Las condiciones de explotación y precarización del trabajo en negro, son prácticas sistemáticas, de la industria vitivinícola, no hay control de parte la casta política.
Sábado 23 de julio de 2016
En Los Campamentos, distrito del departamento de Rivadavia, 16 personas de nacionalidad boliviana y del norte el país, en donde se encontraban mujeres y niños menores de edad, fueron encontrados en condiciones de súper-exploración y precariedad laboral. La finca donde se encontraban, está ubicada en calle Unión, sin número y el productor, dueño es Abel Vilca propietario de 140 hectáreas y estaría demorado.
Los trabajadores se encontraban viviendo en caballerizas de 3x3, en estado deplorables e infrahumanas, en donde los tenían encerrados con candando, durmiendo en el piso, el baño lo tenían a 20 metros que afectaba directamente al estado de higiene y salud de los mismos, había familias enteras de 3 a 4 integrantes, entre mujeres, niños y dos ancianas. Estaban desde principio de año y preparando la cosecha para octubre.
Fueron encontrados a través de una investigación de la policía federal, en el procedimiento participaron personal de la Policía Federal, del ministerio de Trabajo, OAL, Dinaf y de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE). Además, las personas fueron asistidas por personal del programa nacional de rescate y acompañamiento de víctimas del delito de trata de personas.
Estos casos no son hechos aislados, las relaciones de explotación en el ámbito vitivinícola, es una práctica sistemática y naturalizada por muchos empresarios vitivinícolas, en complicidad con la casta política para sus grandes negociados. No es casualidad que la industria vitivinícola, sea una de las genere mayor trabajo informal y precario, lo vemos en el tipo de prácticas feudales, y semi-escalvistas del Siglo XVII que tienen los patrones, para con los trabajadores y las trabajadoras de la viña, en donde confluyen familias enteras, su trabajo a destajo hacen deplorables las condiciones físicas de los mismos, donde el trabajo de sol a sol, la carga grandes tachos con uva ( en donde se le atribuye una ficha de $1 a $2,50, por cada tacho cargado) y las jornadas de trabajo de 10 a 12 horas, los desgastan y alienan cada vez más de la realización de su producto.
Los productores se venían quejando de las retenciones y que por culpa de esto eran uno de los sectores mayor golpeados de la economía regional. En las últimas elecciones donde Macri le quito las retenciones, para que obtuvieran mayores ganancias, fue uno de los sectores mas beneficiados por la política de Cambiemos, pero concretamente se observa que sus prácticas feudales y de explotación para con los y las trabajadoras de la tierra nunca cambiaron
