. pic.twitter.com/apAaC5cObU
— Leticia Álvarez (@LeticiaAtenas) 26 de abril de 2016
Moria, que se convirtió en centro de detención tras la puesta en marcha del acuerdo de migración entre la Unión Europea y Turquía, acoge actualmente a más de 3.000 personas.
El ministro de Migración griego, Yanis Muzalas, visitó hoy Moria, donde fue abucheado por los refugiados, que también le lanzaron botellas de agua. Además, hoy se reanudaron las deportaciones: trece personas salieron de Lesbos y cinco de la isla de Quíos. Estas 18 personas fueron deportadas hoy, aunque en un principio se retrasó la salida del barco debido a las condiciones climáticas.
Se trata de las primeras deportaciones después de que hace dos semanas fueran devueltas a Turquía un total de 325 personas en dos tandas.