Ser mujer y pobre, no debe ser motivo para criminalizarme por decidir sobre mi cuerpo, para conquistar este y otros derechos es necesario movilizarnos de manera independiente y sin confianza en el gobierno.
Viernes 3 de agosto de 2018
La mayoría de las estudiantes del IPN que somos mujeres provenientes de provincia o de zonas populares, enfrentamos muchas adversidades para lograr acceder a una educación superior, a diario padecemos condiciones de acoso e inseguridad de la zona metropolitana para llegar a las instalaciones en las cuales las condiciones no son muy distintas al exterior.
Ser alumnas o egresadas del IPN no nos exenta de la brecha salarial, del acoso, de las desapariciones forzadas, o del feminicidio que cada vez se recrudece más, pues las estadísticas no ven grado de estudios solo clase social.
A pesar de la cantidad de anticonceptivos a los que tenemos acceso, ninguno de ellos es 100% efectivo y la mayoría de ellos tiene efectos secundarios a la salud de la mujer, y para nosotras como estudiantes el embarazo y la maternidad son difícil de sobrellevar.
En la actualidad la interrupción legal del embarazo ha sido una opción que algunas de nosotras hemos elegido, gracias a ella hemos podido continuar con nuestros estudios y tener un control sobre nuestra salud sexual. "La maternidad no debe ser un castigo sino una elección".
El derecho al aborto es algo que debemos defender, pues a las mujeres no solo se nos criminaliza por recurrir a la interrupción del embarazo, si una de nosotras decide seguir con el embarazo, se nos señala de promiscuas, y si acudimos a dar a luz en las instituciones públicas, padecemos violencia obstétrica, desde falta de atención hasta escuchar frases como “así como abrimos las piernas ahora debemos soportar el dolor del parto”.
Fuera de la comunidad politécnica la realidad de miles de mujeres es peor, no cuentan con acceso a educación o a servicios básicos de salud, lo que hace que la tasa de embarazos a temprana edad aumente, y que debido a su situación económica la responsabilidad de otro ser vivo representa un gran peso que muchas veces terminará en aborto espontáneo en las líneas de producción, trabajo infantil, violencia intrafamiliar o abandono del infante.
En un país donde el aborto aún siendo espontáneo está penado con cárcel, donde la discriminación laboral se muestra con una brecha salarial de 34% y despidos de la mujer por embarazo, las mujeres pobres, las estudiantes, las trabajadoras, en la búsqueda de interrumpir el embarazo recurren a abortos clandestinos en lugares insalubres con trato inhumano o autoinducidos, provocandoles la muerte. "Las ricas abortan, las pobres mueren".
Desde los recientes acontecimientos en Argentina se ha levantado una marea verde de miles de mujeres cuya demanda en unísono es “¡Aborto Legal Ya!”. Dicha demanda ha escandalizado a los sectores más conservadores, los cuales en contubernio con la iglesia han hecho campañas para desprestigiar la lucha de las mujeres ocupando “la moral” como arma principal.
Ante una problemática real donde la interrupción del embarazo es un hecho que lleva a la muerte a las mujeres pobres, defendamos el derecho al aborto como los grandes movimientos de mujeres que salieron a las calles para pelear por sus derechos y que gracias a ellas hoy nosotras tenemos acceso al voto y a la educación, porque los derechos no nos los conceden, los ganamos en las calles.
Desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas en el Politécnico hacemos un llamado a poner la ciencia al servicio de las mujeres de los sectores más oprimidos. Para que quiénes ya recurren a esta práctica por presiones sociales y económicas lo hagan de forma segura, y para que todas tengamos la interrupción del embarazo como opción, levantamos una gran campaña por la legalización del aborto, unámonos a la exigencia para que este sea despenalizado, y que vaya de a mano con una política integral de salud sexual, donde se brinde educación sexual para decidir, acceso irrestricto a anticonceptivos para no abortar y aborto libre, legal, seguro y gratuito para no morir.
Movilizate con Pan y Rosas en la siguiente ruta: