El día de ayer, en el foro “análisis de la alerta violencia de género”, se dieron cita más 100 estudiantes y trabajadoras de distintos sectores de la industria y servicios en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UNAM) para discutir la enorme necesidad de hacerle frente a los miles de asesinatos y violencia que viven a diario las mujeres a lo largo y ancho del país.
Viernes 11 de septiembre de 2015
Su destacado panel contó con la presencia de Irinea Buendía madre y activista contra el feminicidio del Estado de México, Miriam Hernández trabajadora del STUNAM, Irina Layevska promotora de Derechos Humanos y Alejandra Toriz integrante de Pan y Rosas México.
La violencia machista es la primera causa de muerte de mujeres a nivel mundial; miles son asesinadas cada año sólo por el hecho de ser mujeres. En México el 65% de las mujeres han sufrido violencia, estiman fuentes oficiales (INEGI), y muchos de estos casos terminan en asesinatos; sólo en 2012 se registraron 7.3 asesinatos de mujeres, es decir, cada 3 horas con veinte minutos le arrebatan la vida a una de nosotras.
En los últimos años la violencia contra las mujeres ha aumentado de manera alarmante. Entre 1985 y 2013 fueron asesinadas al menos 44,646 mil mujeres. Tan solo en 2013 murieron de forma violenta 2, 502 mujeres en México.
La mayoría de estos casos no se investiga adecuadamente, lo cual abona al crecimiento de la impunidad y la injusticia en el país. A esto se suma el ataque a las luchadoras sociales y por otro lado el engrosamiento desmedido de las redes de trata y prostitución, al amparo de la impunidad y militarización del país.
A pesar del alarmante aumento en el número de víctimas durante todos estos años, las autoridades estatales y federales se han caracterizado por minimizar el problema, juzgar a las víctimas y proteger a los asesinos y sus cómplices. Fue hasta el 2013 que después de años de lucha por parte de madres, familiares y organizaciones de derechos humanos, que se implementa la tipificación del feminicidio en Ciudad Juárez, sin que esto frenara los asesinatos de mujeres en la entidad.
En un hecho histórico para familiares de mujeres asesinadas, el pasado 25 de marzo de 2015 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió con carácter urgente que el caso de Mariana Lima, –asesinada en 2010 por su esposo, el agente judicial de la PGJEM, Julio César Hernández Ballinas-, fuera reabierto e investigado por el gobierno de Eruviel Ávila como feminicidio y no como suicidio. Dicho fallo fue posible gracias a la incansable batalla que ha dado su madre Irinea Buendía, lo que la ha convertido en un referente histórico en el combate contra el feminicidio y la impunidad, junto a figuras como Norma Andrade, fundadora de Nuestras Hijas de Regreso a Casa.
Activación de la Alerta de Violencia de Género (AVG)
Después de que el año pasado el gobernador mexiquense Eruviel Ávila declarara: “hay cosas más graves que atender, que los feminicidios”, dichos que son acordes a la estrategia del conjunto de los gobiernos de todo el país de ignorar y menospreciar los casos de feminicidios y desapariciones de mujeres así como los reclamos de justicia de sus familiares. A pesar de que se denunciaban, según cifras del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio (OCNF), que ocurrieron del 2005 al 2010, 922 feminicidios, y de marzo de 2011 a diciembre de 2012 otros 563 en el Estado de México.
Como un hecho histórico recientemente la Secretaría de Gobernación emitió la Alerta de Violencia de Género (AVG), para once municipios del EdoMex , ante la cual familiares en busca de sus hijas vienen alertando que podría tratarse de una estrategia política para hacerse de recursos públicos con fines electorales, a la par del aumento de la “militarización” supuestamente para erradicar la violencia machista.
¡Contra la violencia a las mujeres… nos organizamos!
A lo largo de todo el foro se reflejó en las ponencias que la violencia a las mujeres va más allá de la denominada ‘violencia doméstica’ y el ámbito individual, y tiene que ver con una larga cadena de violencias, que el Estado legitima y reproduce.
Irenea Buendía explicó que el motor de su lucha es la sed de justicia para su hija Mariana Lima Buendia, y no piensa detenerse hasta conseguirlo, ya que estos asesinatos deben frenarse.
Irina Layevska, por otro lado, mencionó la situación de violencia y discriminación que enfrentan las mujeres trans y de la comunidad sexo diversa por tener una identidad de género distinta a la heteronormativa, razón por la cual, en este sistema machista, se les castiga duramente.
En tanto Miriam Hernández desarrolló las condiciones estructurales en las que se da la violencia desde que las trabajadoras y estudiantes salen de sus casas para ir a trabajar o a sus escuelas, el acoso sexual que enfrentan, a la par de tener menores salarios y cargas extras de trabajo, planteando varios ejemplos de luchas destacadas por mujeres como la huelga en la fábrica de calzados Sandak, en resistencia desde hace cuatro años, sostenida principalmente por sus trabajadoras, quienes enfrentan los abusos de la patronal y los violentos atropellos que ya se han cobrado una trabajadora fallecida.
Alejandra Toriz, integrante de Pan y Rosas, explicaba la urgente necesidad de levantar una fuerza militante para enfrentar la violencia contra las mujeres, denunciando que una vez más #FueElEstado el que no solo es responsable de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y del asesinato luchadores sociales como Nadia Vera, sino también de sentar las bases estructurales para que la violencia se desarrolle impunemente, teniendo su rostro más despiadado en los asesinatos de mujeres que fueron violadas y torturadas.
Al tenor de estas ideas hace un llamado a impulsar la campaña #NiUnaMenos ya que contra la violencia a las mujeres la única salida viable es estar organizadas, en clave independiente retomando lo más progresivo de la Alerta de Violencia de Género (AVG) y construyendo una alternativa política de la juventud, las mujeres y los trabajadores que nos prepare para enfrentar a estos gobiernos patronales y machistas, a la par de terminar con este sistema capitalista que sienta las bases estructurales para que se reproduzca la opresión y explotación.
Para ello invito a llevar la campaña a distintas escuelas y centros de trabajo para denunciar con fotos, afiches y movilizaciones bajo el lema de #NiUnaMenos sumándose a la campaña que existe ya en varios países de América Latina.
