La conferencia mañanera estaba orientada a salud y guardia nacional, pero de las preguntas "a modo" orientadas a la promoción del INSABI y los "médicos del bienestar" se pasó al complejo tema del feminicidio y específicamente el caso de la niña Fátima.
Raúl Dosta @raul_dosta
Martes 18 de febrero de 2020
El secretario de Salud, Hugo Gatell, inició con una presentación mediante un video promocional de lo que serán los "médicos del bienestar" y un discurso sobre los avances de las instituciones de la salud. Anunció una fase de reclutamiento para atender comunidades rurales "largamente abandonadas" (comienzan sólo en tres localidades, Amatán, Chiapas, Metztitlán, Hidalgo y Fresnillo, Zacatecas). Ya tienen en entrenamiento a 1,100 promotores de salud de los escasos 7,500 que planean utilizar.
Respondiendo a preguntas específicas, se explicó cómo el Insabi dejará de ser un "cascarón" y "garantizará otorgará el derecho a la salud de todos los que no tienen seguridad social en todos los lugares" mediante la concentración de toda la infraestructura de salud que está actualmente en manos de cada estado.
Para contrastar, se explicó cómo funcionaba el esquema del "Seguro Popular" de las administraciones anteriores diseñado en favor de servicios hospitalarios subrogados a la iniciativa privada, de manera que los servicios que las instituciones de salud estatal, "no podían" cubrir los pagaban a precios muy elevados a las clínicas privadas. Así, el gasto del Seguro Popular se redireccionaba a la industria privada de la salud.
En cuanto al aparato represivo, el avance de los cuarteles militares se mostró en un video con las "amenidades" que tendrán los ocupantes de estas instalaciones, maquillando así su carácter de aprovisionamiento de fuerzas represivas a la orden de los gobiernos estatales y federal. 22 compañías ya fueron instaladas en Michoacán, 23 en Jalisco y 16 en Guanajuato, es decir ya lleva 81 de 160 programadas a finales de este año y han reclutado 76 mil de los 150 mil "guardias" presupuestados.
Con el tema del feminicidio en el ambiente comenzaron a salir preguntas. Además del problema de escasez de medicamentos sobre tratamiento de cáncer infantil, surgió el cuestionamiento a la Sedena, de si va permitir que especialistas feministas aleccionen a sus subordinados a diferencia del renuente secretario de seguridad pública de Zacatecas.
AMLO contestó que sí le darán facilidades con ayuda de la secretaria de gobernación para "que hable el gobernador" alentando la visión de estos colectivos que piensan que pueden aleccionar y redimir a quienes, por norma general, son formados y aleccionados para revictimizar, y abusar físicamente de las mujeres violentadas.
En la parte de preguntas "abiertas" reporteros y reporteras cuestionaron el tema del feminicidio y preguntaron sobre el seguimiento de la investigación y castigo, específicamente en el caso de Fátima. AMLO, renuente a ofrecer una salida, más allá del "agradecemos todo tipo de ayuda que nos proporcionen", además de recalcar de que se trata de un "asesinato cruel" (no un feminicidio) les planteo que acudan con Claudia Sheinbaum, "quien ya está trabajando en ello" y llamó a tener confianza en que se va a esclarecer lo sucedo y castigar al culpable. Ahh, pero eso sí: se tiene el derecho a la manifestación pero "sin enfrentar la violencia con violencia".
Manifestando su pesar por este acontecimiento y muchos otros, AMLO llevó, con su repetitivo discurso, esta cuestión hacia el tema de la corrupción y haber heredado estas condiciones de violencia generalizada del régimen anterior. Pero entre sus disertaciones se le escapó una especie de apología al sicariato.
Aseguró que se realizó una encuesta muy buena, muy rigurosa, ¡entrevistando a diversos sicarios! de quienes se obtuvo como resultado que no son malos en sí mismos sino que lo que los llevó a la delincuencia "fueron los problemas familiares, el maltrato de los padres a sus mamás". De ahí al "perdón sin olvido" no hay más que un paso, justificándose en que lo hay que combatir son las causas primarias, la pobreza y la corrupción característica del anterior régimen.