La odisea de estudiar y trabajar en la zona metropolitana puede llegar a costar hasta mil pesos mensuales. El boleto educativo gratuito, una demanda cada vez más urgente.
Viernes 8 de abril de 2016 09:00
Los aumentos dictados por el Ministerio de Transporte de Dietrich, en los distintos medios de transporte público son de, al menos, el 100%. El colectivo pasa de un mínimo de $3 a $6, el tren, dependiendo la línea, de $2 a $4. Para los estudiantes, muchos de los cuales dependen de sus familias y, tantos otros, son jóvenes trabajadores, esto tiene un gran impacto en sus posibilidades de movilización cotidiana.
Para ir a los colegios, terciarios o facultades, de mínima se toman dos veces un medio de transporte. Teniendo en cuenta que en secundarios, casi el 50% de estudiantes son del conurbano bonaerense, de terciarios cerca del 70% y, en la UBA, según el último censo, el 40%, la cantidad de medios de transporte que se utilizan, aumenta.
Veamos algunos números. Para un estudiante que sólo se toma un colectivo para ir y volver de su lugar de estudio, el gasto en viático mensual pasa de ser, mínimo, de $120 a $240 y, máximo, de $188 a $280. Ahora, pensemos alguien que viaja desde el primer cordón de la provincia de Buenos Aires hacia la CABA y debe tomarse un colectivo y un tren. Su gasto mensual pasa de ser, mínimo, de $300 a $400 y, máximo, de $308 a $520.
Estos números no se pueden pensar en abstracto. Recordemos que más de la mitad de los trabajadores de la Argentina cobran $6500, siendo que la canasta familiar actualmente está rondando los $16000. Según las últimas estadísticas, 3 de cada 4 jóvenes se encuentran precarizados, recibiendo salarios miseria y malas condiciones laborales. Al tarifazo del transporte hay que sumarle los de luz, gas y agua y la inflación que no para de crecer. El macrismo ajusta y todo aumenta, todo menos los sueldos.
Para un trabajador promedio que osa estudiar, sus gastos en transporte se duplican si tenemos en cuenta los viajes a su lugar de trabajo. Si toman un solo colectivo en cada viaje, el gasto pasa a ser mínimamente de $240 a $480 y de máxima, de $376 a $560. Si tienen que hacer la combinación de colectivo y tren cada vez que viajan, su gasto aumentará de $600 a $800 y de $616 a $1040. Esto implica hasta un 16% de su sueldo, una cifra escalofriante. Y sólo teniendo en cuenta el estudio y trabajo, sin pensar en salir a divertirse o tener un rato de ocio. ¿Acaso tienen que elegir?
Si nos organizamos, viajamos todos
La educación pública se vuelve cada vez más expulsiva. La marcha del miércoles pasado en reclamo del Boleto Educativo Gratuito expresó la bronca de miles de estudiantes que salieron a la calle a hacerse escuchar. Como se fue reflejando en este diario, en los distintos lugares de estudio tuvo gran adhesión esta demanda y el proyecto de ley presentado en la legislatura porteña por Patricio del Corro (PTS-FIT), el único legislador que acompañó a los estudiantes en la movilización.
Este proyecto propone un Boleto Educativo Gratuito no sólo para estudiantes de secundarios, terciarios y universidades, sino también para docentes y no – docentes. Miles de docentes de la UBA trabajan sin cobrar un solo peso, en la categoría mal llamada “Ad-honorem” y ahora encima, el costo de ir a trabajar va a ser mucho mayor. Los no docentes son un sector muy golpeado por la precarización laboral, no siendo reconocidos como trabajadores de la universidad, sino teniendo contratos basura a través de empresas que se la llevan en pala.
La pelea por esta demanda histórica del movimiento estudiantil recién empieza. La marcha del miércoles fue el primer paso para conquistar el Boleto Educativo Gratuito. El proyecto de ley presentado por el Frente de Izquierda, el único que no se limita sólo a los universitarios, es un gran punto de apoyo a esta lucha. Pero esto no puede quedar solo en las cuatro paredes de la Legislatura. El desafío por delante es la unidad de estudiantes, docentes y no docentes para multiplicar las voces por el boleto y que se escuche bien fuerte que el tarifazo no va a pasar.