En cada junta de consejo técnico escolar, más de millón y medio de maestros somos obligados a ver los videos de Esteban Moctezuma, una forma de hacer publicidad a la nueva reforma educativa.

Sulem Estrada, maestra de secundaria Agrupación Magisterial Nuestra Clase y Pan y Rosas
Martes 28 de mayo de 2019
En cada junta de consejo técnico escolar, desde que asumió la presidencia López Obrador, más de millón y medio de maestros somos obligados a ver los videos que Esteban Moctezuma, secretario de educación pública, graba para informar los supuestos avances del gobierno en materia educativa.
Estos videos no sólo son informativos, sino que contienen una enorme carga ideológica que halaga las decisiones del gobierno sobre la educación pública. Este material audiovisual es una forma de hacer publicidad a la nueva reforma educativa aprobada en el Congreso y a todas las decisiones político-administrativas que toman sin consultar al magisterio y contribuye a confundir a las y los docentes, pues la información que brinda está plagada de maquillaje y en muchas ocasiones de abiertas mentiras.
En el video de la quinta sesión de las JCTE, aparecen en escena varios docentes que dicen estar contentos porque se les toma en cuenta y se ha escuchado su opinión alabando los foros educativos que el gobierno de la 4T promovió para “consultar” al magisterio. Si bien dichos foros se llevaron adelante, fueron hechos en horarios laborales y a la mayoría de las y los maestros no se les permitió asistir. Peor aún, los lugares fueron copados por los charros y la participación fue restringida para algunos cuantos. Una verdadera consulta al magisterio tendría que haberse hecho a través de asambleas, escuela por escuela para garantizar que todas y todos los maestros pudiéramos participar y podría haberse hecho, por ejemplo, en el tiempo del CTE.
El mensaje de la quinta sesión del CTE giró en torno a la supuesta descarga del trabajo administrativo que las y los maestros hacemos generalmente fuera del horario de trabajo o al mismo tiempo que debemos atender a los alumnos, lo que implica para los maestros una enorme presión. A pesar de que se prometió que esta carga iba a disminuir a través del nuevo acuerdo de evaluación, la realidad es que hasta ahora la carga laboral sigue igual para las y los maestros en las escuelas y fuera de ellas.
Asimismo, el secretario de educación pública planteó de manera tramposa que la repudiada reforma educativa de Peña Nieto estaba por abrogarse, pero ocultando que la propuesta de reforma que en ese momento se estaba discutiendo y que posteriormente se aprobó era continuidad de la reforma anterior, dando lugar a una “abrogación” totalmente engañosa.
En esta sexta sesión del CTE Moctezuma vuelve a la carga con el mismo tema: la alabanza a la nueva reforma educativa calificándola por un lado como un acuerdo educativo, partiendo de la premisa de que los docentes fuimos consultados a través de los foros y las encuestas y por otro como un gran logro para el magisterio.
Ambas declaraciones son una total falsedad pues ¿cómo puede una reforma que no fue planteada ni acordada desde abajo por todos los maestros en cada escuela y que implica la continuidad en los planes neoliberales para la educación ser un logro para las maestras y maestros?
Leer: Reforma educativa de AMLO, ¿continuidad de los planes neoliberales para la educación?
Moctezuma habla también de la revalorización de los maestros indicando que en el texto constitucional se les reconoce como “agentes fundamentales del proceso educativo”; sin embargo, por la vía de los hechos para el gobierno y el sindicato seguimos siendo un cero a la izquierda, como pudo comprobarse con el magro aumento salarial de tan sólo 3.35%, que negociaron el gobierno y el SNTE a espaldas de los maestros. Una verdadera revalorización de los docentes no puede venir de la mano de mantener salarios miserables.
Otro tema que plantea es la continuidad de las evaluaciones docentes. Bajo el engaño de haber eliminado la punitividad de las evaluaciones, el secretario de educación indica que existirán ahora evaluaciones “diagnósticas” para el ingreso, la promoción y el reconocimiento de los docentes. Lo que no dice es que las evaluaciones a los maestros en servicio, así como la capacitación, estarán ligadas a los estímulos salariales, tal como se hacía con carrera magisterial, lo que profundizará la desigualdad salarial entre docentes y generará una separación perversa entre docentes “de primera” y “de segunda”.
Por otro lado, Moctezuma tocó el tema de la nueva boleta de evaluaciones, la reprobación y el rezago educativo. Sabemos que el tema de la “aprobación automática” genera debate entre las y los maestros, pues mientras algunos defienden la necesidad de reprobar a los alumnos que no alcanzan los aprendizajes esperados, otros sostienen que en nada les favorece repetir el ciclo escolar si las causas que originan la reprobación se mantienen. Es necesario que entre las y los maestros exista un debate abierto y fraterno que apunte a reflexionar profundamente sobre este tema para que entre todos los involucrados en el proceso educativo atendamos las causas que no sólo son educativas sino también sociales.
En este sentido pensamos que la imposición desde arriba de una directriz no puede ser eficaz para resolver el problema de fondo y que solamente apunta a maquillar las cifras; es decir, que como se viene haciendo desde hace mucho tiempo, detrás del discurso de atender el problema del rezago a través de la aprobación automática, únicamente se pretende encubrir las cifras de reprobación y rezago y no se atiende el problema de raíz pues la preocupación primordial no se encuentra en las niñas y niños, sino en elevar las cifras de eficiencia terminal de la educación básica. Esta práctica abona a los planes neoliberales de mayor ignorancia y más mano de obra barata.
La mayoría de las maestras y maestros, que somos quienes estamos día a día con los alumnos, sabemos que mientras no se atiendan los problemas estructurales de los niños –falta de alimentación adecuada, abandono, trabajo infantil, problemas de drogas y un largo etcétera- y mientras no existan en las escuelas grupos multidisciplinarios con psicólogos, orientadores educativos, trabajadores sociales, médicos, etc. no se van a resolver los problemas de reprobación. Mientras sigamos atendiendo a cincuenta alumnos por grupo y las condiciones materiales de las escuelas no mejoren, seguiremos arrastrando esta situación que vulnera terriblemente a los niños, niñas y jóvenes que cursan la educación básica. Es por ello que las maestras y maestros organizados en Nuestra Clase pensamos que la lucha por una educación pública que verdaderamente responda a las necesidades de los hijos de los trabajadores no sólo sigue vigente sino que es más urgente que nunca.
Mientras el secretario de educación pública hace proselitismo a favor de la reforma educativa de manera mentirosa y engañosa para confundir y pasivizar al magisterio, todo lo que realmente se ha visto hasta ahora, salvo por la eliminación de la evaluación ligada a la permanencia, es la continuidad de la reforma anterior con palabras distintas. Nosotros pensamos que necesitamos organizarnos escuela por escuela y que no podemos esperar que venga algún cambio positivo para las y los maestros o para la educación pública de la mano de quienes continúan con los planes de los organismos financieros internacionales, sino que tenemos que luchar para cambiarlo todo.
Si coincides con esta perspectiva, te invitamos a organizarte con nosotros en la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase.
*Sulem Estrada es maestra de secundaria, ex candidata independiente al Congreso de la Ciudad de México e integrante de la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase y de la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas.

Sulem Estrada, maestra de secundaria
Maestra de secundaria