Evo Morales inició su tercer mandato consecutivo este jueves 22 de enero (V aniversario del Estado Plurinacional) en un acto oficial que contó con la presencia de más de 40 delegaciones de diferentes países, entre ellas, el subsecretario de Estado para la Democracia y Derechos Humanos de Estados Unidos, Tom Malinowsky. Este acto estuvo precedido, el día miércoles, con una serie de ceremonias y rituales andinos llevados a cabo en la localidad de Tiahuanaco, lugar que alberga importantes ruinas prehispánicas, en un intento de reafirmar el discurso oficial de que este gobierno se basa en los movimientos sociales y en la inclusión de los pueblos indígenas.
Viernes 23 de enero de 2015
A este acto protocolar también asistieron delegaciones de importantes sindicatos y organizaciones campesinas e indígenas del país, como la Central Obrera Boliviana (COB) y la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), entre otros. Días antes el gobierno tuvo que sortear importantes manifestaciones de protesta que amenazaban empañar la posesión, como fueron la huelga indefinida de 1600 obreros de la Empresa Nacional de Textiles (ENATEX), las amenazas de bloqueos por parte de la Federación Campesina Túpac Katari y la masiva huelga indefinida de los casi 5000 trabajadores municipales de la Alcaldía de La Paz que protestaban contra masivos despidos, y que fue resuelta apresuradamente horas antes del acto oficial.
Entre los elementos a destacar en el discurso de Evo Morales, están el anuncio de Morales de convocar a una Cumbre previa a un plebiscito nacional que “revolucione la justicia” ante la constatación del fracaso de las políticas dispuestas por el gobierno en años previos, como fue la elección mediante voto de los magistrados de los principales tribunales judiciales. Junto a este anuncio, que marca la agenda política doméstica, se refirió a que en esta gestión uno de los objetivos estratégicos será el logro de volver al “mar con soberanía”, apoyándose en la demanda existente ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya (CIJ). Asimismo, Morales se refirió a la continuidad de sus políticas macroeconómicas y anunció que para finalizar su gestión la extrema pobreza que oscila en un 19% será disminuida hasta un nivel del 8%. Este importante anuncio, sin embargo, fue mediatizado con el reconocimiento de que este año Bolivia no podría alcanzar las metas de desarrollo del milenio en materia de servicios básicos.
Por su parte, el Vicepresidente Álvaro García Linera, en una breve intervención política de 10 minutos afirmó que “no hemos venido a administrar mejor el capitalismo”, sino que habrían venido a conducir al país hacia el socialismo comunitario. Ya Morales se había referido en la ceremonia andina de Tiahuanaco, a que este socialismo no debe ser confundido con el socialismo occidental que habría fracasado con su par, el liberalismo económico. Sin embargo, tanto Morales como García Linera se abstuvieron de profundizar y precisar en qué consistiría este socialismo comunitario. Un elemento central de la jornada fueron las declaraciones del Canciller David Choquehuanca y del enviado de Obama, Malinowsky, para acelerar las negociaciones que permitan el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el país del Norte; relaciones que se interrumpieron luego de la masacre del El Porvenir el año 2008, donde más de 15 campesinos fueron asesinados por elementos de la derecha regional.
Con el control cada vez mayor del aparato judicial, el fuerte respaldo de las burocracias sindicales obreras y campesinas y una bonanza económica que por el momento se mantiene, este tercer mandato afirmará el fuerte carácter presidencialista del gobierno buscando sobre la base de ésta autoridad hacer frente a las amenazas del mercado mundial de las fluctuaciones y caídas de precios de las materias primas.
Al finalizar esta nueva gestión Evo Morales se habrá convertido en el Presidente que más tiempo ha gobernado Bolivia en forma continua, superando al primer presidente indígena que tuvo el país, como fue el Mariscal Andrés de Santa Cruz de Calahumana (1830) y Víctor Paz Estenssoro quien asumió el poder luego de la revolución del 52.
Finalizado el acto oficial organizaciones sociales, dirigentes, turistas con una nutrida participación de la Cámpora de Argentina, y funcionarios públicos se dirigieron al Estadio Hernando Siles dónde al son de conocidas bandas musicales, comida y bebida se festejó hasta altas horas de la noche.
