En festejo del aniversario 125 de creación del Colegio Militar, Evo Morales promete cerca de 2 millones de dólares para fortalecer los aparatos represivos del Estado.
Martes 19 de abril de 2016
Foto: ABI
Este lunes 18 de abril, en la ciudad de La Paz, el presidente Evo Morales celebró los 125 años de creación del Colegio Militar del Ejército. Como parte de los festejos prometió 13 millones de bolivianos para ejecutar obras en beneficio de esta institución castrense.
En esta ceremonia Evo Morales señaló que "En un centro militar siempre habrá un pensamiento de civismo y patriotismo y nuevos o futuros oficiales de las Fuerzas Armadas para servir a la patria" (…) "Tenemos que tener una propia doctrina del pueblo y no del imperio, nacionalistas y nuevos oficiales al servicio del pueblo y para defender el territorio y recursos naturales, una doctrina de dignidad y soberanía. Esa es la gran responsabilidad".
Lo que queda claro del discurso y la práctica “descolonizadora” de este gobierno es que las Fuerzas Armadas asumen bajo el “proceso de cambio” el rol de baluartes del Estado burgués y de garantes del orden capitalista, sostenida en su esencia histórica antiindígena, anticampesina y antiobrera.
Las Fuerzas Armadas, como muchas veces lo ha señalado Evo Morales, están llamadas a jugar un papel importante en el esquema de poder actual. En ese sentido, se han beneficiado durante este gobierno con aumentos de presupuesto, mejoras en los sueldos y dotación de equipos. Pero también, este pacto reaccionario entre el gobierno del MAS (Movimiento al Socialismo) y las Fuerzas Armadas, ha garantizado que no sean investigadas estas instituciones castrenses por los crímenes cometidos bajo las dictaduras militares y los anteriores gobiernos civiles.
Al ser las Fuerzas Armadas junto a la policía los instrumentos de opresión de los trabajadores y los garantes del orden burgués, lo que se pretende, desde el punto de vista histórico de la clase obrera, es reemplazar el ejército regular por un sistema de milicias obreras y campesinas, que sean instrumento de autodefensa del pueblo. Por lo mismo, defendemos el derecho y la necesidad de los trabajadores y el pueblo pobre de aprender el manejo de las armas y contar con los conocimientos militares, en condiciones y con métodos contrapuestos a los que rigen en las Fuerzas Armadas actuales, como el derecho a la organización sindical y pleno respeto a los derechos democráticos y civiles de la tropa.