Ni lentos ni perezosos. La principal cámara patronal del país, Fedecámaras, salió a respaldar este martes los cambios macroeconómicos de ajuste del Gobierno, luego que lo hicieran también los representantes del sector de la banca privada. El Gobierno de Maduro ha venido en un proceso acelerado con sus políticas de carácter neoliberal de apertura y entreguismo, con medidas favorables a sectores concentrados de la economía, con planes antiobreros, salarios de hambre y eliminación de los convenios colectivos.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Miércoles 9 de febrero de 2022
Fotografía EFE / Miguel Gutiérrez
Para los representantes de Fedecámaras, el desmantelamiento de las políticas regulatorias del gobierno de Maduro “es un paso en la dirección correcta”, pero aun así piden ser más incluidos en los planes macroeconómicos. Ya vimos cómo el presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV), José María Nogueroles, aplaudió también las medidas gubernamentales, destacando la existencia de “una conversación clara y precisa” (gobierno-empresarios) que permite “tomar decisiones para recuperar el apalancamiento de la producción interna”, enfatizando su respaldo “a la actividad emprendedora del país y el relanzamiento de la economía privada”.
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No se quieren perder nada del festín. Carlos Fernández, presidente de Fedecámaras remarcó que “algunas medidas implementadas podrían funcionar mejor tras ser sometidas a las observaciones del sector privado”.
Al momento han planteado reservas de la reforma a la Ley de Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), argumentando que “se aprobó sin que la empresa tuviese ninguna voz ni propuesta”. En el marco de la apertura económica y la casi total vía libre de las grandes operaciones en divisas sin pago de impuesto alguno, se quejan de que puedan ser pechados con una Ley que aún no es clara si afectará a los pequeños ahorristas e incluso a los mínimos pagos en dólares, en una economía donde más del 70% de la actividad se realiza en dólares.
“Queremos llamar la atención sobre el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras. No pudimos hacer valer nuestras observaciones en el período de consulta, porque se discutió y en un par de días se aprobó. No tenemos conocimiento de que haya salido en Gaceta Oficial, así que esperamos que haya espacio para alguna observación”, afirmó el representante empresarial durante una rueda de prensa este miércoles.
Carlos Fernández se escuda en la frase de “impuesto a los ciudadanos del país”, que incluiría “a las personas naturales, al asalariado, al pensionado” con la nueva Ley, pero lejos está la cámara empresarial preocupada por estos sectores. La realidad es que cuando habla de “ciudadanos” se está refiriendo a los grandes empresarios y no a los trabajadores o al pueblo pobre en general a quienes estos empresarios les pagan salarios miserables aumentando considerablemente sus ganancias y que, amparados en las leyes del gobierno, pueden despedir cuando les plazca la gana sin tener que pagar indemnización alguna, como cualquier objeto desechable.
Por eso aplauden que se ejecute y se siga avanzando un ajuste macroeconómico sosteniendo que ya se empiezan a notar "los resultados de ese cambio de políticas y medidas en materia económica". “Se ha visto un ajuste macroeconómico. Estamos pasando por cambios y se están viendo los resultados”, enfatiza, resultados que no son otros que el aumento de sus ganancias mientras los trabajadores y el pueblo pobre continúa postrado en la miseria.
Por ello argumentan que necesitan más vía libre y nada que los pueda pechar se les puede hacer en la “recuperación económica en curso”. ¿Pero de qué “recuperación” hablan? El gobierno y los empresarios quieren vender esto como “recuperación” cierta reactivación de la actividad económica favorable a los grandes sectores y los ingresos de un reducido sector de la población, mientras el grueso sigue en la penosa pobreza y múltiples precariedades. Y hay los que se atreven a decir, “Venezuela se está arreglando”.
Como denunció Ángel Arias, dirigente de la LTS, durante la movilización este 8 de febrero exigiendo libertad de los trabajadores presos y por los derechos de los trabajadores, “la ‘recuperación’ de la que hablan Gobierno y empresarios, es sobre la base de la destrucción d los derechos de los trabajadores y sus libertades democráticas”.
Durante la movilización este #8Feb exigiendo libertad de lxs trabajadorxs presxs @angelariaslts de la @LTS_ven señaló que la "recuperación" de la que hablan Gobierno y empresarios, es sobre la base de la destrucción d los derechos de los trabajadores y sus libertades democráticas pic.twitter.com/08VtjFu5X1
— La Izquierda Diario Venezuela (@LaIzqDiario_VE) February 8, 2022
Como hemos escrito en otros artículos, con base a la legalización del dólar y su flotación a “libre mercado”, la eliminación de los impuestos y requisitos para importar, la vía libre para traer al país dólares fugados en el período previo (bien fuera por vía legal o ilegal) sin tener que dar cuenta de nada, y cierto aumento de los ingresos petroleros, estarían conforman un nuevo dinamismo ligado al comercio, a algunos servicios personales, y al consumo caro de algunos sectores minoritarios de la población.
Así, desde La Izquierda Diario hemos remarcado que la realidad de esto es que se trata de una mejoría para un sector pequeño de la población, sobre todo empresarial o pudiente, y no precisamente los trabajadores, donde algunos logran “resolverse” la sobrevivencia (no más que eso), al tiempo que las desigualdades sociales se hacen cada vez más brutales. En un contexto de los salarios, las pensiones y el bolívar totalmente destruidos, el gobierno resalta como una “virtud” la conversión de grandes contingentes de trabajadores asalariados en comerciantes, vendedores de lo que sea y prestadores de cualquier servicio posible. Llamando a eso “espíritu emprendedor” y elevándolo a ideología y política de Estado.
Esta línea aperturista para beneficiar empresarios y transnacionales lo hemos visto también en el sector petrolero. Grandes transnacionales como Chevron aprovechan las medidas y los anuncios de Maduro. Recientemente el gobierno de Biden estaría considerando una propuesta de Chevron para permitir que esta transnacional petrolera estadounidense acepte y comercialice cargamentos de petróleo venezolano para recuperar la “deuda” que tendría Venezuela. Maduro ya ha anunciado en meses anteriores su política de pago de deuda a través de petróleo e incluso de entrega de activos nacionales petroleros.
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Y se vienen más ajustes. Frente a esta situación donde los ataques y planes antiobreros se incrementan, los trabajadores y las trabajadoras del país deben continuar luchando como ya lo vienen haciendo los más diversos sectores del país, y se hace necesario más que nunca centralizar todas estas luchas y poder golpear con un solo puño. La confianza solamente en sus propias fuerzas, y no caer en los discursos ni del gobierno como tampoco de los partidos de la oposición patronal, es fundamental para, desde la independencia de clase, poder pararle la mano al Gobierno hambreador de Maduro y a los empresarios que se benefician de sus medidas esclavistas.