Economia. Este martes continua votación de ley de presupuesto en la cámara de diputados

El día de ayer la cámara de diputados aprobó la idea de legislar la ley de presupuesto así como las materias especiales en la cual esta se desglosara. Comienza la maratónica tramitación parlamentaria de la ley que fijará el gasto público hacia el próximo año, cuya votación en particular continuará este martes en la sede legislativa.

El clima político comienza a "caldearse" ante la proximidad de un nuevo plebiscito constitucional. La derecha envalentonada aprovecha cualquier situación para polarizar con el oficialismo como denunciando el aumento "ficticio" del gasto que pretende hacer Boric o restringiendo el acceso a funcionarios del gobierno al debate parlamentario usando como excusa los casos de corrupción. Pese a lo polarizado del ambiente no podemos dejar de hacer notar que parece que si hay un punto en el que se logra crear acuerdos transversales: votar un presupuesto que aumenta el sometimiento del país a las instituciones financieras internacionales.

En septiembre, Boric anunció que la ley de presupuesto de este año implicaría un aumento del 3,5 % del gasto público (un 0,7% de aumento respecto de este año). El mayor es incluso mayor que el crecimiento previsto del producto Interno Bruto donde los empresarios señalan que este crecerá a lo sumo un 2% mientras el ministerio de hacienda continua insistiendo en que este crecerá un 2,5%.

Las partidas presupuestarias que más aumentarán serán un salud (8,1%), vivienda (11,9%), educación (4,2%) , seguridad pública (5,7%), emergencias (28%) , cuidados (20%) y cultura (6,8%). Ante un difícil escenario parlamentario para la aprobación de las reformas del gobierno y un incierto panorama constitucional, el gobierno se la juega por afirmar a su base y recuperar popularidad invirtiendo en áreas en las cuales hay importantes emergencias. En salud la inversión prometida implicaría desembolsar US$ 1.200 millones de dolares para realizar 48 cirugías pendientes en el servicio publico o construir 260.000 mil viviendas. Además las inversiones implicarían que el presupuesto empujaría la creación de 100 mil puestos de trabajo.

Pese a que los números pueden parecer grandilocuentes la verdad es que tanto en vivienda o en salud solo alcanzarían a cubrir una fracción de las necesidades reales de la población. Lo que si esta claro es que ante la imposibilidad de que de a luz en el congreso una ley de reforma tributaria surge la interrogante de donde se obtendrán los recursos para financiar el aumento del gasto publico.

Si las proyecciones en torno al crecimiento siguen acercando al país a la recesión es claro que el gobierno requerirá endeudarse para poder financiar el aumento del gasto público. Para poder acceder al crédito en un contexto recesivo, los organismos internacionales de crédito requieren un plan de austeridad al mismo tiempo. Este plan ya comenzó a implementarse con el recorte de varios servicios básicos y despidos de miles de trabajadores en el sector público.

Claro esta que los empresarios quieren buscar cerrar el capitulo constitucional y la crisis política. Mientras un sector de la derecha apuesta por polarizar el escenario otro sector de los empresarios confía en un empate donde el rechazo de la propuesta emanada del consejo constitucional implicaría preservar la actual institucionalidad pinochetista de la cual se han beneficiado.

Otro sector de los empresarios y la derecha cree que el momento de pasar ataques a los trabajadores es precisamente este en que el gobierno esta débil, dado que entienden que es imposible restaurar la hegemonía burguesa sin derrotas importantes al movimiento de masas como las que plantea el proyecto de constitución dirigido por el partido republicano.

Independiente del desenlace constitucional, capitulo que nadie se aventura a cerrar, los empresarios son conscientes que es necesario dialogar con las necesidades de la población para estabilizar al país. Por tanto deciden empujar al gobierno a la única vía de financiamiento que le permite tal propósito sin que ellos vean afectados sus bolsillos: endeudar al país y aumentar su dependencia de las instituciones financieras internacionales dependientes del imperialismo norteamericano.

Este aumento del gasto aumentando la dependencia del país no es una formula nueva. Tanto Bachelet como Piñera buscaron mantener sus gobiernos recurriendo al endeudamiento a fin de financiar ayudas sociales que le garantizasen una base de apoyo. Tal medida le permite a los empresarios comprar la estabilidad del país, o una parte, sin que ellos gasten ningún peso. Al contrario es con los impuestos de todos los trabajadores que el estado deberá pagar por los "servicios" a las potencias imperialistas.

La derecha denuncia demagógicamente este "endeudamiento" al que lleva el presupuesto de Boric. Sin embargo, en el congreso concurren con sus votos para permitir que dicha ley avance en el congreso. Parece que existe un acuerdo transversal con mantener al país sometido al imperialismo.

Sin duda que las urgencias sociales requieren de una respuesta por parte del estado. Sin embargo, si estas se financian con deuda, las ligeras aspirinas que proponen el gobierno terminará costando aún más caro a los trabajadores , viendo como sus salarios continúan deteriorándose mientras los servicios sociales se seguiran pagando solo con impuestos extraídos de los mismos trabajadores. Los empresarios no verán afectados sus bolsillos.

Por eso el único programa realista continua siendo la nacionalización de los recursos naturales, el impuesto a los grandes patrimonios y el desconocimiento de toda la deuda contraída por los gobiernos neoliberales y que nos someten al imperialismo y al capricho de las potencias extranjeras. De la misma manera que la única alternativa realista a la decadencia que continúan empujando al país consiste en levantar una alternativa de la izquierda socialista y de la clase trabajadora que pelee por un programa donde los ricos paguen por la crisis que han provocado y no la clase trabajadora.