1968: año de la revuelta en París. ¿Qué sucedió con Félix Guattari entonces y quién era?
Jueves 10 de mayo de 2018 21:22
Félix Guattari, difícilmente puede ser pensado sin Gilles Deleuze. Pero haremos un esfuerzo. Cuando 1968 Félix ya tenía una trayectoria importante de militancia afin al trotskismo: desde 1948 (Félix tenía 17 años) militó en el POI (organización encabezada por Pierre Lambert). Era un fuerte agitador en las fábricas de autos y aviones de Garenne. El PCI sostenía una táctica de entrismo en el Partido Comunista de Francia.
Precursor de 1968
Organiza periódicos, gana a intelectuales al pequeño grupo, impulsa asambleas. En múltiples ocasiones el PCF quiso golpearlo. En 1956 realiza una publicación con la adhesión de Jean Paul Sartre y Henri Lefebvre.
Gana al partido a Lucien Sebag (importante antropólogo) y organiza actividades el solidaridad con la lucha de independencia de Argelia. Sus compañeros editores de Voz Comunista son encarcelados.
Desde 1955 se instaló en la clínica La Borde que fue fundada por Jean Oury y ex militantes del POUM para tratar humanamente los problemas de personalidad su esencia era el “rechazo, el repudio, la negativa a tratar la locura por medio del confinamiento, la prisión y el trato inhumano de aquellos que considerados “locos” sufrían todo tipo de represión y violencia psiquiátrica”. La Borde se convirtió en un lugar central para el movimiento antipsiquiátrico.
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Guattari militaba en la Sorbona y además fue un pionero en los estudios psiquiátricos. Fue uno de los primeros en estudiar la obra de Jacques Lacan y se atrevió a criticarla. Esto le trajo la animadversión de toda la escuela lacaniana.
A pesar de su edad (32 años) cuando comenzó el 1968 era un veterano de la lucha anticolonial (Argelia) y con más de 10 años de experiencia de militancia. Activista, marxista herético, precursor del movimiento antipsiquiátrico.
Teatro burgués
A diferencia de Michel Foucault que se encontraba en Túnez llevando sus aspiraciones académicas o de Gilles Deleuze que aunque simpatizó con mayo de 1968 estaba preparando su tesis doctoral Félix estaba como pez en al agua durante las protestas en el Barrio Latino. Aunque llega tarde, a las 4 de la mañana pues se encontraba en La Borde, Félix participó de la toma del Odeon.
Por su iniciativa el movimiento ocupó el gran teatro y se convirtió en un espacio de la lucha. Dice la biografía de Francois Dosee:
“Con esto se apunta a la cultura oficial de la República, pues el Ministro de Cultura André Malraux frecuenta este teatro. Guattari forma parte de la ocupación, después de evaluar los peligros que representa el ataque frontal de uno de los símbolos del Estado. La Universidad, vaya y pase: está protegida de las intervenciones intempestivas de la policía por los derechos universitarios, ¡pero el teatro subvencionado de jean Louis Barrault es otro asunto! Guattari, entonces, pone toda la habilidad de la FGERI –sus médicos, sus diversas redes de militantes- al servicio de la toma del Odeón. Muchos trabajan en los hospitales.”
Sigue el biógrafo Dosse: “Llenamos los autos de vendas, desinfectantes, antibióticos´. Otros se ocupan del abastecimiento necesario para sostener una hipotética ocupación. Habíamos visitado el teatro diciendo que éramos periodistas y vimos que podíamos subir al techo, llevar colchones, y que había sitio para almacenar medicamentos y comida. Después de la gran manifestación del 13 de mayo, el Odeón es tomado por asalto el día 15 y el movimiento irrumpe en una escena donde artistas e intelectuales, pero sobre todo una multitud anónima, toma la palabra en el hall de entrada. El comando principal escribe en rojo esta advertencia: Cuando la Asamblea Nacional se convierte en un teatro burgués, todos los teatros burgueses deben convertirse en Asambleas Nacionales”.
Los años de invierno: marxismo antipsiquiátrico
Los años setenta Guattari apoyó la lucha de los operaistas de Italia y la lucha por la liberación de Palestina. Los ochenta fueron un duro golpe: el golpe de la derrota. Dice sobre las temporadas: “Soy de los que vivieron los años sesenta como una primavera que prometía ser interminable; también he experimentado cierta pena para acostumbrarme al largo invierno de los años ochenta. La historia ofrece a veces regalos, pero nunca sentimientos. Ella lleva su juego sin preocuparse de nuestras esperanzas y de nuestras decepciones. Más vale, a partir de ahí, tomar partido y no preocuparse demasiado sobre una vuelta obligada de esas estaciones. Más todavía teniendo en cuenta que en verdad nada nos asegura que a este invierno no le sucederá un nuevo otoño o incluso un invierno todavía más crudo.”
Guattari nunca fue un pensador de la estrategia. Al contrario. Su conclusión de 1968 es que el movimiento no podía triunfar sino a escala molecular. Las instituciones como la burocracia sindical, el poder del Estado no podían sino derrotarse en el terreno local. El marxismo de Guattari es en el mejor de los sentidos un marxismo parecido a lo que Perry Anderson llamó “occidental”. Aunque éste pensaba en la liberación, su producto viene de la larga derrota de los años ochenta y del invierno post 1968.
En solitario su obra más relevante Revolución Molecular es una aportación muy interesante para pensar la relación entre el marxismo y el psicoanálisis. En desarrolla una concepción antipsiquiátrica y marxista del capitalismo.
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