Trucho y golpista. Fernando Cerimedo, asesor de Milei, integra una “organización criminal” según la Corte brasileña
Un escrito del Supremo Tribunal Federal de Brasil sindica a uno de los “cerebros” de la campaña de la Libertad Avanza como miembro de una “milicia electrónica” (integrada también por un militar de confianza de Bolsonaro hoy detenido) que, tras la derrota a manos de Lula se dedicada a promover “ataques a las instituciones, al sistema electrónico de votación y a la integridad del proceso electoral”. Cerimedo dirige el sitio especializado en fake news La Derecha Diario.
Tal vez en algunos círculos porteños Fernando Cerimedo sea conocido más por su rol de “creador” del pasquín digital La Derecha Diario que por su relación directa con Javier Milei y, más aún, por su pasado reciente como asesor de Jair Bolsonaro. Pero desde esta semana posiblemente se lo empiece a identificar más con el expresidente brasileño, a partir de la información que llega desde el país vecino respecto a su involucramiento en el intento de golpe fogoneado por Bolsonaro en enero de 2023.
Cerimedo, según cuentan las huestes de La Libertad Avanza, fue uno de los más influyentes “cerebros” de la campaña electoral de Milei, aunque hasta el momento ambos han decidido mostrarse juntos lo menos posible. Ahora aparece nombrado, muchas veces, en un expediente tramitado en el Poder Judicial brasileño en el que se investiga “una organización criminal”.
El 1º de enero del año pasado Luis Inácio Lula da Silva asumió su cuarto período presidencial. Una semana después, miles de fanáticos bolsonaristas invadieron y atacaron edificios de los tres poderes de gobierno, el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Tras esa crisis institucional, se iniciaron investigaciones penales que derivaron en una causa a cargo del Supremo Tribunal Federal de Brasil y del que hoy se conocen algunos detalles.
Entre todo lo que consta en ese expediente, surge la información sobre una organización aceitada que, tras bambalinas, producía fake news orientadas a cuestionar las elecciones en las que ganó Lula, al propio sistema electoral brasileño y, complementariamente, aclamaban por un levantamiento militar contra el líder del PT. De esa organización, según la propia Corte brasileña, Cerimedo era uno de sus dirigentes.
Una de las pruebas de las que se vale el Poder Judicial es un extenso video que Cerimedo publicó en Youtube el 11 de diciembre de 2022, donde denunciaba que el triunfo de Lula había sido mediante el fraude, aunque sin esgrimir un solo argumento serio o evidencia sobre tal acusación. Sumadas a otras pruebas, para los jueces brasileños hubo una coordinación de operaciones “periodísticas” buscando acercar a la “opinión pública” a sus posiciones. Operaciones de las que tampoco fueron ajenos influyentes sectores militares brasileños.
Lo que se difundió en las últimas horas es un escrito de 135 páginas (que se adjunta abajo) firmado por uno de los miembros del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes. Allí Cerimedo es nombrado directa y reiteradamente a partir de la “confesión” del teniente coronel Mauro Cesar Barbosa Cid, ladero de Bolsonaro, luego de haber sido detenido en el marco de la causa.
Mediante su propia declaración indagatoria e información extraída de su teléfono y su computadora, el “arrepentido” Barbosa Cid aportó muchos elementos sobre la forma en que Bolsonaro y sus partidarios buscaron un golpe de Estado. Allí aparece Cerimedo como uno de los conspiradores.
Javier Milei junto a Eduardo Bolsonaro, hijo de Jair, y Victoria Villarruel
En la causa judicial las pesquisas están a cargo de la Policía Federal brasileña. Los informes de esa fuerza sindican al hoy asesor del presidente argentino como impulsor de “milicias digitales”, encargadas de montar una “operación de núcleos” con los que “difundir la narrativa de fraude en las elecciones” para “permitir y, eventualmente legitimar una intervención por parte del Fuerzas Armadas, con la abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, en dinámica de una verdadera milicia digital, similar al procedimiento ya adoptada por la autodenominada GDO (oficina del odio)”, en referencia a otra investigación, iniciada en 2019, en la que también Cerimedo aparece imputado.
La “organización criminal” a la que pertenecería Cerimedo actuaba a partir de “cinco ejes”: 1- Ataques virtuales a figuras antibolsonaristas; 2- Ataques a las instituciones del régimen, entre ellas al sistema electoral (con voto electrónico); 3- Intento golpista en pos de la “abolición violenta del Estado democrático de derecho”; 4- Ataques a las políticas sanitarias en el marco de la pandemia de covid-19; 5- Uso de las estructuras estatales para obtener “ventajas”. En el escrito del juez De Moraes, Cerimedo aparece como actor central en el segundo de esos ejes.
Para la Corte brasileña, el millonario “asesor” de Bolsonaro y Milei (que puso mucho dinero en la campaña de los “libertarios” argentinos) integraría, junto al teniente coronel Barbosa Cid y otros ultraderechistas, un “núcleo de Desinformación y Ataques al Sistema Electoral”. De ese “núcleo” también son parte el exministro de Justicia Anderson Torres, el asesor de BolsonaroTércio Amaud Tomaz, el empresario Eder Lindsay Magalhaes y otro teniente coronel, Sérgio Ricardo Cavaliere de Medeiros.
Sobre cómo actuaba ese “núcleo”, el escrito del juez De Moraes dice que se basaba en la “producción, divulgación y amplificación de noticias falsas sobre la transparencia de las elecciones presidenciales de 2022 con el fin de estimular a los seguidores a permanecer frente a cuarteles e instalaciones de las Fuerzas Armadas, con el objetivo de crear el ambiente propicio para el golpe de Estado”.
Además había otros “núcleos”, como uno dedicado a “incitar a militares a adherir al Golpe de Estado”, otro “Operacional de apoyo a acciones golpistas”, otro de “Inteligencia paralela”, otro “Jurídico” y hasta uno de “Oficiales de Alta Patente con Influencia y Apoyo a Otros Núcleos” (sic). Esas áreas de actuación se evidencian, entre otras pruebas, en mucho material, hasta ahora desconocido, que demuestra cómo Bolsonaro organizaba reuniones para desplegar las operaciones.
Por caso, la “milicia digital” de la que sería impulsor Cerimedo tuvo un rol clave difundiendo informes truchos sobre el “fraude electoral” vía redes sociales, especialmente con transmisiones por Youtube. “La investigación demostró que los investigados, desde el final del segundo turno de las elecciones presidenciales, pusieron en marcha un plan para subvertir el Estado Democrático de Derecho, con el objetivo de impedir la toma de posesión del gobierno legítimamente elegido, manteniendo al entonces Presidente Jair Bolsonaro el poder”.
“La expectativa de los investigados de tener éxito en esta empresa criminal continuó durante el mes de diciembre, e incluso se prolongó hasta enero de 2023, ya durante el mandato del actual Presidente de la República, especialmente cuando se desencadenaron los actos golpistas del 8 de enero”, agrega el texto judicial.
“La investigación también indica que las medidas dirigidas a la propagación de desinformación y noticias fraudulentas para generar descrédito del sistema electoral contaron con la acción coordinada por parte del grupo criminal para un amplio uso de mecanismos de influencia digital en la proliferación de ataques a la Justicia Electoral, mediante el uso de sus milicias digitales”, continúa diciendo el juez en su escrito.
Fernando Cerimedo junto a Eduardo Bolsonaro, hijo de Jair
Tal como se desprende de los elementos aportados por el militar “arrepentido” Barbosa Cid, éste habría recibido dos documentos de manos del teniente coronal Hélio Ferreira Lima, uno titulado Informe de análisis de vulnerabilidad de las elecciones brasileñas de la primera vuelta de 2022 y otro llamado Fraude en las Urnas 2022. Basado en esos documentos, dice el juez de la Corte, Fernando Cerimedo ayudó “con la divulgación en una transmisión en vivo de noticias fraudulentas sobre una supuesta investigación sobre las elecciones brasileñas y la constatación de disparidades entre la distribución de votos en las urnas electrónicas más nuevas y más antiguas”.
“Como señala la autoridad policial, Fernando Cerimedo utilizó los mismos argumentos falsos creados por hackers, mencionados en una conversación entre Mauro Cid y Sérgio Ricardo Cavaliere de Medeiros”, afirma De Moraes. Y a la vez aquel “informe” que difundió Cerimedo por Youtube fue viralizado por los propios asesores de Bolsonaro entre sectores militares, entre ellos el acaudillado por Barbosa Cid (mano derecha de Bolsonaro), “para facilitar la difusión de estas noticias fraudulentas y amplificar la desinformación ilícita”.
A Cerimedo se lo relaciona también con Angelo Martins Denicoli, otro militar de alto rango, y con Paulo Renato de Oliveira, ministro de Defensa del gobierno de Bolsonaro al momento de producirse esas maniobras. Y además se lo sindica como quien armó un Google Drive alimentado con archivos de Denicoli con información falsa sobre el voto electrónico, “lo que evidencia el vínculo entre el contenido abordado en la transmisión en vivo realizada por el argentino y el grupo actualmente investigado”.
“Todo el panorama expuesto apunta a la acción coordinada de los miembros del grupo delictivo para amplificar las falsas narrativas que construyeron y replicaron sobre el sistema electoral brasileño, estando debidamente probada la relación mantenida entre Fernando Cerimedo y Angelo Martins Denicoli y Eder Balbino, en la dinámica de división de tareas establecida para ese fin”, acota el escrito judicial.
La difusión del escrito del juez De Moraes tuvo gran repercusión en Brasil. Sin embargo en Argentina son pocas las empresas periodísticas que cubren el tema. Se da por descontado que el asunto no será del interés de los medios oficialistas, hoy dedicados a cubrir a Milei y compañía de un barniz “democrático” y comprometido con resolver la crisis económica y social que azota al país. Pero también hay medios opositores a Milei que hasta ahora no tomaron este tema con la gravedad del caso.
Hay quienes aseguran que Cerimedo aún mantiene lazos con sectores del peronismo bonaerense. Según publicó el sitio Chequeado en julio del año pasado, quien hoy “se autopercibe como un militante de la derecha” organizó en 2020 “la militancia digital de la Juventud Peronista en La Matanza, un distrito clave para el kirchnerismo”. Su colaboración con ese espacio habría finalizado luego de que la esposa de Cerimedo lo convenciera de pasarse a las huestes libertarianas, ya que ella “es fanática de Javier Milei”. La especie no pudo ser confirmada por La Izquierda Diario, pero el pasquín creado por Cerimedo nunca lo desmintió.
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).
