Al menos 49 personas murieron en una potente explosión ocurrida en una repleta mezquita chií durante las oraciones del viernes en Pakistán.
Sábado 31 de enero de 2015
Fotografía: EFE
La policía dijo que la explosión fue causada por un atacante suicida o por un artefacto que estalló cuando la mezquita estaba repleta de personas al mediodía del viernes en el centro de Shikarpur, en la sureña provincia paquistaní de Sindh.
Grupos suníes radicales con frecuencia apuntan a mezquitas a las que acude la minoría chií, a quienes consideran infieles.
"Estamos tratando de establecer la naturaleza de la explosión", dijo el jefe de policía de Shikarpur, Saqib Ismail Memon. "Un escuadrón de desactivación de bombas está examinando el lugar", agregó.
Saeed Ahmed Mangnejo, director de la administración regional civil, dijo a Reuters que la cifra de muertos había alcanzado las 49 personas.
En las caóticas escenas que siguieron a la explosión, parte de la mezquita colapsó, enterrando a varios de los heridos bajos los escombros.
Los transeúntes sacaron a personas de debajo de las ruinas y las subieron a automóviles que las trasladaron a hospitales.
Residentes locales dijeron que no había suficientes ambulancias y que el Ejército envió más tarde vehículos adicionales para trasladar a las personas a los centros asistenciales.
La atmósfera era tensa en Shikarpur luego de la explosión, las tiendas tapiadas y personas amontonándose afuera de los hospitales.
Jundullah, un grupo escindido de los talibanes paquistaníes que el año pasado prometió apoyar al Estado Islámico, se adjudicó la responsabilidad del ataque.
"Nuestra meta fue la (mezquita de la) comunidad chií (...) Ellos son nuestros enemigos", dijo Fahad Marwat, un portavoz de Jundullah, sin dar detalles.
Sain Rakhio Merani, funcionario de la policía regional, dijo que el estallido probablemente fue causado por una bomba, aunque la televisión paquistaní citó a algunos residentes diciendo que vieron a un hombre usando un chaleco suicida.
Pakistán ha estado en alerta por ataques desde una masacre del 16 de diciembre en una escuela en la ciudad de Peshawar, en la que murieron al menos 145 personas, en su mayoría niños.
Los chiíes constituyen cerca de una quinta parte de la población de Pakistán de alrededor de 180 millones de habitantes. Más de 800 chiíes han muerto en ataques desde inicios del 2012, según Human Rights Watch.