François Fillon ha resultado ganador de las primarias de la derecha a la Presidencia de Francia en 2017. Ultraliberal y ortodoxo en lo económico, tradicionalista y conservador en lo ideológico.
Lunes 28 de noviembre de 2016 06:56
Con el programa de una derecha “dura”, Fillon arrasó en las primarias de su partido, al conquistar el 67 % de los más de cuatro millones de electores que concurrieron a votar. Una afluencia masiva para esta interna de la derecha, que muchos ven como la definición de quién será el futuro presidente francés. Fillon se impuso sobre Alain Juppé por una amplia y sorpresiva diferencia.
En la primera vuelta de las internas, Fillon obtuvo el 44,1 % de los votos, desbancando de la carrera al exjefe de Estado Nicolas Sarkozy. En esta ocasión, quien fuera número dos de Sarkozy durante su mandado entre 2007 y 2012 ya era el favorito, con los sondeos a su favor y una movilización cada vez más numerosa en sus mítines públicos.
Según señaló hoy ante sus seguidores, ha sido una "victoria de fondo, que ha roto con todos los escenarios escritos de antemano" y que está construida sobre sus convicciones, conservadoras al extremo.
"En nuestro país hay una inmensa necesidad de respeto (...) Tengo el deber de devolverle la confianza a los franceses, de vencer el inmovilismo y la demagogia", añadió el candidato, que consideró que el socialista François Hollande ha "rebajado" la función presidencial y prometió “restaurarla”.
Nacido en Le Mans (oeste) hace 62 años, casado con una galesa y padre de cinco hijos, Fillon tiene en la liberalización de la economía y en la afirmación de valores tradicionales sus ejes prioritarios.
Con ese giro conservador, que ha sabido presentar como rupturista, aspira a frenar la previsible fuerza de la ultraderechista Marine Le Pen, a la que todas las encuestas colocan ya en la segunda ronda de las presidenciales de abril y mayo del próximo año.
Elegido ya el líder que marcará a los conservadores el camino al Elíseo, todas las encuestas pronostican que Fillón se encontrará con Marine Le Pen del ultraderechista Frente Nacional en la segunda vuelta de las presidenciales.
En el bando de los socialistas, nada va bien y hay elementos de fractura interna. Hollande todavía no se ha declarado candidato, pero todos especulan que lo hará. Al mismo tiempo, el actual primer ministro, Manuel Valls, dijo estar preparado para dar el paso de presentarse.
"Quiero romper esa mecánica que nos conduciría a la derrota, ante esa idea de que la izquierda no tiene ninguna posibilidad", señaló este último en el semanario "Le Journal du Dimanche", provocando un nuevo terremoto político que ha hecho especular con que podría haber en breve una nueva remodelación gubernamental.