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Red Internacional
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MADRID EDUCACIÓN. Familias y docentes trabajamos en Madrid por la vuelta a clases, pero el Gobierno no hace nada

La Comunidad de Madrid ha anunciado a través de una nota de prensa que las clases presenciales no comenzarán antes del miércoles 20, al no poder garantizar la seguridad en los centros de los municipios. Solo las familias, los docentes y el personal no docente trabajamos, pala en mano, por una vuelta segura a clases.

Viernes 15 de enero de 2021

Foto: Padres, madres y personal educativo quitando nieve en los colegios. EFE/Rodrigo Jiménez

El plan de la Comunidad es que las diferentes etapas educativas se vayan incorporando de forma escalonada a la modalidad presencial. Ahora bien, la realidad es que cientos de docentes de la Comunidad nos mostramos escépticos ante este incierto contexto en el que la seguridad y unas condiciones mínimamente dignas para desarrollar nuestro trabajo parece que van a brillar por su ausencia. A pesar de ello, la Comunidad continúa romantizando en tweets la escena de los y las vecinas de Madrid limpiando las calles. Esto constituye otra muestra más de su cinismo: las calles continúan, una semana después del temporal, llenas de nieve helada mientras se pide ayuda a la ciudadanía para la limpieza de las aceras debido a la incompetencia de los gobernantes.

De hecho, la mayoría de los espacios transitables por peatones lo son hoy precisamente gracias a la organización de vecinas y vecinos de los barrios. Se trata de algo que también ha sucedido en los centros educativos, los cuales están logrando ser despejados gracias a la labor de familias, docentes y personal no docente. Mientras tanto, los servicios públicos de la Comunidad, los cuales podrían garantizar la revisión de los desperfectos de los centros, continúan estancados. Una historia que ya conocemos en la Comunidad de Madrid y en el resto de los territorios del Estado: la escuela pública abandonada a su suerte, al mismo tiempo que continúa la financiación y las ayudas a la concertada.

La ineficacia de las autoridades para actuar en favor de una vuelta segura a las aulas resuena en redes sociales, donde multitud de docentes se preguntan cómo va a solucionarse una situación en la que se juntan los desperfectos causados por la nevada, los efectos de la pandemia y la escasez de recursos materiales y humanos que se arrastra en la pública desde hace décadas. Recordemos, incluso, que, si hablamos de la supuesta alternativa que se ofrece durante estos días de educación online, ni siquiera la plataforma de EducaMadrid ha logrado ofrecer un servicio eficaz para que profesorado y alumnado podamos continuar la docencia telemática.

Se presenta ante las y los docentes y el estudiantado un escenario que poco tiene que ver con las imágenes idílicas de las que hablaba el consejero de Educación y Juventud, Enrique Ossorio, según las cuales las carencias derivadas del confinamiento de los primeros meses de 2020 habían quedado cubiertas. Habría que explicarle al señor consejero lo que implica dar clase con las ventanas abiertas teniendo temperaturas bajo cero en el exterior, así como el desastre que va a constituir el hecho de que muchos patios han quedado inhabilitados por causa del desprendimiento de techos y pabellones. ¿Qué haremos las y los profesores durante los recreos? ¿Mantener al alumnado en las aulas, teniendo en cuenta el riesgo de contagio y las peligrosas cifras de Covid que estamos alcanzando en la Comunidad? ¿Cómo accederemos a los centros con el transporte público apenas funcionando y con las calles circundantes siendo verdaderas pistas de patinaje? Las y los docentes queremos retomar las clases presenciales y así lo mostramos con nuestras reivindicaciones. Sin embargo, en pleno invierno, sin noticias de una (necesaria) vacunación masiva al personal docente y no docente de los centros, sin ni siquiera contar en todos los colegios e institutos con mascarillas FFP2 gratuitas, parece difícil imaginar una vuelta a las clases con las mínimas garantías.