Con marco en la conmemoración de los 50 años de la masacre del “Jueves de Corpus”, se cumplen también 8 años del “halconazo” de Miguel Ángel Mancera.
Nancy Cázares @nancynan.cazares
Miércoles 9 de junio de 2021
Collage portada: Barriozona Magazine
Este 10 de junio se cumplen 8 años del episodio represivo conocido como el “halconazo” de Miguel Ángel Mancera, cuando poco más de una veintena de jóvenes fuimos detenidos de manera brutal y arbitraria al finalizar la movilización que conmemoraba los 42 años de la masacre del Jueves de Corpus.
A lo largo de estos años, que han implicado una constante movilización y una incansable labor por parte del equipo legal y acompañamiento por organizaciones defensoras de DDHH como la Coordinadora 1° de Diciembre, se ha logrado arrebatar resoluciones que sientan precedentes favorables en casos de represión y criminalización, como los que hicieron posible la modificación del artículo 362 del código penal de la CDMX. También se logró la emisión de una recomendación que, sin embargo, no sólo ha sido letra muerta, sino que también ha sido instrumentalizada por parte de las autoridades para justificar y sofisticar sus mecanismos represivos. Evidenciando esto que la verdad y la justicia que reclamamos las víctimas de la violencia estatal no vendrá de la mano de sus mismas instituciones.
En 2013, año de nuestra detención, fuimos parte de una generación que se movilizó junto al magisterio combativo en contra de las reformas estructurales, en particular en contra de la Reforma Educativa y asimismo enfrentamos la represión que, desde el gobierno del Pacto por México, se ejerció en contra de cualquier oposición a esta ofensiva neoliberal.
Entonces el Ejército y las fuerzas policíacas ya eran pieza clave en la imposición de estos planes y, como hoy junto a la Guardia Nacional, juegan un importante rol en la represión de movimientos y luchadores sociales. Para muestra no hace falta sino mirar hacia Chiapas, Oaxaca o Puebla, en donde cientos de jóvenes estudiantes de escuelas normales rurales enfrentan actualmente la represión de gobiernos encabezados por el partido oficial, Morena, que hace uso de cuerpos antimotines para golpear y detener a quienes se opongan a la imposición de una “nueva normalidad” aún más desigual para los que menos tienen.
Ya sea garantizando la imposición de reformas estructurales, la “nueva normalidad” o megaproyectos como la termoeléctrica en Morelos o el Tren Maya al sur del país, está claro que las fuerzas armadas, como cuerpo represivo, están y han estado al servicio de los intereses de empresarios y de la subordinación a Estados Unidos.
Ahí tenemos como ejemplo la subordinación en materia migratoria por parte del gobierno mexicano y en la cual fue clave el despliegue del Ejército y la Guardia Nacional en las fronteras. No es gratuito que los primeros presos políticos del gobierno de AMLO hayan sido defensores de los derechos de los migrantes como Irineo Mujica y que la violencia se haya desatado en contra de quienes defienden la tierra y los recursos de la voracidad y depredación capitalista.
A pesar de los discursos e intentos por apostar a la desmemoria de la llamada “Cuarta Transformación” —buscando inútilmente dar un nuevo rostro a las Fuerzas Armadas—, sigue pendiente la deuda con familiares y víctimas de la violencia desatada como consecuencia de la "guerra contra el narco" lanzada por Felipe Calderón, seguida por Peña Nieto y mantenida por AMLO.
Memoriales como el instalado en 2019 en las exoficionas de la Dirección Federal de Seguridad (que operó como centro de detención y tortura en los años setenta) en honor a las víctimas del "Halconazo", son el mínimo gesto de reconocimiento de los crímenes cometidos por el Estado mexicano, aún insuficientes para satisfacer la exigencia de reparación integral y de no repetición.
A 50 años de la masacre del Jueves de Corpus y a 8 años del “halconazo” de Mancera, ex detenidos del 10 de junio de 2013 marchamos en la Ciudad de México y nos sumamos a la convocatoria emitida por el Comité 68 Pro-Libertades democráticas para recorrer la ruta histórica de metro Normal al Zócalo capitalino, en punto de las 16:00 horas.
Esta jornada de lucha incluirá una protesta en la casa del expresidente Luis Echeverría, misma que recuerda a las manifestaciones frente a casas de otros genocidas en el cono sur, como el dictador chileno Augusto Pinochet y sus mandos militares, que enfrentan la vejez en condiciones de privilegio —muchas veces a costa del erario— sin haber comparecido por sus crímenes o habiendo transitado procesos penales amañados y garantes de su impunidad.
A 50 años del Halconazo convocan a jornada de lucha y a protesta en casa de Echeverría
A 50 años del Halconazo convocan a jornada de lucha y a protesta en casa de Echeverría
Hoy, como ayer, es indispensable unir nuestras voces a nivel nacional contra la represión, por comisiones independientes que arrebaten la verdad de las garras del Estado y por un gobierno de las y los trabajadores que garantice justicia para las víctimas, la disolución inmediata de los cuerpos represivos y la vuelta del Ejército a sus cuarteles. Llamamos a todas las organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos que se reivindican democráticas, a coordinarnos y movilizarnos unitariamente por estas demandas, sin confiar en el gobierno o los partidos patronales, ni en las instituciones de este régimen.
Repudio total a la represión en contra de las normales rurales. Ni un paso atrás en la lucha por el derecho de todxs a una educación laica, pública y gratuita. Ni un peso más para las fuerzas armadas que reprimen migrantes en las fronteras. Libertad de todos los presos políticos.
Invitamos a quienes coincidan con esta perspectiva a organizarse con nosotrxs en la Agrupación Juvenil Anticapitalista, la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase, la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas, la Agrupación Desde las Bases y el Movimiento de los Trabajadores Socialistas.
Halconazo nunca más, 10 de junio ¡No se olvida!
Exdetenidos del 10 de junio de 2013, militantes del MTS de México