En la zona norte del Gran Buenos Aires, al igual que en otros rincones del país los militantes del PTS estamos realizando un curso sobre los 70.
Martes 17 de mayo de 2016
Jóvenes trabajadores, estudiantes, docentes y obreros de distintas fábricas reflexionamos junto a José Montes, fundador y dirigente nacional del PTS, en torno a la idea de revolución. No era una tarea sencilla, hace 35 años que no hay revoluciones clásicas en el mundo y la burguesía ha intentado sin descanso borrar esta idea del horizonte. Muchas veces, cuando hablamos de la necesidad de un partido revolucionario que tenga la perspectiva de un cambio profundo de la sociedad, nos remontamos a 99 años atrás y tomamos como ejemplo la gran Revolución Rusa. Pero esta vez quisimos buscar una experiencia más cercana en el tiempo. Por eso nos propusimos reflexionar sobre el último ascenso obrero en Argentina, para pensar el balance y las lecciones de ese ensayo revolucionario que protagonizó la clase obrera y la juventud de nuestro país.
Comenzamos haciendo un recorrido sobre el contexto internacional. El Mayo Francés había abierto una etapa revolucionaria a nivel internacional y la lucha de clases se esparcía por los continentes. De ambos lados del muro de Berlín, en los países imperialistas y también en los periféricos. El fin del boom económico de la posguerra afectaba directamente las conquistas que las familias obreras habían obtenido y para la juventud se borraba la perspectiva de ascenso social. La guerra de Vietnam, por su parte, golpeaba en el corazón del imperialismo, millones se movilizaban en el propio EEUU y en todo el globo repudiando el ataque a ese pequeño país asiático. En ese marco en Argentina, el Cordobazo abría una situación revolucionaria, que tuvo sus ecos en las distintas provincias. Daba nacimiento al clasismo, cuyo fenómeno analizamos, determinando sus aspectos progresivos..Pero también cuáles fueron los límites que le impidieron convertirse en una referencia política para el conjunto de la vanguardia obrera, que en Córdoba y el resto del país ganaba las calles con barricadas y cuestionaba la propiedad capitalista tomando las fábricas con métodos combativos. Discutimos con Tosco y su corriente, cómo más allá de su combatividad, levantó una política de conciliación de clases que terminó siendo funcional al peronismo, al ser un freno para desarrollar una alternativa de independencia política de la clase obrera.
En el tercer encuentro, estudiamos cómo la burguesía buscó desviar ese proceso revolucionario trayendo a Perón devuelta a la Argentina, luego de 18 años de proscripción. Generando grandes ilusiones en las masas por el regreso del viejo líder. Vimos cómo el breve gobierno de Cámpora fue impotente para contener toda esa energía social que se venía desarrollando. Y cómo Perón toma las riendas en sus manos girando lo más a derecha que pudo. Comenzando por la masacre de Ezeiza, haciendo golpes de palacio al propio Campora y a los gobernadores de la izquierda peronista (Córdoba, Buenos Aires, Mendoza y Salta) y poniendo en pie bandas fascistas paraestatales, más conocidas como Triple A, para atacar a sangre y fuego a la vanguardia. Poder analizar esto, fue muy importante, ya que cotidianamente discutimos con compañeros de trabajo y de estudio que se reivindican kirchneristas o que tienen simpatía por el kirchnerismo, y por lo tanto con Cámpora y Perón. Para nosotros es importante derrumbar ese mito, porque los trabajadores y los jóvenes de este país derramaron demasiada sangre por un líder que no dudo en usar la Triple A, para asesinar y torturar a aquellos que luchaban por transformar el mundo, incluyendo a los propios militantes de la izquierda peronista.
En el último encuentro, nos abocamos al análisis de cómo la agudización de la crisis económica internacional, por el aumento de los precios del petróleo, repercutió en Argentina. El brutal ataque a las masas que intentó hacer el gobierno de Isabel, con el Rodrigazo. Y cómo en ese contexto surgen las coordinadoras interfabriles que protagonizaron la primer huelga general contra un gobierno peronista. Indagamos en cuáles fueron sus límites y las comparamos con los cordones industriales chilenos, que había sido la experiencia más desarrollada del período en Latinoamérica. Observamos que ya en 1975 Argentina se encontraba rodeada de dictaduras militares, que estaban aplastando a los trabajadores del Cono Sur y cómo esto repercutía inevitablemente en nuestro país fortaleciendo a la derecha fascista y debilitando a los trabajadores. Esto nos llevó a discutir la actual crisis de Brasil. Para nosotros tiene una importancia estratégica que los trabajadores brasileros derroten el golpe y el ajuste que les quieren imponer, porque si la derecha triunfa en Brasil, también se fortalece en Argentina. Para quienes nos consideramos marxistas el internacionalismo es un problema estratégico, no moral o folclórico.
A lo largo del curso fuimos haciendo un balance crítico de cómo intervinieron las distintas corrientes de la época y en particular del PST. Comprender cuáles fueron sus aciertos y cuáles fueron sus errores, haciendo el ejercicio de pensar cuál hubiese sido la política correcta, nos ayudó a pensar como nos preparamos hoy. La principal conclusión a la que abordamos fue que la falta de un partido revolucionario llevó a la mayor derrota sufrida por la clase obrera argentina. Hacer este balance de los ‘70 nos permite pensar el hoy, partiendo de comprender el marxismo como una guía para la acción, en el sentido leninista. Y comprender como una tarea de primer orden la construcción de un partido revolucionario de combate, fuertemente enraizado en la clase obrera, que pueda, con un programa y con una estrategia correctas, dirigir y llevar a la victoria a la clase obrera y el pueblo pobre en un futuro ascenso revolucionario. Este no fue un curso de historia con intenciones académicas, para nosotros conocer los 70 es para sacar lecciones. Porque los trabajadores no partimos de cero, sino que tenemos una rica experiencia, desde la cual debemos prepararnos para actuar frente a los escenarios que la lucha de clases nos presente.
Comentarios de los compañeros que participaron del curso
Roxana, docente SUTEBA Tigre: “Me pareció un curso didáctico, llevadero. Con mucha información audiovisual, que facilita el acceso ya que trabajando largas jornadas se dificulta bastante la lectura. Se notó que fue un curso pensado y preparado para esta nueva etapa que estamos atravesando.”
Romina, estudiante terciario: “Llevo a que los compañeros nos formemos mucho más estratégicamente en la construcción de partido. Considero que al mismo tiempo sirve para discutir la ideología peronista en el movimiento obrero y estudiantil.”
Lujan, joven trabajador: “El curso de los 70’ no sólo me ayudo a reforzar mi formación teórica, sino que me dio herramientas para discutir con fundamentos históricos actuales a compañeros independientes. Logramos entender cuál es la importancia de analizar estratégicamente el pasado y también la actualidad, al unirlo con los sucesos ya conocidos en Brasil. Sobre las discusiones: la de quien dirigía a las coordinadoras interfabriles, que resultó ser la juventud peronista, me pareció muy interesante. Desde ese punto a mí me gustaría analizar más los qué, cómo y porqué. Y la otra discusión que me sirvió mucho fue la del por qué Perón dio todas esas concesiones que hasta hoy le siguen dando confianza a la casta política que se reivindica peronista.”
Cristina, docente de SUTEBA Tigre: “Una de las discusiones que más me intereso fue saber que falto un partido.”
Tomi, estudiante de San Fernando: “Lo que más me gusto fueron las citas de Trotsky que dijeron y como lo ligaban a la discusión estratégica de los 70. Es una manera de conocer más al partido y su tradición. El último encuentro me ayudó con lo de Brasil, utilice esa discusión para invitar gente al acto. Me pareció interesante las discusiones que se armaron en base a qué hicieron (o qué no) la dirigencia de las vanguardias con los avances del fascismo. Me parece interesante repensar ese contexto para una futura y ajustada lucha de clases. Me sirvió para poder explicar con ejemplos y no tanto con teorías, cómo funciona el sistema capitalista y explicar de manera crítica el rol del peronismo, que utiliza a la clase obrera para negociar con el imperialismo yanqui”.
Trabajador ferroviario: “Se realizó una selección muy buena sobre ejes y discusiones que se tomaron. La discusión de clasismo y la última sobre Brasil expresaron hasta el final el potencial que abren estos talleres. Echan luz sobre elementos que muy comúnmente utilizamos como clasismo e internacionalismo.”
Trabajador ferroviario: “Ayudo bastante a consolidar nuestro balance de los 70 y las lecciones que sacamos (construcción de partido), ya que había en general una idea de lo que fue la experiencia de los 70 pero influenciada por alguno de los balances oficiales (el del kirchnerismo), sirvió para clarificar los acontecimientos y nuestra lectura y balance que hacemos de las acciones de la clase y la orientación de los diferentes partidos que intervinieron. No tomamos como historia muerta sino que sacamos las lecciones para hoy, mostrando la diferencia de nuestro partido con el resto de la izquierda. Personalmente me gustó mucho el último encuentro porque condenso y cerro las discusiones que se abrieron en los otros encuentros y aporto a los compañeros (esa fue mi impresión). Note en los grupos de estudio mucho interés de conocer más sobre la historia del peronismo.”
Vero, docente de San Fernando: “Pensar los 70 nos recuerda las lecciones más importantes que se sacaron y el "qué" y el "cómo" se puede llegar a vencer desde el trotskismo”
Jazmín Jimenez
Licenciada en Sociología