El candidato a Concejal por Cumplir es actualmente vicepresidente primero de la cámara de diputados provincial.
Miércoles 18 de octubre de 2017
Marcelo Feliú es un viejo conocido para los bahienses. Ya de joven ingresa a la política de la mano de Larraburu, presentándose como candidato a concejal suplente en 1995 en la lista del Partido Justicialista encabezada por Menem y Duhalde a nivel nacional. Finalmente es electo en el año 1997, cargo que mantendrá como presidente del bloque de concejales del Partido Justicialista hasta el 2005.
Cabe mencionar que en esos oscuros años menemistas, entre el 97 y el 99 compartió puesto como concejal del bloque justicialista con otro candidato actual, Rodolfo Lopes de Unidad Ciudadana, quien ahora nos dice que son la única alternativa para frenar a Macri. 20 años después ciertos lobos se siguen disfrazando de corderos.
En el año 2005 es elegido como diputado provincial por el Frente para la Victoria cargo en el que se mantendrá hasta el día de hoy, luego de ser dos veces reelecto. Desde que fue electo como concejal en el año 97 hasta el día de hoy, no dejó un solo día de cobrar abultados sueldos como funcionario.
El sueño frustrado y su falsa oposición al gobierno de Vidal.
En el año 2015 pierde por segunda vez las elecciones a intendente (la primera fue en el 99), esta vez con Héctor Gay. Solo unos meses harían falta para que se demuestre en la práctica que ambos candidatos defendían ciertos intereses en común pese a estar en listas distintas.
Con María Eugenia Vidal electa como gobernadora, volverá a la legislatura provincial como vicepresidente primero de la Cámara de Diputados. Allí será parte de los diputados del Frente para la Victoria que le votaron el presupuesto para el año 2016 que habilitaba a endeudarse por 60.000 millones de pesos, así como no designaba aumentos a los empleados estatales.
Así se inició un año y medio de arreglos políticos entre el gobierno de Cambiemos y su bloque del FPV-PJ, cuyos votos fueron claves para darle al macrismo la mayoría que no tiene en el congreso para pasar las leyes antiobreras y de ajuste. (https://www.laizquierdadiario.com/INFOLID-grafico-Siete-leyes-claves-para-el-ajuste-y-la-entrega-que-el-PJ-FpV-le-voto-a-Cambiemos)
Bancate ese defecto: arreglos con Gay y los empresarios
Este mismo rol lo jugó con Héctor Gay, como señaló él mismo en la conferencia del pasado 23 de septiembre: “en el Concejo Deliberante nuestro bloque siempre tuvo una actitud positiva en temas que a Gay le parecían importantes”.
Asimismo propuso la firma de un acuerdo con Gay y los distintos partidos, para solucionar temas centrales de la ciudad. Esto se cristalizó hace unos pocos días con la firma de un acta propuesta por la Unión Industrial que contó con su firma, la de Héctor Gay, Nicolás Vitalini (primer candidato a concejal por Cambiemos), Sergio Massa, los ceos de La Nueva y La Brújula, Jaime Linares, Jorge Bonacorsi por la Corporación del Comercio, la Industria y los Servicios, Miguel Aolita y otros numerosos representantes de la burocracia sindical.
Nada bueno puede salir de estos acuerdos impulsados por una unión de empresarios industriales que ganan millones de dólares en la ciudad a costa de contaminarnos con un peligroso Polo Petroquímico y de pagar salarios miserables a gran parte de los trabajadores, a los cuales tiene tercerizados en condiciones de total precarización laboral, como fue el caso de Juan Cruz Manfredini que terminó en su temprana muerte.
Felíú muestra nuevamente con quienes está. La oposición responsable de la que habla es la que quieren el gobierno y los empresarios para garantizar sus negocios.
Por una verdadera oposición, la izquierda tiene que estar
Del menemismo al kirchnerismo y del kirchnerismo al randazzismo, la vida política de Feliú estuvo signada por el carrerismo político más allá de las convicciones.
Totalmente contrario a este carrerismo, los y las candidatas del Frente de Izquierda son laburantes que dan una pelea por una salida política a favor de la clase trabajadora y no de los empresarios. La propuesta de la izquierda de que todo funcionario gane como una docente con 20 años de antigüedad, justamente busca cuestionar a los políticos que usan la política para enriquecerse y beneficiar a sus amigos empresarios.
Por esto mismo el proyecto de ley fue rechazado por todos los otros partidos políticos, quienes año tras año se aumentan sus jugosos sueldos, alejándose cada vez más de los trabajadores de quienes no tienen idea como viven. Los diputados del Frente de Izquierda ya cobran como un salario docente. El resto lo donan a luchas de las y los trabajadores, como la pelea de Burgos en Bahía Blanca, a la cual la banca de Myriam Bregman donó $10.000.
Por cuestionamientos como estos, y por nuestra defensa incondicional de los intereses de las y los trabajadores como hicieron nuestros referentes en PepsiCO, quieren borrar la voz de la izquierda del congreso. Contra el ajuste y los tarifazos de Macri, y los que se visten de opositores pero después votan leyes antiobreras, ¡La izquierda tiene que estar!
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