Un estudio llevado en México, con réplicas en Brasil, Francia, Líbano, India y Sudáfrica, busca eliminar la identidad transgénero de los manuales de enfermedades mentales.

Leah Muñoz @leahdanmunoz
Martes 2 de agosto de 2016
Hace unos días, en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz de México se presentó un primer estudio científico que pretende que la identidad transgénero sea eliminada de la clasificación de trastornos mentales de importantes organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Psiquiátrica Americana.
Despatologizar lo trans
El estudio titulado “Eliminando la identidad transgénero de la clasificación de enfermedades mentales: un estudio de campo para la CIE-11 en México”, publicado en la revista The Lancent Psychiatry, consistió en entrevistar a 250 personas transgénero de entre 18 y 65 años de edad que recibían servicios de atención médica en la clínica Condesa (única clínica pública de la Ciudad de México en otorgar servicios sanitarios a personas trans).
El trabajo, apoyado en modelos estadísticos, concluye que la violencia y el rechazo social son algunos de los factores sociales que más angustia y problemas psicológicos generan en personas transgénero.
Así el distrés (estrés provocado por violencia y rechazo social) y la disfunción, que muchas veces llevan a problemas psicológicos más profundos, tienen raíces sociales.
“El estigma que asocia trastornos mentales a la identidad transgénero ha contribuido a la precaria situación legal y a violaciones de los derechos humanos de las personas trans”, menciona Geoffrey Reed, autor del estudio y profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“La definición de la identidad trans como un trastorno mental ha sido utilizada para denegar la asistencia sanitaria y ha contribuido a la percepción de que las personas transgénero deben ser tratadas por especialistas en psiquiatría”, añadió Reed.
En dicho estudio, los entrevistados mencionaron haber asumido su identidad transgénero durante la infancia o adolescencia (entre los 2 y 17 años de edad), periodos en los que sufrieron más rechazo social.
El 90% de los entrevistados señaló que durante la adolescencia presentaron problemas académicos, laborales, familiares y sociales. El 83% indicó que enfrentó problemas psicológicos relacionados con la depresión por su identidad de género.
Por otro lado, el 76% sintió rechazo social de parte de familia, amigos y compañeros de trabajo debido a su identidad de género y/o su orientación sexual. Por último, el 83% indicó que al menos una vez en su vida ha sufrido violencia transfóbica.
“Las tasas de experiencias relacionadas con la exclusión y la violencia son extremadamente altas, lo que pone en relieve la necesidad de políticas y programas para reducir la estigmatización y la persecución de esta población”, señaló Rebeca Robles, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría de México.
Sociedad machista, transfóbica y patriarcal
Históricamente, la clínica en la sociedad capitalista ha fallado en la comprensión de la diversidad de expresiones, experiencias y formas de ser lo humano catalogando como “enfermo” todo aquello que salga del “orden” establecido.
Múltiples formas de experimentar la sexualidad y la identidad, fuera del orden hegemónico heterosexual y reproductivo en la sociedad capitalista, han pasado por el juicio patologizante, para después quedar en la historia de aquellos intentos fallidos de encorsetar los cuerpos y la sexualidad.
Así como la homosexualidad por mucho tiempo fue condenada como una enfermedad mental- ha sido mediante las décadas de lucha política por sus demandas que este sector se ha hecho visible y ha ganado algunos derechos formales- hoy las identidades trans todavía se encuentran en los manuales patologizantes de la psiquiatría.
Este estudio es un avance en reconocer que la angustia y los problemas emocionales por los que pasan muchas personas transgénero no son resultado de una “identidad enferma”, -como históricamente se ha hecho creer- sino que tienen raíces sociales en el enfrentamiento con una sociedad patriarcal que con su violencia transfóbica y marginación hacia la diferencia sexogenérica enferma a las personas.