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Red Internacional
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Crisis Climática y Ecológica. Este viernes protestarán en Plaza de Mayo contra la crisis climática global

Son organizaciones socioambientales, de izquierda y sectores autoconvocados que rechazarán la profundización del modelo extractivista que deja en peores condiciones a nuestro país para enfrentar la crisis climática global.

Valeria Foglia @valeriafgl

Lunes 21 de septiembre de 2020 18:30

Foto: Kresta Pepe

Argentina volverá a movilizar contra la crisis climática global: será en Buenos Aires y varios puntos del país en el marco de la semana de acción convocada en todo el mundo por Fridays for Future, la organización de Greta Thunberg. Como parte del espacio que se generó en rechazo al acuerdo porcino entre China y Argentina, este viernes concentrarán desde las 15 en Congreso para marchar a Plaza de Mayo a partir de las 17. Al planteo de transición energética y de producción de alimentos sobre una base agroecológica se le agrega la denuncia del extractivismo como política de Estado.

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En una declaración, organizaciones socioambientales, campesinas, pueblos originarios, partidos de izquierda y sectores autoconvocados reafirman su rechazo al extractivismo, “encarnado en el agronegocio y el Plan 2020-2030 del Consejo Agroindustrial Argentino, el acuerdo porcino con China, en la quema de humedales, los desmontes, la megaminería, el fracking y Vaca Muerta, las represas que dañan y alteran nuestros ríos y en diversas actividades criminales que no se han tomado licencia en esta cuarentena y devastan nuestro presente y futuro”.

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El documento sostiene a su vez que “en un innegable contexto de crisis climática y ecológica, la causa ambiental es prioridad entre las diversas luchas que libra la humanidad, para su propia supervivencia y la de millones de seres con los que cohabita”. Remarcan la necesidad de avanzar en una transición hacia energías limpias y renovables, ya que “la inversión millonaria para la obtención de los agotables hidrocarburos no compensa todo el daño ambiental y quedará obsoleta en pocas décadas”. Pero también bregan por una producción “de alimentos y consumo que supere la lógica de rentabilidad, hacia un modelo que establezca una relación amigable con el conjunto de la naturaleza y las especies”. Señalan el rol de la ganadería y la agroindustria para alimentar ese ganado en “la pérdida de bosques nativos, la contaminación por agrotóxicos y la emisión de gases de efecto invernadero en nuestro país”.

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En un contexto de crisis social, los convocantes a la marcha climática se solidarizan con las familias de Guernica y todas las que pelean por “tierra para vivir”, a la vez que rechazan la orden de desalojo, anunciado para los días 23, 24 y 25 de septiembre. “La crisis climática global afecta más crudamente a quienes menos tienen […]. La vivienda es un derecho, no un delito. Demandamos que los fondos se destinen a viviendas y no a represión. No puede haber habitantes sin agua limpia, alimento sano, techo y abrigo ni oportunidades iguales para todos”. En ese sentido, también rechazan el pago de la deuda, a la que definen como un “mecanismo de sometimiento de las grandes potencias para con regiones en vías de desarrollo. La deuda es con el pueblo, con su salud, educación y con el ambiente”.

Con respeto al protocolo sanitario de covid-19, marcharán en forma presencial debido a que “el reclamo virtual no ha alcanzado”, y alientan a organizaciones y a la población en general a sumarse a esta acción, que incluirá actividades culturales, en el marco de sus posibilidades. Días atrás, en la conferencia de prensa que llamó a esta acción global, Greta Thunberg había asegurado que “la gente que es menos responsable de esta crisis es la que más está sufriendo”, por lo que “no tenemos otra opción, porque este es un asunto de vida o muerte para mucha gente y no podemos quedarnos de brazos cruzados”.

Una lucha que la juventud, los trabajadores, la comunidad científica y los sectores más empobrecidos de la sociedad deberán librar en forma independiente de los Gobiernos y las corporaciones que nos trajeron a esta emergencia ecológica, climática y sanitaria.

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