El próximo domingo 7 de mayo se desarrollará la elección para designar a los miembros de un "Consejo Constitucional" encargado de redactar la próxima constitución. Los candidatos fueron designados solo por los partidos tradicionales y los que tienen miembros en el parlamento. Un nuevo "proceso constitucional" a espaldas de las necesidades de las mayorías trabajadoras y populares.
Sábado 6 de mayo de 2023 00:03
Luego de que el año pasado, vía un referéndum, triunfara el rechazo al primer proyecto de constitución redactado por la Convención Constitucional surgida del "Pacto por la Paz y una Nueva Constitución" (que representó una política del régimen chileno para desviar los profundos y legítimos reclamos de la rebelión popular del 2019), la derecha, los partidos de la ex Concertación, el Frente Amplio y el Partido Comunista firmaron un nuevo acuerdo llamado "Acuerdo por Chile", que intenta establecer otra constitución sin tocar las bases estructurales del régimen pinochetista.
Para entender el por qué del rechazo a este proceso, expresado en el voto nulo, conversamos con Dauno Tótoro dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionario de Chile -miembro de la Fracción Trotskista por la IV Internacional- e integrante de la Red Internacional La Izquierda Diario
1. Para comenzar, ¿cómo es este nuevo proceso constituyente?
Lo primero que hay que decir es que en el origen del proceso constitucional actual, que nace del “Acuerdo por Chile” firmado por los partidos tradicionales, desde donde emanó este proceso, se acordaron los llamados "12 bordes" -o límites que la nueva constitución tiene que tener-, que no se pueden sobrepasar en la discusión y que son ejes claves del corazón del Chile neoliberal y del Estado autoritario, y definió tres órganos que lo constituyen. El primero de ellos es una Comisión de Expertos que ya está trabajando, compuesta por 24 miembros designados por los partidos tradicionales proporcional a su presencia en el Senado, lo que le entregó la mitad de expertos a la derecha, y que es presidida por el pinochetista Hernán Larraín.
Esta Comisión de Expertos ya redactó un borrador inicial de nueva Constitución que se le entregará como “base” al Consejo Constitucional que será electo este domingo 7 de mayo. Y luego, un tercer órgano,un Comité Técnico de Admisibilidad, compuesto por 14 juristas designados por el Senado, encargado de revisar que todo lo que se proponga en el Consejo esté dentro de esos 12 bordes constitucionales que en el fondo son garantía de que se mantendrán los pilares del Chile neoliberal.
2. ¿Qué se vota este domingo?
Este 7 de mayo se eligen los 50 miembros del Consejo Constitucional, que teóricamente sería el órgano redactor de la nueva constitución.
Serán 50 miembros en una cámara igual que el Senado, la cual es la cámara más oligárquica del Parlamento chileno, con una elección igual de excluyente donde sólo participan candidatos miembros de los partidos tradicionales o que tengan presencia en el Parlamento actual. Además, el sistema electoral favorece a los partidos más grandes o con más recursos para hacer campañas masivas ya que los distritos electorales son enormes.
Pero eso no es todo. Decimos que el Consejo es el órgano que “teóricamente” redacta la nueva constitución porque en realidad el proceso constitucional ya empezó hace bastante tiempo, que tiene que ver con el diseño de esos órganos que les contaba anteriormente.
3. ¿Qué expectativas hay respecto a esta elección y qué posibles escenarios se avizoran?
Como podrán notar por la descripción anterior, este es un proceso totalmente antidemocrático y controlado por los partidos tradicionales. Esto ha hecho que se profundice la distancia de amplios sectores de masas con el propio proceso, considerando además que mientras los políticos empresariales discuten este nuevo proceso, se profundiza el hecho de que los costos de la crisis económica y social los pagan las familias trabajadoras.
Esto en el marco de que la derecha ha venido instalando un clima represivo en el país, empujando a una agenda autoritaria con leyes escandalosas como la ley Naín Retamal, una ley de gatillo fácil que les da mayor impunidad a los policías para disparar, y que como resultado ya ha dejado tres personas muertas por balazos de carabineros. El gobierno se ha plegado a esta agenda acordando una serie de proyectos de ley a discutirse en ese sentido.
Esto evidentemente se apoya en una profundización de aspectos de crisis como la disminución de los salarios reales, el aumento del desempleo y de la inflación, mientras el gran empresariado mantiene o aumenta sus ganancias (más de 3.300 millones de dólares aumentaron sus fortunas los milmillonarios del país entre enero y marzo del 2023).
En ese marco es que se vaticina que es posible un fortalecimiento de la derecha, que podría considerarse que va en tres listas: Chile Vamos, que es la derecha neoliberal tradicional espacio político del expresidente Sebastián Piñera; el Partido Republicano, de quien fuera candidato Antonio Kast y que son sectores de la vieja derecha reagrupados junto a nuevos personajes ligados a sectores más derechistas y abiertamente pinochetistas; y el Partido de la Gente, que se puede definir como un partido ultraliberal que tiene vínculos con personajes como Milei en Argentina. Esto genera además divisiones internas de la derecha por la posible superación de los partidos tradicionales por el Partido Republicano.
La clave electoral está en si logran alcanzar los 30 Consejeros, ya que con ⅗ del quórum se pueden aprobar normas y artículos en la nueva constitución, o si, por el contrario, las listas oficialistas, de Apruebo Dignidad (coalición gubernamental) y de la ex Concertación (que van en dos listas separadas, aunque el Partido Socialista va con Apruebo Dignidad), logran llegar a 20 o más consejeros para poder tener cierto poder de veto.
4. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
Como hemos señalado en incontables ocasiones, esta situación no cae del cielo. No hay que olvidar que el proceso constitucional anterior fracasó, y en gran parte porque estaba presupuestado desde la firma del Acuerdo por la paz en noviembre del 2019 que, al ir hacia un camino institucional con una Convención sometida a los poderes reales, salvándole el pellejo a Piñera en mitad de la rebelión, se fortaleciera la derecha y esta pasara a la ofensiva.
De esa forma, al llevar todo al cauce de las instituciones del Chile neoliberal, la derecha se fue oxigenando. Y esto se profundizó con la llegada al gobierno por parte de Gabriel Boric y Apruebo Dignidad, que incluye al Frente Amplio y al Partido Comunista.
Ellos llegaron al gobierno en una campaña en que llamaban abiertamente a votar por Boric para “frenar al fascismo”, pero lo cierto es que desde que comenzaron a gobernar han ido profundizando su adaptación al régimen, primero metiendo a partidos de la ex Concertación a puestos claves del gobierno como Hacienda o el Ministerio del Interior, y esto aumentó luego del triunfo del rechazo, derrota electoral que han usado como excusa para renunciar a su programa y limitar cada vez más todas sus reformas, negociando con la derecha cada punto e incluso entregando concesiones que no se esperaban al gran empresariado, como un aumento de la flexibilidad laboral.
Los ejemplos de esta deriva del gobierno son muchísimos: en campaña hablaban de reformar a Carabineros, y ahora le han dado espaldarazo tras espaldarazo, legislando leyes represivas, entregándoles cuantiosas sumas de dinero, manteniendo en sus puestos al general Yañez que tuvo que declarar como imputado por su responsabilidad de mando en casos de torturas durante la revuelta; además votaron para la presidencia del Senado a un pinochetista de la vieja guardia de la UDI como Juan Antonio Coloma, militarizaron el territorio mapuche y la frontera norte del país, y más de conjunto, pactaron el Acuerdo por Chile, que favorece a los sectores conservadores y a los partidos tradicionales.
Entonces evidentemente esto ha hecho que la derecha se envalentone y vaya ganando cada vez más terreno en el debate político nacional.
5. ¿Qué política impulsan ante este escenario, en particular este próximo 7 de mayo frente a la elección del Consejo Constitucional?
Desde el PTR y La Izquierda Diario Chile hemos impulsado una campaña de denuncia ante este fraudulento proceso, denunciando su carácter antidemocrático, pero también particularmente anti obrero y anti popular, sostenido con la complicidad del gobierno y del arco oficialista, que son también impulsores del Acuerdo.
Y al ser tan aberrantemente antidemocrático ha abierto un cuestionamiento en sectores importantes, lo que se ha reflejado en diversas campañas llamando a votar nulo este 7 de mayo, incluso en manifestaciones y agitación virtual. Particularmente, hemos impulsado una declaración de firmas por el voto nulo a la que se han adherido intelectuales y académicos, organizaciones sindicales y de derechos humanos, dirigentes de trabajadores y dirigentes políticos, que le han dado una mayor visibilidad a esta posición que ha buscado ser acallada por los partidos tradicionales que están encolumnados detrás del proceso.
Te puede interesar: Abajo el espurio y antidemocrático Acuerdo Constitucional: Este 7 de mayo llamamos a votar nulo
Te puede interesar: Abajo el espurio y antidemocrático Acuerdo Constitucional: Este 7 de mayo llamamos a votar nulo
Por eso, este 7 de mayo anulamos porque no legitimamos el proceso fraudulento que se está llevando adelante, porque no nos tragamos ni aceptamos el chantaje del mal menor, porque sabemos que el voto nulo es una forma legítima y necesaria de protesta ante esta farsa constituyente.
Desde el oficialismo han salido en una campaña bastante rabiosa contra quienes anunciamos y defendemos el voto nulo, señalando que supuestamente el voto nulo “favorece a la derecha”. Lo cierto es que detrás del proceso están desde los pinochetistas del Partido Republicano hasta el Partido Comunista, y todos han salido en todos lados llamando a no anular, porque saben que el proceso está siendo cuestionado, pero además, quienes les hacen el juego a la derecha no son quienes votamos nulo, sino que es este gobierno, el oficialismo y Apruebo Dignidad que le entregaron un proceso constitucional en bandeja, que han legislado favoreciendo las presiones de la propia derecha y han administrado el gobierno empujando a que la crisis la sigan pagando los trabajadores y el pueblo.
Pero el voto nulo no puede ser una campaña electoral, y así lo hemos dicho desde un comienzo. No puede acabarse este 7 de mayo. Tiene que ser un punto de apoyo para fortalecer otro camino, fortalecer la auto organización, la coordinación de distintos sectores que hoy sufren los costos de la situación económica y social, que busque rodear de solidaridad las luchas que se han desarrollado y que busque fortalecer la perspectiva de retomar el camino de la movilización, contra el fraude, para enfrentar consecuentemente a la derecha en las calles, por las demandas populares que están planteadas y por una verdadera Asamblea Constituyente, Libre y Soberana, sin vetos ni restricciones, que pueda discutir sobre todo para cuestionar de conjunto a este Chile neoliberal.