La titular de la SEP, Delfina Gómez, aseguró que -según la evolución de los contagios de Covid19- ya se puede volver a la normalidad en las escuelas. Las maestras y maestros de educación básica del país rechazamos sus declaraciones, ya que conocemos las condiciones reales de los centros escolares.
Jueves 31 de marzo de 2022
La secretaria estuvo acompañada por el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, para expresar que, en la decisión de imponer la “nueva normalidad” en las escuelas, la Secretaría de Salud y la SEP están totalmente de acuerdo. Así, Delfina declaró que “ahorita, en atención a los resultados que se tienen por parte de Salud, con la que ha habido una muy buena coordinación y estamos de manera diaria al pendiente de cómo se dan los casos, ya hay las condiciones para que los pequeños y los jóvenes estén de manera normal en las escuelas”.
No importa si trabajar con grupos completos implica que no se cumplan las medidas de protección sanitaria establecidas por la misma SEP y la Secretaría de Salud en los protocolos de higiene, como el respeto a la sana distancia, la cual será imposible de mantener dado el hacinamiento en las escuelas urbanas. Ni que los alumnos no hayan sido vacunados, con el pretexto de que no se enferman gravemente de Covid, a pesar de que ya hubo cientos de menores fallecidos.
Las supuestas condiciones propicias para que ya regresen todos los alumnos a los centros educativos, no son más que una justificación que obedece a la presión empresarial para que se termine de reactivar la economía a toda costa, para lo cual normalizar la actividad de las escuelas, que sirven de resguardo para las hijas e hijos de los trabajadores, es “esencial”. Así lo expresó la secretaria: “Ustedes lo han visto, ya empieza a haber más movimiento en lo que se refiere al tránsito, porque ya se está en la normalidad”.
Sabemos que esto responde a intereses políticos y económicos, no a una preocupación en materia educativa y pedagógica por los alumnos y alumnas de nuestro país. Muy rápidamente, la normalidad la han impuesto en todos los sectores y ahora quieren avanzar con el sector educativo.
Sin embargo, no se puede minimizar que la apertura general de actividades y la movilidad total de la población por el semáforo verde y la reactivación económica, puede generar un rebrote de la pandemia como se está viendo en otros países. De ser así, como ha sido hasta ahora, los gobiernos federales y estatales y las autoridades educativas serán responsables por la continuidad del daño a la salud y más pérdida de vidas de los integrantes de las comunidades escolares y sus familias.
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Otra falacia que dijo Delfina Gómez fue que: “Efectivamente, nos hemos conducido con ese respeto a la decisión de cada institución, como se ha marcado, aquí nada es por la fuerza...”.
Autoridades educativas, directivos, junto con la complicidad de la SNTE, han avalado esta política, sin consultar a padres, madres de familia, estudiantes y docentes. De esta manera, han impuesto ya el aforo completo en varios estados del país. Nunca se tomó en cuenta nuestra opinión como maestras y maestros, ni tampoco la de las madres y padres de familia, ni la de las y los estudiantes. Sin embargo, las autoridades se deslindan de la responsabilidad y obligan a enfrentar en las peores condiciones esta situación, así como sus consecuencias, a las maestras y maestros junto a las madres y padres de familia.
El hacinamiento, problema que viene desde hace mucho tiempo y antes de la pandemia, no sólo incrementará el riesgo sanitario para los alumnos y maestros, sino que también afectará los ambientes de aprendizaje, ya que pedagógicamente está demostrado que no hay buenos resultados con el trabajo en grupos tan numerosos.
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Otra consecuencia de la política educativa en pandemia es el rezago y la deserción escolar, que no se resolverán con un regreso forzado a la “normalidad” sino que se agravarán. Aunque la simulación de las autoridades educativas quiere hacer creer que todo marcha bien.
Las maestras y maestros conocemos la realidad en las escuelas y sabemos que el discurso de la titular de la SEP y de las autoridades educativas es muy distinto. Docentes, padres, madres de familia, estudiantes y toda la comunidad escolar vivimos (y padecemos) diariamente las condiciones que existen en los planteles. Muchas escuelas no cuentan con algo tan elemental como agua y luz. La comunidad escolar todo lo ha garantizado, los insumos sanitarios han corrido a cargo de las y los trabajadores, en un contexto donde no hay ingresos suficientes para las familias, ya que hubo despidos masivos, recortes salariales, aumento de precios y no se sale de la crisis económica en el país y a nivel mundial.
Nuestras demandas deben ser escuchadas o deberemos imponerlas
Es momento de que las maestras y maestros exijamos al gobierno y a las autoridades educativas que se garanticen verdaderas condiciones para el regreso total a los planteles.
En primer lugar, vacunas para todos los niños, niñas y adolescentes menores de 15 años. Reapertura de turnos vespertinos y construcción de más escuelas para evitar hacinamiento. Plantillas completas de personal en cada centro educativo, así como de maestros, médicos, enfermerxs, orientadores, psicologxs. Que se garanticen insumos y condiciones sanitarias óptimas en todos los planteles. Aumento urgente al presupuesto educativo mediante el no pago de la deuda pública, impuestos progresivos a las grandes empresas y reorientación del presupuesto destinado a la Guardia Nacional.
Para defender la educación pública y gratuita, necesitamos la unidad de madres, padres, maestras, maestros y estudiantes de todos los niveles educativos y a nivel nacional. Es mediante la organización y movilización en las calles como lograremos nuestras demandas. Desde la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase llamamos a impulsar planillas democráticas en cada escuela para recuperar nuestras delegaciones y secciones sindicales, con el fin de que nuestra organización sindical se convierta en una herramienta para luchar por estas demandas y deje de ser un instrumento del Estado para someter al magisterio.
Invitamos a todas las compañeras y compañeros maestros que acuerden con esta perspectiva, a ponerse en contacto con nosotros para impulsarla en común.