Es por el caso de los empleos falsos asignados a su esposa. La imputación llega cuando la derecha tiene 72 horas para buscar otro candidato. La justicia también investiga al socioliberal Macron.
Miércoles 15 de marzo de 2017
Los principales candidatos presidenciales en Francia no ven la hora de que termine la campaña electoral y se realice la votación. Cada día que pasa surgen nuevas causas judiciales contra alguno de ellos, siendo el candidato de la derecha Francois Fillon uno de los más afectados.
Este martes Fillon fue puesto bajo investigación formal por el uso indebido de fondos públicos, tras el escándalo por los supuestos pagos a su mujer por un trabajo que apenas realizó, así lo informó la oficina del fiscal.
El candidato conservador de 63 años es investigado por sospechas de desvío de fondos públicos, complicidad en la malversación de fondos, recepción de fondos y no haber declarado por todos sus bienes, dijo una fuente judicial.
Fillon solo atino a responder este martes ante los jueces que le imputaron que
espera ser tratado "como todos los ciudadanos" del país, sin precipitación y con imparcialidad. En su alegato, difundido por el diario "Le Figaro", señaló que el supuesto empleo ficticio de su mujer como asistente parlamentaria suya y como colaboradora literaria de una revista de un empresario amigo suyo fue real, y que no se puede pretender lo contrario.
La campaña de Fillon ha sido cuestionada desde que el escándalo salió a la luz en enero, cuando el semanario satírico Le Canard Enchaîné alegó que Fillon había pagado a su esposa, Penelope, cientos de miles de euros como asesora parlamentaria por un trabajo que puede no haber hecho.
La crisis fue tal que en el Partido Republicano habían barajado que el ex primer ministro francés y derrotado en las primarias de la derecha Alain Juppé fuera el candidato que remplazara al cuestionado Fillon.
Finalmente Juppé, derrotado en las primarias de la derecha, confirmó que "no será candidato a la Presidencia" del país en sustitución de François Fillon, ya que no se ve con capacidad de unir a su familia política de la derecha francesa, que ve como lentamente quedara excluida de un posible balotaje por primera vez.
Quien más se había beneficiado con la crisis de Fillon es la candidatura del socioliberal Emmanuel Macron. Pero cuando las encuestas lo dan como favorito a ganar la primera vuelta, Macron, se ve también envuelto en una causa judicial por malversación de fondos.
La Fiscalía de París ha abierto una investigación por supuesto favoritismo a una velada en la que el candidato presidencial Emmanuel Macron se reunió con empresarios franceses en Las Vegas (EEUU) cuando era ministro de Economía, informó la agencia EFE.
En la reunión de enero de 2016, cuando Macron se encontró con dirigentes de diversas empresas emergentes francesas en el Consumer Electronics Show (CES) de esa ciudad estadounidense. Según revelo el semanario Le Canard Enchaîné, la organización del encuentro fue asignada sin concurso previo al grupo Havas por Business France, organismo de promoción de la tecnología francesa dependiente del Ministerio de Economía, entonces dirigido por Macron.
La investigación apunta a que Macron se habría beneficiado con la designación de un evento cuyo coste total ascendió a 381.759 euros, de los cuales 100.000 euros fueron dedicados al alojamiento.
De confirmarse sería un golpe para el candidato que es presentado, por el establishment político y mediático, como la única alternativa a la extrema derecha de Marie Le Pen.
De cara a las elecciones del 23 de abril, a la crisis de la derecha francesa sin un claro candidato y la crisis del socialismo francés, permitió la irrupción de un candidato como Macron, fuera de todo partido tradicional.
Justamente Macron es el que cuenta con la mayor ventaja para derrotar a la extrema derecha de Le Pen, quien, según todas las encuestas, no ganaría en una segunda vuelta. Pero la investigación judicial que se abre por el viaje a Las Vegas del ex Ministro de Economía agrega aún más incertidumbre y hacen aún más extraordinarias estas elecciones.
En Francia, hoy imperan más las dudas que las certezas, en una situación inédita que muestra la crisis del régimen francés y de representatividad de los partidos tradicionales.
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