La Confederación de Funcionarios de la Salud Municipal CONFUSAM convocó a una paralización los días 17 y 18 de abril a raíz de desacuerdos con la mesa de diálogo del gobierno que opera esta negociación desde el 2023. En este artículo te contamos sobre la lucha por el financiamiento para la atención de salud pública y el aumento de trabajadores movilizados cuyas demandas históricas se mantienen desde el 2019.
Viernes 19 de abril
Según informa la misma Confederación más de 8.000 trabajadoras y trabajadores de la salud marcharon por la deuda pendiente del incentivo al retiro, demanda muy sentida ya que 42 personas han muerto esperando el pago de su incentivo, por la ley de Consultorio Seguro en respuesta a las agresiones de pacientes sufridas por funcionarios de la salud, y por que se iguale el bono del trato usuario respecto del que reciben trabajadores de hospitales.
Si bien el gobierno a través del MINSAL informó un 57% de centros paralizados, desde la CONFUSAM declararon que la adhesión al paro superó el 92%. Durante las 48 horas de paro se mantuvieron activas las áreas de atención primaria, entrega de programas alimentarios, medicamentos, procesos de vacunación y atenciones de urgencia.
Por otro lado el Servicio de Atención Médica de Urgencias SAMU cumple hoy 12 días de paro debido a las malas condiciones laborales, situaciones de insalubridad que llegan al punto de tener presencia de ratones y chinches en algunos centros de atención, además del desfinanciamiento y la evidente marginación de la salud pública que lleva a que este servicio cuente tan sólo con siete ambulancias para la región.
La deuda del Estado hacia las y los trabajadores de la salud
Cada año las y los trabajadores de la salud se movilizan por la mejora de sus condiciones laborales, esta movilización se enmarca en la exigencia al gobierno de cumplir y agilizar la entrega del bono de incentivo al retiro, una bonificación adicional que reciben los funcionarios de los servicios públicos vía Ley 20.948. Gabriela Flores, presidenta nacional de la agrupación declara: “Tenemos más de dos mil trabajadores que están esperando que les lleguen los recursos para recibir este beneficio en el período 2021, 2022, 2023″
Por otra parte, para Carmen Aravena, jefa de la División de Atención Primaria del Ministerio de Salud (Minsal), los balances son positivos y proyecta un incremento de los cupos para este bono, sin embargo, este beneficio sólo cubre a quienes estén en calidad de contrata y tengan carrera funcionaria.
Otra demanda sentida es la de igualdad del bono de trato al usuario, respecto a lo cual se solicita que se equipare al nivel que reciben los hospitales ya que el trabajo en centros de atención primaria es igual de exigente y merece una compensación adecuada.
Las agresiones hacia funcionarios por parte de usuarios han aumentado considerablemente los últimos años tanto en frecuencia como en gravedad, según datos de FALMED entre enero y diciembre de 2021 se notificaron 2.343 agresiones al personal de salud, 83 veces más que en 2020. La solución planteada es aumentar las penas para agresores, instalar detectores de metales y favorecer el auxilio de la fuerza pública, medidas punitivas que no atienden el trasfondo del malestar tanto de usuarias y usuarios como de las y los trabajadores.
La lucha por el financiamiento para una atención primaria de calidad
La demanda olvidada en esta oportunidad fue la de un per cápita superior a $13.000 que era parte del pliego de CONFUSAM durante 2023, un objetivo que realmente apunta al origen del problema del sistema de salud municipal, precarizado año tras año al no recibir un un aumento acorde a la inflación y el alza del IPC. En palabras simples, cada año hay una disminución en el financiamiento a la salud pública.
El año pasado en San Bernardo, trabajadores de la salud se movilizaron por la falta de medicamentos esenciales, insumos clínicos, reactivos de laboratorio y problemas de infraestructura, pero esta realidad no se vive solamente en esa comuna. Estas son las consecuencias de la precarización del sistema público que tanto indigna a usuarios y funcionarios.
¿Por qué son cada vez más las y los trabajadores que se movilizan?
A fines del año pasado se movilizaron cerca de 1.000 trabajadores de la CONFUSAM, ahora informan que fueron más de 8.000; una demostración clara de que las movilizaciones son cada vez más masivas. Pero ¿por qué son más masivas que antes? Aunque el gobierno haya prometido cielo, mar y tierra, la verdad es que las necesidades en salud que se expresaron en las calles en octubre del 2019 siguen sin resolverse.
Ya van más de dos años que el incentivo al retiro es tema constante dentro de las demandas de CONFUSAM al gobierno y sus dirigentes insisten en culpar al ministerio de no cumplir con lo que se les solicita, pero al parecer no logran ver que sus métodos de negociación y movilización han sido un rotundo fracaso. La directiva da el aviso de paro para marzo pero luego se retractan por estar aún negociando con el gobierno (otra vez), luego del fracaso de la mesa vuelven a hacer el llamado de paro para abril, sin ninguna consulta a las bases ni mucho menos una preparación de lucha hacia la jornada.
Un paro completamente testimonial para la mayoría de funcionarios de salud municipal a nivel nacional, más bien una jornada de trabajo administrativo y turnos éticos, nada se habló sobre la necesidad de levantar asambleas en cada uno de los lugares de trabajo y conversar si el pliego de demandas de la CONFUSAM son realmente las demandas más sentidas, o en realidad lo son la falta de presupuesto para infraestructura, insumos y recursos humanos, dónde la precarización del trabajo a través del contrato a honorarios ha sido una solución parche histórica en desmedro de las condiciones laborales de miles de trabajadoras y trabajadores.
Es necesario que el paro y su enorme adhesión sirva para reflejar la necesidad urgente de luchar por un sistema único y público de salud, la urgencia de terminar con el negocio de las ISAPRES que demostraron ser un fracaso y expropiar toda la infraestructura del servicio de salud privado para poder derribar el gran muro que divide una salud para ricos y otra para pobres.
La única forma de conseguir esto es organizándonos en cada lugar de trabajo, coordinando esta lucha con otros sectores que hoy también se movilizan como lo son profesores, habitantes de zonas afectadas por la contaminación y pobladores que luchan por su derecho a la vivienda, hagamos nuestras sus demandas y luchemos juntos por el derecho a la educación, la salud y la vivienda digna para todas, todos y todes.