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Red Internacional
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REESTRUCTURACIÓN DE DEUDA. Deuda: el FMI sigue queriendo saquear primero y aprieta a los bonistas

Al realizar estas declaraciones, la directora del FMI se olvida que los fondos buitres sí se benefician de los países en default. Este nuevo “apoyo” del Fondo en la renegociación de la deuda con los bonistas no es gratuito, ellos siguen en la fila y quieren garantizarse su pago.

Miércoles 3 de junio de 2020 21:12

Esta vez fue su directora, Kristalina Giorgieva, quien en el marco de un evento organizado por el diario Washington Post, sostuvo no alcanza con congelar los pagos de deuda de los países más pobres y los “emergentes”, necesitarían reestructurar su deuda en el futuro.

Georgieva, alertó que algunos países con altas cargas de deuda probablemente necesitarían ayuda para avanzar. Y confirmó que hasta el momento el FMI desembolsó alrededor de u$s 260.000 millones, y prestó financiamiento de emergencia a 63 de 189 países que habían solicitado ayuda desde inicios de mayo.

Además, este miércoles los ministros de economía del G7 confirmaron en un comunicado que se pliegan a la decisión adoptada por el g20 y el Club de París, otorgando una prórroga hasta fin de año de todos los pagos de deuda bilateral con naciones pobres. Mientras no está definido qué pasará en los “emergentes”, la prórroga no garantiza que luego del impacto profundo de coronavirus esos países cuenten con recursos o signo de recuperación que les permita seguir pagando esas deudas.

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¿Por qué el FMI apoya la negociación de deuda con los bonistas?

Giorgieva dijo sobre la negociación de deuda argentina con los privados que “el objetivo es reestructurar la deuda de una manera que pueda pagarla. Nadie se beneficia de un país que cae del precipicio de la deuda”. Haciendo referencia a que “el país quedaría excluido de los mercados, el crecimiento sufriría, la gente sufriría y los acreedores no recuperarían su dinero”.
Y agregó: "agradezco mucho el compromiso de ambas partes (bonistas y Gobierno). El objetivo es reestructurar la deuda de una manera que pueda pagarla”.

En el mismo sentido, el FMI publicó el lunes un informe técnico en el que apoyo la nueva oferta de canje presentada por Guzmán, y sostenía al respecto: “sería consistente con el restablecimiento de la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad”. Además desde el FMI reconocieron que “existe solo un margen limitado para incrementar pagos a los acreedores privados y al mismo tiempo cumplir con los umbrales de deuda y servicio de la deuda estimados por el personal técnico del FMI”.

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Mientras el ánimo en los ”mercados” de la city porteña parece optimista respecto a un posible acuerdo con los bonistas. El miércoles el riesgo país tuvo una leve baja, mientras las acciones y los bonos finalizaron con subas. El economista decía a Reuters que: “Los activos locales continúan ensayando una fuerte recuperación alentados por la positiva expectativa que despierta el acercamiento en las negociaciones con los acreedores, aun cuando resten limar algunas diferencias en busca de alcanzar los niveles de aceptación necesarios para cerrar exitosamente el canje.”

Desde el oficialismo festejan los guiños del FMI, a quien consideran un “aliado”. Existe plena unidad de propósitos entre el Gobierno, los empresarios y la gran burguesía –hasta la CGT emitió un comunicado de apoyo- respecto al acuerdo con los bonistas. Sin embargo, el apoyo del Fondo no es gratuito, presionan a los bonistas para que acepten una “reestructuración reflexiva” debido a la situación de pandemia. Pero lo que buscan es garantizar que ellos siguen en la fila para cobrar, impondrán sus condiciones, cobrando muy caro este respaldo.

Ante tanto festejo, es importante no perder de vista que no todos ganan con el acuerdo con los privados. La deuda es mecanismo de dominio y saqueo de recursos que mantiene las condiciones de atraso y dependencia del país. Para los trabajadores y sectores vulnerables la salida de fondo para poner fin a este flagelo es el desconocimiento soberano de la deuda, y un plan integral de medidas que incluyan la nacionalización de la banca y el monopolio del comercio exterior.

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